Las firmas que trabajaban en el yacimiento que hoy está en stand by se dedican a mantener los equipos operativos y sin daños. En Argentina, buscan la pronta reanudación de la faena.
No solo Barrick se ha visto afectada con la paralización que, primero por incumplimiento de la normativa ambiental y luego por decisión propia, los llevó a paralizar las faenas del primer proyecto minero binacional: Pascua Lama.
Otros de los afectados directos son proveedores de la faena -que en 2012 llegaron a ser más de 200-, que se llevarían gran parte de los más de US$ 8 mil millones que estaría costando el proyecto, monto que por ahora tendrán que esperar. Pero también están complicados porque, para cumplir en óptimas condiciones con los requerimientos de Barrick, muchos debieron realizar inversiones que hoy los dejan con una capacidad ociosa con la que hasta hace un año no contaban.
“Y esto habría sido bueno dos años atrás, cuando todas las mineras estaban invirtiendo y el precio de los commodities estaba alto, pero hoy es solo costo”, dice el ejecutivo de una de las proveedoras medianas de Pascua Lama.
En todo caso, señalan los proveedores, para las empresas grandes (sector al que pertenece la mayoría de las proveedoras del yacimiento) el daño de este cierre ha sido enorme, pero como la paralización formal era esperada, el control de daños ya se había comenzado a planificar.
Es lo que explica el saliente presidente de la Asociación de los Grandes Proveedores de la Minería (Aprimin), Pascual Veiga, quien dice que los proveedores que estaban en Pascua Lama eran muchos, y que todos se vieron afectados, en mayor o menor medida, por el cierre, pero que no les queda más que esperar.
Los proveedores afectados señalan que Barrick les avisó por canales formales el término de los contratos semanas antes de que se confirmara el cierre, liquidando los costos de estos términos, por lo que, al menos por ese lado, no hay margen.
Además, muchos proveedores terminaban contratos o proyectos a finales de 2013, de modo que, en sus casos, lo que hizo la compañía fue no renovar o no suscribir nuevos contratos.
Dante Arrigoni, director comercial de Empresas Arrigoni, cuenta que, en su caso, los contratos con Pascua Lama terminaron cerca del cierre, y que aquellos “que estaban en etapa de análisis y evaluación quedaron suspendidos”.
Dos años de cierre
Raúl Santander, encargado del proyecto para Finning Sudamérica, señala que para ellos el cierre implicó la reubicación de 45 miembros del grupo especializado de armaduría, personal especializado que la empresa no puede dejar ir, por su alta cualificación.
Han sido varias las compañías que han recibido solicitudes de servicios especiales de Barrick, con el fin de mantener los equipos que tienen en la mina preparados para el invierno, dos o tres veces al año. Pero ¿por cuánto tiempo?
“Lo que nos ha dado a entender la empresa, de manera verbal, es que la faena va a estar paralizada hasta fines 2016″, dice Santander.
La fecha, en la que coinciden también otros proveedores de la minera, ha sido transmitida directamente en la faena, aunque la minera canadiense Barrick oficialmente indica que no hay plazos en esta suspensión, que apunta, dicen, a generar ahorros anuales por hasta US$ 1.000 millones.