$870 es el resarcimiento que fijó el Gobierno para los que hayan estado más de 48 horas sin servicio. El dinero lo devolverán en la factura. Asociaciones de consumidores reclaman que el monto sea mayor.
Estuvieron –y en algunos casos siguen– sin luz, sin agua y pasaron mil penurias. Ahora, como máximo recibirán $ 870 de resarcimiento. Ese es el monto que el gobierno nacional oficializó ayer en el Boletín Oficial para las indemnizaciones que Edesur y Edenor deberán abonar a sus clientes por los cortes de luz, que en algunos casos ya llevan más de tres semanas en la Capital y el conurbano. Edelap, bajo jurisdicción provincial, por ahora no recibió sanciones.
Los damnificados se quejan (ver Los vecinos...) y para las asociaciones de consumidores la reparación –que se deducirá de la factura– es escasa y reclaman montos mayores. Y aclaran que la multa no quita que los usuarios puedan reclamar administrativamente ante Edesur y Edenor por daños y perjuicios.
Fernando Blanco Muiño, de la Unión de Consumidores de Argentina, afirma que “debería considerarse un piso desde el cual cada usuario pueda ampliar el monto en función de lo daños sufridos, ya sea por pérdida de mercadería, hospedaje alternativo y movilidad, por complicaciones para pacientes electrodependientes”.
Héctor Polino, de Consumidores Libres, adelantó que hoy hará una presentación ante el ENRE para reclamar que las compañías paguen los $ 870 más $ 200 extra por cada día que los usuarios hayan estado sin servicio. También pedirá que el usuario tenga la opción de elegir entre el pago en efectivo o el descuento en la factura, tal como se estableció tras los cortes del 26 al 31 de diciembre de 2010.
A la vez las entidades advierten que “existe el riesgo de que las distribuidoras no paguen porque tras la última resolución de este tipo, por los cortes del 29 de octubre al 14 de noviembre de 2012, las compañías no lo hicieron”.
Esta vez, los usuarios que hayan sufrido cortes de entre 12 y 24 horas recibirán una devolución de $ 490 en un solo pago. Y los que hayan estado sin servicio entre 24 y 48 horas cobrarán $ 760. El tope de $ 870 es para los que hayan permanecido más de 48 horas sin servicio, pero el problema es que hay muchos vecinos que en total llevan más de 360 horas sin electricidad. Según explica en la resolución 1/2014 del Ente Nacional de Regulación de la Electricidad (ENRE), los descuentos serán aplicados en la próxima factura y si el monto excede el total, se deberá aclarar ahí mismo cuánto es el remanente.
La resolución del ENRE sólo se refiere a los usuarios residenciales clasificados en la tarifa T1R. No incluye los locales comerciales, industriales ni inmuebles de concurrencia masiva de personas, que deberán realizar los reclamos por daños y perjuicios ante las compañías (ver Paso a Paso...).
También establece que los usuarios “reincidentes” –que fueron afectados por los últimos cortes y también a fines de 2010 y/o 2012– deberán cobrar el doble del monto que le corresponde.
¿Por qué existe riesgo de que las empresas no paguen? Polino explicó que por los cortes de fines de 2010 sólo pagaron Edesur y Edelap. “Edenor –recuerda– recurrió a la Justicia, perdió en primera instancia, apeló y el juicio sigue en trámite. En 2012, Edesur no pagó porque presentó un reclamo ante la Secretaría de Energía que aún no contestó; Edenor volvió a recurrir a la Justicia y Edelap no fue alcanzada porque pasó a la órbita de la Provincia de Buenos Aires”.
¿Qué harán ahora las empresas? “Edesur está analizando los términos de la resolución fijando los resarcimientos y las acciones a adoptar para preservar su actividad en la prestación del servicio”, fue la fórmula que encontró esta compañía al ser consultada por Clarín, y dejó abierta la incógnita. Edenor, en tanto, no respondió.
Sin reconocer la directa responsabilidad que tiene por la falta de servicio que afecta a miles de hogares, el Gobierno volvió a poner a Edesur y Edenor en la mira al quitarles el manejo de las obras de emergencia que venían ejecutando desde fines de 2012 con los recursos del FOCEDE, el fideicomiso que se alimenta con el cargo tarifario que pagan todos los usuarios metropolitanos.
Con el argumento de que actuaron con “incapacidad y negligencia”, el ministro de Planificación, Julio De Vido, desplazó a las distribuidoras de la “administración y ejecución” de las obras de expansión y mantenimiento que tenían a su cargo con los fondos específicos.
A partir de ahora, el encargado de definir los trabajos y habilitar los pagos será el subsecretario de Coordinación y Control de Gestión, Roberto Baratta, quien ya acordó con intendentes oficialistas y contratistas el primer paquete de obras para reponer las instalaciones y los cables dañados en los últimos días.
Por medio de la resolución 3 publicada ayer en el Boletín Oficial, la cartera de Planificación advirtió que “existe un saldo de $ 54 millones en Edesur y de $ 161 millones en Edenor que requiere de una inmediata ejecución de las obras comprometidas y aún no ejecutadas”.
