Pemex quiere seguir dando guerra. La compañía mexicana ha vuelto a retrasar la adjudicación de la construcción de dos buques hotel que iba a encargar a mediados de este mes a dos navieras gallegas, tal y como se acordó con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al calor de la operación a tres bandas entre México, España y Argentina por el conflicto entre Repsol e YPF.
Según indican fuentes conocedoras de las negociaciones, la demora de Pemex se debe a la ausencia de cambios en la alta dirección de Repsol, algo que la mexicana viene reclamando desde hace más de un año. Pemex fue el único accionista miembro del consejo de administración de la petrolera española que no respaldó la gestión de Antonio Brufau en la reunión del pasado 26 de noviembre, que aprobó el principio de acuerdo sobre la compensación pactada por el Ministerio de Industria con Argentina sobre la expropiación de YPF.
La adjudicación se iba a anunciar el pasado 30 de diciembre, pero, sin mediar explicación oficial alguna, se canceló la comunicación. El retraso, el quinto desde que en septiembre de 2012 Feijóo proclamó el acuerdo con la mexicana meses antes de las elecciones generales, decepcionó a los dos astilleros, que esperaban como regaló de Año Nuevo la carga de trabajo, esto es, a Hijos de J. Barreras y a Navantia. Ambos, en situación de paro técnico, aspiraban a construir los llamados floteles, buques construidos para alojar a trabajadores de plataformas petrolíferas.
En el caso de Barreras, se daba por hecho que recibiría el encargo, una vez que Pemex se hizo con el 51% de su capital el 26 de noviembre, horas después de que el consejo de Repsol valorase de forma positiva el principio de acuerdo con Argentina para compensarla por la confiscación de YPF. Pero como Brufau exigió desde el primer momento unas garantías para asegurarse el cobro de los bonos nacionales que recibiría a cambio de la incautación del 56% de la argentina, el pacto no ha terminado de cuajar.
El presidente de Repsol, Antonio Brufau. (EFE)Al contrario. Aunque la firma de la alianza a tres bandas se esperaba para el último consejo de 2014, las diferencias entre las partes han provocado que, hoy por hoy, Repsol no acepte la propuesta de Argentina y que, al mismo tiempo, Pemex no apruebe la licitación de los floteles, cuyo importe ronda los300 millones de euros. Para los argentinos, las reclamaciones de la española se consideran una afrenta al poner en duda el valor del papel comercial del estado presidido por Cristina Fernández de Kirchner.
¿Coincidencia?
La empresa pública mexicana ha puesto como nueva fecha de adjudicación el 28 de enero, justo un día antes de la celebración del próximo consejo de administración de Repsol. Pemex confía en que a esa cita se llegue ya con el acuerdo con Argentina, ya que la petrolera norteamericana tiene interés en participar en el yacimiento de Vaca Muerta y en utilizar a Repsol para los planes que el Gobierno de Peña Nieto tiene para el sector energético latinoamericano.
Sin embargo, otras fuentes sostienen que lo que realmente quiere Pemex escontrolar Repsol para mandar en su gestión. Y, aunque todas las partes aseguran oficialmente que no hay relación entre una operación y la otra, fuentes cercanas a las conversaciones creen que la mexicana está empleando el contrato con las navieras para chantajear al Gobierno español, que se ha mostrado permeable a las peticiones del país latinoamericano.
No es la primera vez que Pemex intenta desbancar a Brufau. En noviembre tenía previsto solicitar una junta extraordinaria de accionistas para someter a votación la gestión del presidente ejecutivo, complot que fue abortado tras conocerse los detalles de una reunión celebrada en Houston (Estados Unidos) para tal efecto. Un plan que, según distintas fuentes, puede volver a tener crédito si los cambios no se producen de forma pactada.
