Después de 2171 días de manipulación de las estadísticas públicas, hoy se conocerá el último índice de precios al consumidor (IPC) metropolitano del cuestionado Indec, para dar paso a una nueva medición nacional. Si bien el compromiso del Gobierno ante el Fondo Monetario Internacional consistió en elaborar un dato más cercano a la realidad, encuestadores que participan de la toma de datos dicen que mantiene los mismos defectos del anterior.
Frente a la percepción de la mayoría de los analistas de que el nuevo índice podría ubicarse a mitad de camino entre el cuestionado y el de las consultoras y las provincias, un técnico que participa de la medición de campo se mostró mucho más pesimista. "Están haciendo todo en forma improvisada y a las apuradas, para llegar a fin de mes con un número cerrado", dijo a LA NACION el profesional. Lo hizo en forma anónima, por temor a una represalia por parte de las autoridades del Indec.
"Es incomprensible la forma en que estamos midiendo: nadie chequea si los datos cargados son los que corresponden a los que están en los comercios", agregó el encuestador.
Mientras que el IPC Congreso, que resume la información de las consultoras privadas, terminó con una suba de 28% en 2013, el del Indec es de 9,4% hasta noviembre y no superaría el 11% cuando se le agregue diciembre.
De este modo, confirmó la hipótesis de las universidades públicas, que, en su categórico informe sobre el Indec -solicitado por la presidenta Cristina Kirchner a través de un decreto-, indicaron que el problema del IPC no era metodológico, sino de falseamiento de los datos.
Este encuestador es uno de los que trabajan para cargar el nuevo "IPCnu", pero aclaró que, al mismo tiempo, aún se continúan realizando las mediciones del IPC GBA que fue subestimado en forma sistemática desde el 5 de febrero de 2007.
"Se están haciendo las dos mediciones en forma simultánea, aunque se supone que a fin de mes el viejo IPC quedará adentro del otro", aclaró. Entre otros cuestionamientos, señaló que "hay productos que deberían ser abiertos (no se toma una marca específica, sino un tipo de producto) y otros cerrados (sí se toma un producto específico), pero no hay instrucciones sobre cómo medirlos".
El encuestador explicó que "el producto abierto le da menos margen al Gobierno para manejar los acuerdo de precios".
En algunos rubros, como el de la medicina, "siguen sin registrarse los importantes aumentos producidos en los medicamentos en las últimas semanas en las farmacias".
Desde hace siete años, la decisión del Gobierno es tomar los precios acordados con los empresarios, aunque no tengan correlato con la realidad; más aún, el ministro Axel Kicillof ratificó la semana pasada que, en el rubro de los alimentos, ocurrirá lo mismo con el acuerdo de precios en el nuevo IPC.
En cambio, otro encuestador destacó que "hubo una importante actualización en el rubro de los electrodomésticos".
Pero más allá de estos detalles, explicó que "todo el operativo de campo se está haciendo a los ponchazos y sin capacitación, que sólo recibieron los afiliados a UPCN". Además, los afiliados a este gremio -que avalaron en forma explícita la manipulación y fueron beneficiados con numerosos nombramientos- recibieron a fines del año pasado un plus de 3000 pesos como "bonus" por buena conducta por parte de los jefes del Indec, Ana Edwin y Norberto Itzcovich. Justamente son los funcionarios cercanos a la conducción quienes ya comenzaron a procesar los resultados de este "nuevo" índice que se dará a conocer el 13 de febrero próximo. Tanto hoy como ese día, los empleados afiliados a ATE, que se enfrentaron a la intervención y denunciaron la manipulación, realizarán a las 13 un "abrazo" simbólico al edificio de la avenida Julio A. Roca 615.
Al respecto, el jefe de ATE-Indec, Raúl Llaneza, dijo a LA NACION que "los abrazos se van a mantener hasta que no se vaya la intervención y la patota que acompañó a Guillermo Moreno", el ex secretario de Comercio Interior que actuó como virtual jefe del Indec desde 2007 y cuyos funcionarios de confianza no fueron desplazados aún por Kicillof. "Tiene que haber señales concretas de transparencia de las estadísticas para recuperar la credibilidad de un organismo que supo ser modelo en la región", expresó.
