El responsable del proyecto en el vecino país aseguró que mudarán las oficinas para estar más cerca de la comunidad y hasta piensan en hacer un barrio para los empleados del emprendimiento.
Después del freno impuesto por las autoridades chilenas a la construcción de la mina binacional Pascua Lama (parte de la mina tendrá asiento en San Juan), la empresa Barrick ha comenzado todo un proceso para lograr que les autoricen la continuidad de las obras.
Según publico el diario Pulso, especializado en temas de economía la empresa está trabajando en dos frentes. Por un lado busca solucionar los problemas ambientales con la remediación y el cumplimiento de las normas que les han solicitado las autoridades del vecino país.
Por otro lado, se encarará fuertemente el tema de la integración de la empresa de capitales canadienses en la comunidad. En ese marco el vicepresidente del proyecto adelantó en Chile que cuando reinicien los trabajos buscarán una mayor integración con la comunidad ya que trasladarán sus oficinas y hasta piensan en construir un barrio para que vivan allí todos los empleados de la empresa, no sólo los trabajadores de la mina, sino también los ejecutivos de la firma.
El vicepresidente del proyecto en Chile, Eduardo Flores, adelantó expuso ante la comisión investigadora que analiza el desarrollo de la mina y sus implicancias sociales y ambientales. En esa instancia, Flores hizo un mea culpa por la forma en que se ha venido desarrollando la obra, tanto en materia ambiental como social.
Para resolver esta situación, el vicepresidente adelantó la concreción de algunos cambios en el trabajo de Barrick a nivel chileno, como, por ejemplo, el traslado de las oficinas corporativas a Vallenar, la ciudad más cercana a la operación minera, de manera de convertirse en un vecino más e interactuar con sus habitantes, mejorando el modelo de relacionarse con la ciudadanía tal como se venía haciendo hasta ahora y que era mucho más aislado del entorno.
“Este proyecto es insostenible que lo construyamos y lo sigamos desarrollando en la forma en que lo veníamos haciendo desde el punto de vista social. Desde mi llegada ha habido algunos cambios importantes, por ejemplo, hoy no tenemos oficinas en la zona, ahora vamos a mover todas las instalaciones a Vallenar”, dijo Flores ante los diputados integrantes de la comisión investigadora.
Además, adelantó el desarrollo de un programa de vivienda en la zona para trabajadores de la firma. “Vamos a desarrollar un plan habitacional para que nuestros trabajadores se vayan a vivir allá, incluidos los ejecutivos de la compañía”, agregó el representante de la firma minera.
El vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo, Sergio Uñac, habló sobre la posibilidad de que él junto a autoridades nacionales puedan reunirse con funcionarios chilenos con el objetivo de destrabar la construcción del proyecto Pascua Lama.
“La posibilidad de que en Pascua se pueda volver a trabajar fortalece la construcción del proyecto en el lado nuestro, el lado argentino. Nosotros vamos a volver a insistir las veces que sea necesario para lograr una reunión”, expresó el vicegobernador.
Asimismo, explicó que, en principio, busca la compañía del jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Jorge Capitanich, quien por problemas en su agenda de actividades aún no ha podido confirmar una fecha para el encuentro con funcionarios trasandinos, aunque esperan pueda concretarse las próximas semanas.
La promesa de Capitanich de acompañar a Uñac y a parte del gabinete para viajar a Chile y mantener un encuentro con los nuevos funcionarios de la recién electa Michelle Bachelet surgió hace poco más de un mes en un encuentro que tuvieron Uñac y Capitanich en Buenos Aires.
Este último, avaló el acompañamiento nacional para interceder ante las autoridades chilenas para que en caso de que los problemas jurídicos que tiene la empresa Barrick en Chile se superen, la cuestión administrativa que sucede al levanatamiento de la restricción para continuar con la construcción sea más ágil.
Uno de los puntos centrales que se busca es que la mano de obra local sea reintegrada a sus labores habituales en los campamentos, ya que hasta el momento se han desafectado unos 8 mil obreros.