En las calles, en los colectivos y en las oficinas se escucha, una y otra vez, la misma pregunta: “¿Vos tenés luz?”. Los vecinos coinciden en que el miedo a volver a casa para encontrarla a oscuras se naturalizó y que cosas tan básicas como cargar el celular se hacen “como si fuera la última vez”. En medio del enero más caliente en 53 años y con una térmica asfixiante de 47,6°, los cortes se agravaron y ese miedo se transformó en bronca. Palermo, Flores, Colegiales, Mataderos, Caballito, Parque Chacabuco, Lugano, Barracas, Belgrano, Almagro, Núñez, Villa Urquiza y Villa del Parque ayer estuvieron sin suministro eléctrico. Algunas zonas ya llevan cinco semanas con problemas.

El tránsito sobre Juan B. Alberdi se movió al ritmo de los semáforos apagados. A las 16 había 82 fuera de servicio en toda la Capital. A partir del cruce con Larrazábal, plena zona comercial, al paisaje se sumó una interminable fila de generadores: uno por negocio. “Hacen arreglos temporales. Cambian un cable y se quema otro. Están todas las baldosas de diferente color de tantas reparaciones. Gasto 400 pesos diarios en combustible y encima, al saber que no hay luz, la gente evita la zona”, contó Enzo Terranova, en medio del ensordecedor ruido del grupo electrógeno que abastece a parte su local.

A pocos metros, una casa de comidas tenía las puertas abiertas de par en par y las heladeras vacías. “Ya perdimos todo el helado. Como el generador sólo alcanza para la cámara frigorífica, pasamos toda la mercadería al fondo para por lo menos conservarla. Pero la gente no viene y así no se puede trabajar”, dijo el encargado, que prefirió no decir su nombre.

Uno de los barrios más afectados fue Flores, donde manzanas completas vienen sufriendo interrupciones intermitentes desde el 16 de diciembre, con arreglos parciales. “Siento que el Gobierno nos toma de pelotudos. Yo me la banco, pero hay gente que la pasa mal”, aseguró Guido, frente a su casa de Caracas 60. La calle Membrillar, de Directorio a Avellaneda, estuvo marcada por la oscuridad. “Son cortes preventivos. Van dando luz a una fase y se la sacan a otra”, protestó Jorge, portero de un edificio en Yerbal 2800. “Ahora uno vive pendiente de la luz, de la carga del celular. Desde diciembre que compro la comida sólo por el día, para por lo menos no perder más plata”, protestó Ana Lampa, vecina de Bacacay 1800, que ya acumula 15 reclamos a Edesur.

Desde la empresa explicaron a Clarín que hace 10 días comenzó un plan de obras en las zonas más conflictivas y que durará 4 meses. “Algunos trabajos están terminados y otros por empezar”, aseguraron. Mientras tanto, la gente sigue esperando sin respuestas.

Hasta el titular del ENRE los sufre

Ricardo Alejandro Martínez Leone, que asumió hace una semana al frente del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), también se quedó sin luz. Lo contó el Twitter el ex legislador porteño Marcelo Parrilli, vecino del funcionario. “Ni el director del ENRE, Martinez Leone, tiene luz. Seguimos sin electricidad en Suipacha al 600. EDESUR no da señales de vida”, escribió el miércoles. Y ayer agregó: “Otra vez Ricardo Martinez Leone sin electricidad”.

La ola de calor volvió a afectar ayer a medio país. La Rioja, Córdoba, Santa Fe, San Luis, la ciudad y la provincia de Buenos Aires fueron los distritos más castigados con térmicas muy elevadas, según informó el Servicio Meteorológico Nacional.

En el organismo indicaron que "varias localidades registraron las mínimas y máximas más altas para cualquier mes de enero desde 1961, con una o dos olas de calor y persistencia de temperaturas extremas que se mantuvieron entre 7 y 15 días".

Hernán Veiga, climatólogo del SMN, precisó que gran parte del país registró temperaturas reales cercanas o superiores a los 40 grados este mes. Incluso ayer los 47°6 de térmica que se registraron en la ciudad marcaron un nuevo récord histórico. El climatólogo indicó: "La térmica más alta que se registró en la ciudad de Buenos Aires fue de 47°2 el 12 de diciembre del 1994".

Las altas temperaturas persistentes se cobraron cuatro víctimas el fin de semana en Mendoza. Ayer se supo que cuatro adultos mayores fallecieron deshidratados. Según confirmó el director del Hospital de San Rafael, Armando Dauverne, "el informe elaborado por profesionales del Cuerpo Médico Forense local indicó que cuatro personas de más de 70 años fallecieron por deshidratación".

Luego de un diciembre histórico que "superó el récord de persistencia de días con temperaturas extremadamente altas", principalmente en el centro y el norte del país, enero continúa mostrando el mismo patrón cálido, con valores por encima del umbral que se considera extremo.