Pemex (Petróleos Mexicanos) es el supuesto socio, además de Chevron, que ha conseguido Miguel Galuccio para YPF en el campo de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta. Pero Pemex, que ha comenzado una profunda reforma, parece que no cuenta con tecnologia apropiada ni para el 'shale gas' ni para el 'shale oil', y en México necesita de un socio que le suministre la tecnología apropiada...
México cuenta con reservas potenciales cercanas a 60.000 millones de barriles de crudo equivalente en yacimientos no convencionales de 'shale oil' y 'shale gas', para lo cual requiere una inversión cercana a los US$227.000 millones, según estimaciones del Imco.
Expresó la agencia calificadora Moody's, en un reporte a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), acerca del nuevo escenario jurídico para la empresa estatal Pemex: "La reforma permitirá la participación directa de la industria en las actividades de exploración y producción mediante una forma de reparto de utilidades o producción, muy probablemente en áreas no desarrolladas en donde Pemex carece de experiencia tecnológica, como es el caso con onshore shale (mar adentro) y aguas profundas en el Golfo de México".
Muy interesante el comentario porque en la Argentina, Pemex fue presentada como un socio posible para YPF en el campo Vaca Muerta, de recursos hidrocaburíferos no convencionales.
Es más: Pemex intentó presionar a Repsol, en la que tiene una participación accionaria, para que ingresara, a cualquier precio, a Vaca Muerta.
La reforma constitucional en materia energética que inició México en dias recientes, permitirá que Petróleos Mexicanos (Pemex) elija los pozos en los que quiere mantener sus actividades de producción y exploración, pero los analistas dudan de la capacidad que tendrá la empresa para retener sus descubrimientos en aguas profundas y shale gas, donde parece no tener la tecnología ni experiencia suficiente para aprovecharlos al máximo, de acuerdo a un reporte de CNN Expansió, desde Ciudad de Mexico, DF.
Los cambios constitucionales obligan a Pemex a presentar una propuesta que deberá evaluar la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) antes del 28/02, para determinar qué proyectos pretende retener y cuáles migrar para su asignación.
"Si la comisión se pone estricta no veo cómo Pemex podría convencerla de que puede continuar con sus pozos exploratorios en aguas profundas", dijo el especialista del sector de la consultora Marcos y Asociados, Luis Miguel Labardini.
Pemex ha registrado pozos exitosos en la zona del Cinturón de Plegado de Perdido, en el Golfo de México, dentro del área de aguas profundas, donde se estiman existen cerca de 55,000 millones de barriles de crudo equivalente.
Las reservas estimadas en aguas profundas, superan en 28% a las reservas 3P (Probadas, Probables y Posibles) contabilizadas por Pemex en 43,000 millones de barriles y se requieren cerca de 299,000 millones de dólares anuales para poder extraerlos, según estimaciones del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
Pemex cuenta con un presupuesto cercano a US$ 28,000 millones en producción y exploración para 2014.
La reforma energética permitirá la entrada de la inversión privada a través de tres modelos contractuales, dos de los cuales pueden permitir que Pemex se asocie con privados para explotar campos, aunque los cambios constitucionales no han dejado claro cómo se dará este proceso, señaló la especialista de la consultora IHS-CERA, Alejandra León.
"Ahí no queda claro y habrá que esperar a ver cómo queda la regulación secundaria para ver cómo puede Pemex usar estas modalidades como producción o ganancias compartidas".
La analista de IHS-CERA explicó que Pemex deberá definir si mantiene sus proyectos de exploración en pozos de 'shale gas' sobre todo en la zona norte, donde no tiene una estrategia definida.
México cuenta con reservas potenciales cercanas a 60.000 millones de barriles de crudo equivalente en yacimientos no convencionales de 'shale oil' y 'shale gas', para lo cual requiere una inversión cercana a los US$227.000 millones, según estimaciones del Imco.
A la fecha, la paraestatal apenas ha realizado 6 perforaciones de 'shale gas' y sólo tuvo éxito en 2.