REPERCUSIONES NEGATIVAS
El economista radical Adrián Ramos, profesor de la UBA que integró el comité asesor del Indec, dijo que "la decisión improvisada y miope, que buscaba ya sea corregir lo que ellos consideraban como estimaciones exageradas, cuyo efecto sería favorecer a los acreedores de instrumentos financieros indexados, o su utilización como un recurso antiinflacionario ante un alza creciente de los precios, no sólo fue inconducente sino que tuvo ciertamente repercusiones negativas". Entre otras consecuencias, explicó, "se dejó a la economía sin denominador para los contratos en pesos", lo que llevó a una redolarización, luego de la pesificación compulsiva de 2002.
Ramos advirtió que la falta de credibilidad "no ha cambiado, como tampoco el deterioro institucional del organismo, aun cuando estemos a pocos días de presenciar la aparición de un nuevo IPC".
Miguel Kiguel, jefe de la consultora Econviews, dijo que "el principal costo de esta actitud fue el cierre de los mercados para el país, que hasta principios de 2007 tenía el mismo nivel de riesgo país que Brasil".
Actualmente, el riesgo argentino es de 911 puntos y el de Brasil, de 248. Es que para los acreedores, internos y externos, "se trató de una nueva quita a sus bonos", tras la cesación de pago de fines de 2001, agregó el secretario de Finanzas. Además, afirmó: "Ningún país democrático hace esto con las estadísticas".
En tanto, el ex director del Indec Victor Becker dijo que "es difícil que se corrija el IPC; se seguirá manipulando, porque si no el Gobierno debería reconocer lo que hizo durante siete años, sobre todo, porque no hay plan antiinflacionario en el que converjan los precios". Y si quisieran hacerlo -agregó- "no será fácil, ya que lograron popularizar la frase: más mentiroso que el Indec".
INFLACIÓN CONGRESO: 28,3% EN 2013
Sólo el mes pasado, de acuerdo con las estimaciones de las consultoras que forman parte del IPC Congreso, los precios en la Capital Federal y el conurbano bonaerense aumentaron 3,38 por ciento. Se trató, según advirtieron los diputados de la oposición que presentaron ayer los resultados, de la mayor tasa para un mes de diciembre en los últimos 22 años.
La inflación para el año completo llegó a 28,38%, casi tres veces más que el resultado que dará a conocer hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y que rondará el 11 por ciento. Al respecto, ayer ATE Indec difundió los valores, a noviembre, que el organismo oficial utiliza para medir la inflación y que incluyen precios muy inferiores a los pactados en el programa Precios Cuidados (por ejemplo, un kilo de pan francés a $ 4,44 o uno de harina a 1,90 pesos).
El IPC Congreso fue presentado por los diputados de Pro Federico Pinedo, Patricia Bullrich, Federico Sturzenegger, Cornelia Schmidt Liermann y Eduardo Cáceres, el peronista disidente Carlos Brown y las radicales Patricia Giménez y Patricia De Ferrari.
Sturzenegger criticó el nuevo control de precios establecido por el Gobierno. Según él, esas medidas "nunca funcionaron" y el actual congelamiento, lejos de cumplir su objetivo, "sirvió para acelerar la inflación".
De hecho, como informó LA NACION en las últimas semanas, luego de que el Gobierno anunció, a principios de diciembre, que iba a instaurar un nuevo congelamiento, en los supermercados, adelantándose a la entrada en vigor de la medida, se remarcaron muchos precios para tener un "colchón" mientras ésta esté vigente.
La inflación anual de 28,38% que, según las consultoras, registró la Argentina en 2013 ubica al país muy por encima de las demás naciones de la región, con la excepción de Venezuela, donde la inflación anual llegó al 56 por ciento. De hecho, la suba de precios de 3,38% que la Argentina mostró sólo en diciembre fue mayor a la que países cercanos como Chile, Perú, Colombia y Ecuador acumularon en el año completo.