“De no haber sido por la actitud negligente de las concesionarias, dichos fondos deberían haber sido aplicados a obras que hubieran atenuado, al menos parcialmente la situación que hoy padecen los usuarios”, destacó la norma firmada por De Vido.
Más allá de que las autoridades buscan echarles toda la culpa de los cortes a las distribuidoras, la resolución de ayer deja muy mal parados a los funcionarios del área energética que dependen de De Vido y a varios colaboradores directos del ministro de Economía, Axel Kicillof.
Si realmente fueron “incapaces y negligentes” los directivos de las eléctricas, también lo han sido el actual vicepresidente del ENRE, Luis Barletta, que es desde hace más de un año interventor en Edesur, y los cinco representantes de la ANSES (Emmanuel Alvarez, Marcela Scavini, Eduardo Endeiza, Eduardo Seppi y Victoria Von-Storch) que integran el directorio de Edenor y que responden a las ordenes de Kicillof.
Tuvieron que tirar comida y medicamentos. Pasaron las fiestas a oscuras. Hicieron piquetes en las calles. Pidieron ayuda a familiares y vecinos para poder tomar agua fresca o ducharse. Y hasta debieron llamar al SAME para asistir a personas mayores y pacientes enfermos. Los vecinos están indignados: para todos los que vivieron varios días sin luz, la cifra del resarcimiento con 870 pesos como tope les parece absurda.
Raúl Acosta tiene 58 años, vive en un piso 10 y su corazón ya resistió tres bypass. El 31 de diciembre le cortaron la luz en su edificio de Rivadavia 1342 y no puede subir las escaleras. O sea, desde hace siete días no vuelve a su casa. Perdió $1.500 en medicamentos de heladera y las noches las pasa en una cama que le prestan en el garage que está justo en frente, o sentado en el pasillo de la Galería Gran Avenida, ubicada justo abajo del edificio. “¿Quién me devuelve todo lo que estoy sufriendo? ¿Saben lo que significa no poder volver a tu casa por una semana? 800 pesos es absurdo, una vergüenza”, dice Raúl, indignado.
El hombre también contó que tiene que gastar plata para comer en la calle y que tuvo que tirar todo lo que tenía en la heladera: “No es lógico y no es justo que nos quieran resarcir de esa manera. Yo perdí mucho más de lo que nos quieren devolver”.
En la calle Santa Elena e Iriarte, en Barracas, los vecinos cortaron ayer la calle porque no soportan más los siete días que llevan sin luz. Prendieron fuego gomas y tachos de basura y exigieron que alguna cuadrilla de Edesur les solucione el problema: “Es una broma de mal gusto lo del descuento que nos quieren hacer en las próximas facturas de luz. A la gente le cambian la vida por una semana y lo pretenden arreglar así. No tiene sentido”, se quejó Gabriela Sequeira junto a su pareja Esteban Fiora. Juntos tienen una hija de 4 años: “Me da bronca tener que separarme de mi hija para que pase la noche fuera de su casa, aunque sea con su abuela”, dice la mamá, que además enumera los gastos que tuvo en estos días: “Toda la comida que tiramos y que teníamos preparada para festejar Año Nuevo, almuerzos y cenas en restaurantes, medicamentos, ropa que mandamos a lavar”.
Una tema aparte son los comerciantes. En la misma galería en la que ahora “se hospeda” Raúl Acosta, existen varios negocios sumergidos en una boca de lobo. Ayer, Alfredo Findanno atendía su peluquería con una luz de emergencia, y un local de venta de artículos de limpieza estaba sólo iluminado por la linterna de Omar Roldán, que atiende allí desde hace 40 años. Mientras tanto, el kiosko de Natalia y otra de las peluquerías de la Galería, la de Amadeo, no abrieron sus puertas.
“Tenemos que pagar un alquiler por el local y que por día que no abrimos perdemos 1.000 pesos”, protestaban los comerciantes. “Yo sólo en helados tengo una pérdida de 5 mil pesos”, contó Natalia, del kiosko.
Ayer los piquetes se multiplicaron otra vez. Al caer la noche hubo uno sobre la autopista Perito Moreno, a la altura de la bajada de Vélez, Y antes, en Corrientes y Aráoz, Eva Perón y Mariano Acosta, Salta y Humberto Primo, Acoyte y Aranguren, Gaona y Artigas, César Díaz y Nazca, Segurola y Avellaneda, y Juan B. Justo y Nazca.
El Gobierno nacional decidió ayer quitarles a Edenor y Edesur el manejo del "Fondo para obras de consolidación y expansión de la distribución eléctrica", debido a la "negligencia" de esas empresas para administrarlo y la necesidad de otorgarle "máxima efectividad a la aplicación" de ese dinero, que supera los 215 millones de pesos.
Mientras, continúan los cortes de energía en decenas de barrios de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, como en Almagro, Villa Crespo, Flores y Liniers, donde hay zonas que carecen de luz desde hace tres semanas.
