La compañía controlada por el grupo Luksic se quedará con un 30% de las acciones y mediante un aumento de capital llegaría al 34%.
Una semana después de que la Compañía Sud Americana de Vapores (CSAV) informara que aún no alcanzaba un acuerdo con su par alemana Hapag-Lloyd, la compañía controlada por el grupo Luksic informó ayer que firmaron un Memorándum de Entendimiento no vinculante con el gigante europeo.
En el acuerdo se establece la combinación de los negocios portacontenedores de CSAV con los de Hapag-Lloyd, con lo cual la firma germana absorbería a la chilena, quien se quedaría con un 30% de participación de la compañía fusionada, convirtiéndose, de paso, en el mayor accionista de Hapag-Lloyd.
En todo caso, CSAV indicó que expresamente se dejaron fuera del acuerdo los negocios de transporte de carga de granel sólido y líquido, de carga refrigerada sin contenedorizar y de vehículos (car carrier).
El acuerdo alcanzado se asemeja -al menos en la forma-con el que otra empresa del grupo Luksic, Madeco, alcanzó con la francesa Nexans en 2008. En febrero de ese año, Madeco transfirió a la firma gala los activos de su unidad de cables en Chile, Perú, Brasil, Argentina y Colombia en US$448 millones y 2,5 millones de acciones de la francesa, con lo que grupo chileno quedó como principal accionista individual de la empresa con un 9% de la propiedad en ese entonces.
Con este nuevo golpe, la CSAV junto a Hapag Lloyd se transformarían en el cuarto operador mundial, con una capacidad de transporte combinado de cerca de un millón de TEU, volúmenes de carga transportado de casi 7,5 millones de TEU anuales y ventas combinadas por cerca de US$ 12 mil millones anuales. En tanto, las sinergias esperadas de esta combinación de negocios serían de cerca de US$ 300 millones al año.
El acuerdo
Según señaló la compañía local a la SVS, producto de la transacción firmarían un pacto controlador con Hamburger Gesellschaft für Vermögens- und Beteiligungsmanagement, una sociedad controlada por la ciudad de Hamburgo y Kühne Maritime GmbH, que a su vez es controlada por el empresario Klaus Michael Kühne.
Los miembros de este pacto, dijo la compañía chilena, tendrían un 75,5% de las acciones de la naviera combinada.
El acuerdo está sujeto a una serie de condiciones, partiendo por la conclusión de un due diligence, que incluye la revisión de la información financiera, operacional, contable y legal. Además, el Memorándum contiene una serie de cláusulas suspensivas, entre ellas, obtener la aprobación de los órganos competentes de cada una de las firmas; luego, de los organismos regulatorios; y tercero, de los consentimientos que pudieran necesitar de terceros.
Las firmas estiman que estas condiciones deberían cumplirse y la fecha posible del cierre de la transacción debería realizarse dentro de un plazo de unos seis meses.
Los siguientes pasos
El acuerdo contempla además, que una vez concretada la operación, las partes se darán a la tarea de desarrollar un plan de negocios que permitirá obtener sinergias, mejorar las eficiencias y renovar parte de la flota de las naves. Para ello, se realizarán dos aumentos de capital, por un total de 740 millones de euros (US$ 1.000 millones) que se implementarán dentro de doce meses una vez cerrada la operación. En el primer aumento, por un 50%, CSAV concurrirá con 259 millones de euros (US$ 351 millones) dentro de 100 días una vez cerrado el acuerdo. Con ello, CSAV subiría a un 34% de participación en Hapag-Lloyd.
El segundo aumento de capital, por 370 millones de euros (US$ 500 millones) sería parte del proceso de apertura a la Bolsa de Hapag-Lloyd que ocurriría dentro de un plazo de un año desde el cierre de la transacción.
Por lo mismo, la Compañía Sud Americana de Vapores evaluará citar a una junta de accionistas para proponer un aumento de capital, para primero, destinar US$ 200 millones a la adquisición de siete naves de 9.300 TEU de capacidad; luego, acudir al primer aumento de capital por 259 millones de euros y tercero, tener los recursos necesarios para realizar el cierre de la transacción.
Aumentos de capital De concretarse la operación, que se estima será en unos seis meses, se realizarán dos aumentos de capital, por un total de 740 millones de euros
(US$ 1.000 millones).
Sube CSAV En el primero de los aumentos de capital, la Compañía Sud Americana de Vapores acudiría con US$ 351 millones, con lo que alcanzaría un 34% de la propiedad.
Hapag a la Bolsa En la segunda operación, por US$ 500 millones, será parte de la apertura a Bolsa de Hapag-Lloyd, a un año del cierre de la transacción.
Pasos de CSAV Mientras, la naviera chilena debería llamar a un aumento de capital para acudir a la otra operación y cerrar la compra de siete naves por US$ 200 millones.
El memorándum de entendimiento suscrito entre la Compañía Sud Americana de Vapores (CSAV) y Hapag-Lloyd es mirado con optimismo desde el mercado. Ayer, las acciones de la naviera chilena subieron 2,71% y los analistas proyectan que levantar capital para concretar el negocio "no debería presentar complicaciones".
Para el analista de EuroAmerica, Jorge Sepúlveda, "recaudar los 740 millones de euros por parte de Sudamericana no debería ser una complicación, porque ahora tiene el respaldo del sexto operador a nivel global y esa operación conjunta los dejaría en la cuarta ubicación mundial, por lo tanto, debería haber muchos más accionistas interesados en ingresar a esta nueva sociedad".
Agrega que si bien las perspectivas para la acción no son negativas, hay que tener en cuenta que no todos los negocios se complementan.
"Sería una nueva empresa donde CSAV tendrá una participación con el pacto controlador del 75% de la nueva compañía, además de complementar sus servicios en las rutas de Europa-Asia y Latinoamérica-Caribe, que es lo que buscaban tanto Hapag como Sudamericana", dijo Sepúlveda.
Las sinergias esperadas de la combinación de los negocios estarían cerca de los US$ 300 millones anuales, señaló la Compañía Sudamericana de Vapores al regulador local.
En todo caso, la compañía chilena reconoció que una vez concretada la operación desarrollarán un plan de negocios buscando extraer sinergias, potenciar mejoras en la eficiencia operacional y renovar las flotas.
El acuerdo le permitiría a Hapag-Lloyd ingresar a la ruta Latinoamérica-Asia y podrían alcanzar el 20% de las operaciones dentro del sub continente.
Con la fusión, la compañía alemana abriría un nuevo mercado, que ahora es operado con relativa debilidad por la naviera, con sólo 10% de su capacidad de transporte. La empresa está, sobre todo, presente en el eje este-occidente entre Asia y Europa así como entre Europa y Norteamérica, dijo Thomas Wybierek, analista de navegación de NordLB.