El conflicto portuario amenaza con traspasar las fronteras. Desde la semana pasada, dos organizaciones internacionales que congregan a trabajadores del sector monitorean el desarrollo de las movilizaciones en Chile.

Mauricio Zarzuelo, coordinador del Consejo Internacional de Trabajadores Portuarios, aseguró desde Argentina que buscan “ejecutar una solidaridad activa”. En esa línea, el dirigente detalló que se encuentran en conversaciones con trabajadores portuarios de Europa y de Estados Unidos, “para que no descarguen los contenedores provenientes desde Chile”. 

De hecho, Zarzuelo detalló que “esta semana estamos trabajando en un boicot internacional a las cargas, que se empezará a implementar a partir de la semana que viene, si el paro continúa”. 

El dirigente señaló que, esta semana, representantes de distintos puertos de Europa y de EE.UU. sostuvieron una reunión en Portugal, donde determinaron la medida. También manifestaron su apoyo la Unión Portuaria de Colombia y la Federación Nacional de Estibadores de Brasil. 

En una declaración, el consejo internacional afirma que representantes de sindicatos de España, Francia, Portugal, Suecia, Dinamarca y Grecia expresan su “unánime apoyo a los paros iniciados por el sindicato de la empresa Ultraport en Puerto Angamos”, apelando a una “armonización de las condiciones laborales entre trabajadores eventuales y contratados”. 

En ese contexto, los trabajadores portuarios europeos afirmaron que “seguirán de cerca el desarrollo del conflicto”, comprometiéndose “a avanzar en sus muestras de solidaridad”.

SIN RESULTADOS

Mientras los trabajadores portuarios se organizan a nivel internacional, en el país culminó sin avances la mesa de trabajo convocada por el gobierno, para acercar posiciones entre las empresas y los trabajadores. 

Pasadas las 10 de la mañana, los voceros de los puertos movilizados llegaron hasta el Ministerio del Trabajo, donde conversaron con los representantes del sector privado, mediados por los ministros del Trabajo, Agricultura, Transportes y el subsecretario del Interior. A la cita no asistió Ultraport, operadora de Puerto Angamos, desde donde emergió uno de los focos del conflicto. Hasta ahora, la firma ha sostenido que la demanda de los trabajadores se debe zanjar en tribunales.

Tanto el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz, como el titular de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, han sostenido que antes de sentarse a conversar, los trabajadores deben deponer el paro ilegal.

Alberto Bórquez, gerente general de San Antonio Terminal Internacional y quien asumió la vocería de los puertos que participaron de la reunión, aseguró que si bien están dispuestos a dialogar, “sin excluir ni vetar tema alguno”, quisieran hacerlo una vez que “el paro ilegal sea depuesto”. No obstante, se mantuvieron en la mesa. 

Frente a esto, el presidente de la Unión Portuaria de Chile, Sergio Vargas, se declaró “desilusionado”. “Ustedes vieron la declaración pública que acaban de levantar los empresarios. Eso no es voluntad”, criticó.

En la tarde, uno de los temas que amenazó con quebrar la mesa fue el pago retroactivo hasta 2005 de media hora de colación, por $ 3.600. Las discrepancias sobre quién debe responder a esa solicitud se mantuvieron entre el gobierno y las empresas, lo que abrió un flanco de tensión.

“La discusión no es del gobierno. Es entre los trabajadores con los empresarios, y a eso hemos venido”, señalaba en la mañana el ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz. 

En paralelo, los trabajadores afirmaron que el gobierno ofreció instalar hoy otra mesa de trabajo, para abordar la problemática en Puerto Angamos, donde un grupo de trabajadores pide que los eventuales sean incluidos en los beneficios de la negociación colectiva. También se pide la creación de un reglamento de trabajadores portuarios.