El Ministerio de Planificación Federal, a través de una resolución publicada ayer en el Boletín Oficial, dispuso que las inversiones a realizar con los fondos provenientes del "Fondo para obras de consolidación y expansión de distribución eléctrica (FOCEDE), creado por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) el 23 de noviembre de 2012, serán decididas por la Subsecretaría de Coordinación y Control de Gestión de este Ministerio", según el texto oficial. Esa Subsecretaría, además, será la encargada de "impartir las instrucciones que sean necesarias al Comité de Ejecución del Fideicomiso y a las empresas distribuidoras Edenor y Edesur, para la realización y ejecución de las obras e inversiones provenientes del FOCEDE", de acuerdo con la resolución publicada ayer con la firma del ministro Julio De Vido.
Planificación Federal recordó que el ENRE "autorizó a las distribuidoras de energía eléctrica a percibir un monto fijo de sus usuarios -a través de la factura-, con destino exclusivo a inversiones para la ejecución de obras de infraestructura y el mantenimiento correctivo de sus instalaciones, por medio de la constitución de un fideicomiso".
Recordó que "a tal efecto se estableció una cuenta especial por cada distribuidora, en la cual se depositan los importes percibidos por las mismas, denominado FOCEDE, que cuenta con un saldo remanente que requiere de una inmediata ejecución para el desarrollo de las obras comprometidas por las distribuidoras y aún no ejecutadas", puntualizó el ministerio. Y precisó que ese remanente alcanza actualmente a 54,3 millones de pesos para Edesur y a 161 millones para Edenor.
La resolución advirtió que esos fondos, "de no haber sido por la actitud negligente de las concesionarias, deberían haber sido aplicados a obras que hubieran atenuado, al menos parcialmente, la situación, de público y notorio conocimiento, que hoy padecen los usuarios". "Para ello, y a efectos de dotar de la máxima efectividad en la aplicación de los fondos y en la ejecución de las obras, resulta necesario que las inversiones a realizar sean decididas por este Ministerio de Planificación Federal", enfatizó la decisión oficial.
Un amplio rechazo provocó entre los vecinos del área metropolitana afectados por los cortes de luz el esquema de bonificaciones previsto por el gobierno nacional. Ayer quedaron oficializados en el Boletín Oficial los montos de los resarcimientos que deberán pagar Edesur y Edenor, en la próxima factura, a los usuarios residenciales que sufrieron falta de electricidad por 12 o más horas. Los valores van desde los $ 490 a los $ 870, según la resolución 1/2014 del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE).
El año 2013 finalizó de la peor manera para Luis Alberto Carrizo, de 57 años. A las 7 del 31 de diciembre, el servicio de energía se interrumpió y, desde entonces, vive a oscuras. Ayer, el hombre fue uno de los vecinos de Barracas que cortó la intersección de Iriarte y Santa Elena para reclamar.
"¿Cuánto me van a dar, 870 pesos? ¿Y cuándo me van a pagar la comida que todos los días debo comprar, el hielo y la bebida fría?", preguntó, sorprendido, al enterarse de la bonificación estipulado.
"¿Y el resarcimiento psicológico, quién lo paga?", se quejó María Mastruzzo, otra vecina del barrio que, desde Navidad, sufre cortes de luz intermitentes. Aunque sólo duran 10 horas, no les permiten tener nada en la heladera porque se pudriría. "Así vivimos comprando lo del día. La situación es indigna. ¡Ni te cuento cuánto llevo gastado!", agregó.
Según lo dispuesto, Edesur y Edenor tendrán que abonar un resarcimiento de $ 490 a quienes hayan sido damnificados por interrupciones entre 12 y 24 horas corridas. La penalización para cortes de entre 24 y 48 horas será de $ 760, mientras que para los que superaron los dos días ascenderá a 870 pesos.
En Flores, el piquete sobre la avenida Gaona al 3100 permanecía desde anteanoche. Con un palo, Hugo Moltani golpeaba los cestos de basura con furia. No era para menos. La falta de energía eléctrica en su rotisería y en su hogar, que datan desde el 30 de diciembre, le provocó incontables pérdidas en mercadería. "Yo no quiero el dinero de la compensación. Es más, lo dono para caridad. ¡Yo sólo quiero la luz para trabajar y vivir con normalidad!", repitió varias veces Moltani.
El resarcimiento, según la disposición del ENRE, deberá ser acreditado en "la próxima factura a emitirse a partir del plazo de 20 días hábiles administrativos".
Para Marcelo, vecino de Mataderos, no hay compensación que sirva. "Me perdí nueve días de mi vida sin mi mujer y mi bebé de poco más de seis meses [se tuvieron que mudar a las casa de unos familiares]. Lo que gasté de teléfono, la mala sangre y el tiempo que perdí tampoco tienen precio", dijo a LA NACION.
En similar sentido se expresó María Cappuccio, de 84 años, vecina de Balvanera. Tras padecer 11 días corridos de corte de luz, durante los que no pudo moverse de su departamento porque no podía utilizar el ascensor, dijo: "No hay dinero que pueda compensar la desesperación por no tener algo fresco, porque nos guarden los medicamentos en lugares apropiados [es diabética]".