"Para mañana [por hoy] está previsto que bajen las temperaturas, sobre todo a raíz de las tormentas que comenzarán entre la tarde y noche de hoy [por ayer], por lo que la alerta podría cesar y llegaría algo de alivio", explicó Veiga, quien precisó que las temperaturas oscilarán mañana entre los 17 y los 25 grados en la ciudad de Buenos Aires.

La ciudad de Córdoba vivió una intensa jornada de calor, con temperaturas que alcanzaron los 40 grados a las 15 y una sensación térmica de 48°8. En Río Cuatro, después de las 16.30 una tormenta con fuertes vientos produjo voladuras de techos y dejó árboles y postes caídos.
La misma suerte corrió San Luis, en donde tras el calor hubo lluvias y caída de granizo.

En la zona cordillerana de Río Negro, Neuquén y Chubut, en cambio, hubo nevadas. Así lo indicaron reportes desde San Carlos de Bariloche, Esquel y Caviahue.

Respecto de las diferencias que se observan estos días entre las temperaturas reales y la sensación térmica, el climatólogo apuntó que "la térmica se estima en función del calor que se siente cuando se está al aire libre: se calcula sobre la base de la temperatura observada por el termómetro, la humedad y el viento".
"En cambio, la temperatura real se calcula sólo sobre la base de lo que marca el termómetro. La diferencia tan grande entre las térmicas y las reales que observamos este mes se da por la humedad, enero está siendo un mes muy húmedo", explicó.

Veiga agregó que durante el mes de diciembre las térmicas "fueron más parecidas a las temperaturas reales" porque "no había tanta humedad", y aclaró que estas diferencias "son comunes para la época".

Raúl Gómez Traverso, coordinador del Comité de Emergencia del Hospital de Niños Pedro Elizalde, recordó la importancia de prevenir los posibles efectos de la ola de calor. "Es muy importante que se tomen en serio las alertas. Subir el nivel a naranja o a rojo implica que existe un riesgo mayor de mortalidad por el calor. Especialmente para aquellas personas que viven solas", indicó el médico.

"No hay que esperar a tener sed para tomar agua, hay que tratar de estar en lugares a la sombra y también es importante protegerse del sol y no exponerse entre las 10 y las 17", agregó. Gómez Traverso se refirió así al cuidado que debe tener la población ante los cortes de energía con alimentos como las carnes o los lácteos.

El especialista indicó que, aunque es difícil hablar de una marca media, una temperatura de confort para una persona estaría situada en los 24°. "El hombre se va adaptando a los cambios, pero el problema está en los extremos, ante las olas de calor o de frío", agregó.

Ayer Chamical en La Rioja fue la ciudad más caliente. Con una térmica de 57°6, estuvo en el tope del ranking de las temperaturas del SMN a las 17. Por esa situación, que se extendió a varias ciudades, la provincia registró un nuevo récord de consumo energético. El alivio llegaría hoy con un brusco descenso de las temperaturas. La máxima llegaría a los 25 grados.

Los cortes de energía se replicaron ayer en cadena cuando el calor se instaló en la ciudad, desde la mitad de la mañana. Algunos vecinos afectados por la falta de energía cortaron el tránsito a manera de protesta en un intento para lograr que las empresas distribuidoras atendieran sus reclamos. Porque, como ocurre cada vez que hay un corte de luz, comunicarse telefónicamente con las empresas Edenor y Edesur es imposible.

Ayer numerosos sectores de la ciudad sufrieron cortes, sobre todo después del mediodía. Villa Crespo, Caballito, Saavedra, Núñez, Palermo, Recoleta, Almagro, Liniers, Villa Luro, Retiro, Flores y San Cristóbal, entre otros, aparecieron en la lista de barrios menos afortunados y cuya infraestructura energética no soporta un día de calor. Si bien las empresas no informaron el número de usuarios que estaban sin luz, estimaciones del sector aseguraron que eran más de 30.000 los domicilios afectados por los cortes en toda el área metropolitana.

Tanto castigó el sol que el servicio del ferrocarril Sarmiento tuvo que hacer un servicio reducido, entre las estaciones de Once y Castelar, porque en Merlo se dilataron las vías. También hubo demoras en los ferrocarriles Mitre y Belgrano Sur.

En el corredor norte también hubo problemas, como durante la primera semana de calor del mes pasado: distintos tramos de la Avenida del Libertador sufrieron interrupciones del suministro de energía. Desde las 14, por ejemplo, ya no hubo luz en Libertador entre Monroe e Iberá, y varias cuadras aledañas. También Caballito y Flores volvieron a sufrir interrupciones reiteradas y algunos vecinos salieron a la calle, como en Directorio y Membrillar. Unos 136 semáforos, a su vez, dejaron de funcionar, lo que complicó el tránsito porteño.