Primero fue el dólar Messi de $ 10, luego el dólar Verón de $ 11, más tarde el dólar barra brava de La $ 12 y ahora, finalmente, desembarcó el dólar Tinelli: llegó al $ 13.
“La suba del dólar es estacional”, dice el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. “O sea, se estaciona en $ 12, se estaciona en $ 13, se estaciona en $ 14. Cuando llegue a $ 20 pueden hacer un estacionamiento muy amplio”, bromean en las cuevas de la City porteña, donde el billete cotizaba a $ 13,15, pero nadie vendía, pues a nadie le convenía desprenderse de divisas que a los pocos minutos costaban más caras. Por lo tanto, muchas decidieron directamente no vender o, en caso de que se lo pidiera un cliente conocido, hacerlo con un margen de $ 0,15, y subirlo a $ 13,30, para estar mínimamente cubierto de un upside.
“Me quedé seco desde la mañana, no tengo más billetes para vender. Voy a ver si mañana repongo”, advierte un cuevero instalado en un kiosko de Barrio Norte, que le sirve de fachada.
En las peatonales Florida y Lavalle, muchos arbolitos se dedicaban solamente a comprar divisas a los turistas a $ 12,90, y tenían suspendidas las ventas, hasta nuevo aviso de sus patrones.
Ahora, la gran incógnita es qué puede pasar de aquí en adelante con el precio del dólar para todos y todas. “Si querés saber a cuánto estará el blue a fin de año sumale la inflación y ahí tendrás el valor”, pronostica Aldo Pignanelli, ex presidente del Banco Central.
Hasta ahora la brecha entre el oficial y el blue era del 70%. Por lo tanto, con un dólar a $ 8, el paralelo debería estar en $ 13,60 para que persista el mismo margen.
Otra de las fórmulas para detectar si el precio de la moneda estadounidense está cara o barata es compararla con el valor técnico del dólar, también llamado dólar convertibilidad, que es la división de la base monetaria, o sea el dinero que hay en la calle, dividido la cantidad de reservas que tiene en dólares el Banco Central. Este número, que por lo general sigue al precio del blue, hoy está en $ 12,70.
Andrés Méndez, director de AMF Economía, piensa que el blue no tiene techo y, con la estrategia actual, el Banco Central lo corre de atrás: “Estimo que durante este trimestre la brecha va a resultar elevada, pero a partir de abril debería producirse un descenso del diferencial”.
Su colega de AMF, Gustavo Perilli, agrega que la tendencia en el precio del dólar informal es alcista: “Si proliferaran las operaciones de las familias en el blue, quizás esta cotización ya estaría siendo cara y la carrera debería concluir. Pero como no es así, la situación es preocupante. Puede seguir alcista porque los que operan blue parecen estar jugando a todo o nada, porque piensan que cada día es un día más de devaluación del peso”.
Nicolás Litvinoff, director de Estudinero, calcula que, en caso de repetirse la suba del blue a comienzos del año pasado (de $ 7,41 el 21 de enero a $ 10,40 el 8 de mayo, para luego descender violentamente hasta $ 7,81 el 18 de junio), el billete podría escalar hasta los $ 16,50 para mayo (40% de suba desde los niveles actuales), para recién comenzar su camino descendente al compás de la entrada de divisas por la soja y el eventual arreglo con el Club de París y demás.
¿Un dólar blue en $ 16,50 para mayo significaría el colapso de la economía? “No me parece en absoluto, sino que podría volver a dinamizar el sector de construcción, dado que los insumos en pesos (a pesar de la inflación), volvería a estar baratos para los desarrollistas e inversores inmobiliarios”, afirma Litvinoff.
A su juicio, la brecha entre el oficial y el paralelo va a seguir agrandándose, “pues todavía no se ve reflejado las últimas restricciones impuestas por el gobierno a la compra de autos y ahora a las compras online con tarjeta de crédito. Además, el blue se encuentra actualmente con una inercia alcista bastante importante, que podría durar hasta marzo o abril. De todas maneras, me parece que lo que le interesa al gobierno no es la brecha entre el oficial del paralelo, sino entre el paralelo y el dólar tarjeta, que se acerca al 30% y podría seguir creciendo”.
Para Nadin Argañaraz, presidente del IARAF, la devaluación del oficial, originada en un exceso de demanda de dólares, consolida las expectativas de devaluación: “El blue puede verse influenciado por esto en la medida que haya pesos excedentes para su demanda. Pero a su vez, estás perdiendo reservas, lo que te marca que la devaluación del oficial sería mayor todavía si lo permitieras. El objetivo de tener una brecha determinada puede distraerte del verdadero problema que es la inflación. Bajar la brecha a cualquier precio puede generarte un señal hoy, pero no es sostenible”.
Incertidumbre, sorpresa y desconcierto fueron tres de las sensaciones que más se repitieron entre los operadores del mercado de divisas en una jornada que varió momento a momento. A diferencia de la rueda del miércoles en donde el pico de la suba fue en los últimos diez minutos, ayer la primera mitad de la rueda fue la más candente en donde el dólar oficial alcanzó su pico de $ 8,31 para la venta minutos antes de las 13.30. Ese fue el punto de inflexión cuando el Banco Central junto con algunos exportadores salieron a vender billetes y lograron que bajara para finalizar en $ 8,01. Sólo en la jornada de ayer el dólar oficial ascendió un 12,4% y en lo que va del año acumula un alza del 22,7%. Una muestra del acelerador devaluatorio es que en 2013, recién para el 19 de noviembre el alza acumulada era del 22,8% y finalizó el año con un alza del 32%.
El Central es sin dudas un actor fundamental y de peso en la rueda de operaciones y ayer no fue la excepción debido a que la suba fue en todo momento convalidada por la entidad que conduce Juan Carlos Fábrega. Sobre el último minuto de operaciones la mesa de dinero del BCRA realizó una fuerte venta que recortó bruscamente el precio del dólar mayorista y la última operación se pactó en $ Pese a ser el último valor de referencia, no fue el precio promedio de las últimas operaciones de la rueda que según la agencia de noticias Reuters fue de $ 8,005 para la venta. Este último valor obligó al Banco Nación a bajar su precio en las pizarras para el público a $ 7,79 pero en el mercado sostienen que es ficticio porque el público minorista no pudo adquirir billetes a este precio debido a que fue sobre el filo de la rueda. "El precio de $ 7,75 es el último operado en el SIOPEL pero no es representativo ya que fue por la intervención del Central. Si se considera este valor lo que sucederá mañana (por hoy) es que a los dos segundos de comenzadas las operaciones el valor de referencia se disparará 30 centavos hasta los $ 8, que es el verdadero valor de cierre", comentó un experimentado operador de un importante banco de capitales nacionales en diálogo con Ámbito Financiero.
El BCRA finalizó con un saldo neto vendedor por u$s 100 millones que fue utilizado en distintas etapas de la rueda, pero se potenció a media rueda y sobre el final. Los operadores más jóvenes y que entraron a trabajar en las mesas de operación en la última década comentaban en forma anecdótica que fue una de las ruedas que no olvidarán en mucho tiempo. "El teléfono no paró de sonar en todo el día. Directamente no llamaban empleados de empresas, sino que eran los propios dueños intentando buscar explicaciones de lo que sucedía", relataron desde una entidad financiera.
Más temprano se escuchaba: "Estamos hasta las manos, nos distraemos dos minutos y perdemos 'guita'...", comentó con cierta impaciencia un experimentado operador. En el mercado volvieron a sostener que los movimientos del dólar se deben a una nueva estrategia oficial para quitarle previsibilidad a quienes negocian con el billete estadounidense.
Mientras, en la City se vivía una jornada frenética, el directorio del BCRA al mediodía permaneció reunido en su habitual encuentro de los jueves en donde, distintas fuentes consultadas por este medio confirmaron que entre otros temas, evaluaron el desenvolvimiento del mercado de divisas y los pasos a seguir.
En el mercado paralelo la situación no fue distinta y también se vivió desconcierto. El billete siguió con su escalada y se negoció a $ 13,06 aunque algunos cueveros revelaron que el precio podría estar "un poco inflado". Explicaron, en diálogo con este medio, que ante la incertidumbre sobre cuáles serán los movimientos del mercado oficial, muchas cuevas decidieron en un comienzo no operar y luego comenzar a informar valores muy altos con el objetivo de hacer ganancias seguras. El "blue" escaló 91 centavos marcando un nuevo récord. Por su parte, el euro oficial tampoco se salvó de las fuertes alzas y trepó $ 1,74, a $ 11,03 para la compra y $ 11,25 para la venta.