La empresa propone mantenerse entre los diez primeros productores mundiales de zinc y plomo, y aspira a estar entre los cinco primeros productores de plata.
De pequeña minera a grande en menos de dos décadas. Así podría resumirse la historia reciente de Volcan Compañía Minera, actualmente una de las diez mineras de mayor tamaño del Perú, pero que hasta 1997 y durante medio siglo fue una pequeña empresa, con solo dos minas y una planta concentradora, que producía 500.000 onzas de plata. La minera fue una de las empresas locales que decidieron apostar por comprar en el contexto de las privatizaciones de los noventa en el Perú, lo que sería el primer paso hacia una nueva era, que se abriría con la adquisición de Empresa Minera Mahr Túnel, propietaria de las minas San Cristóbal y Andaychagua, y dos minas concentradoras.
“La compañía recién coge impulso a partir de esta compra, que fue algo muy arriesgado porque era pequeña y las adquisiciones eran más grandes de lo que era Volcan inicialmente”, explica Jorge Murillo, gerente de planeamiento financiero y control de gestión de la compañía, controlada por la familia Letts y con el 20% de las acciones de propiedad de Glencore-Xstrata.
A esta compra le seguirían las de Empresa Minera Paragsha, dueña de Cerro de Pasco en 1999; Empresa Administradora Chungar, con 450 ha de concesiones; Empresa Explotadora de Vinchos dos años después, y Minera Santa Clara y Llacsacocha y Compañía Minera El Pilar y Compañía Minera San Sebastián, posteriormente, que le permitieron convertirse actualmente en la quinta productora mundial de zinc, la sétima en plata y la octava en plomo.
Volcan Compañía Minera afronta 2014 con dos nuevos proyectos mineros por entrar en operación, tras un 2012 con un descenso de sus ventas de US$51 millones, según su gerente de planeamiento financiero, debido al agotamiento de uno de sus tajos de Cerro de Pasco, que ha hecho que su producción se mantuviera prácticamente igual al año anterior.
Para 2013, del mismo modo, la compañía prevé un resultado similar en producción, pero anticipa un importante cambio el próximo año, fruto de las inversiones que ha realizado en los últimos años. Sucede que la compañía ultima un complejo metalúrgico en Cerro de Pasco y una nueva unidad minera: Alpa-Marca Río Pallanga, con los que incorporará de 7 millones a 8 millones de zonas de plata a su producción.
Cartera llena. El primer proyecto –explica Jorge Murillo– es una planta de tratamiento de óxidos de plata, que será la primera planta de lixiviación de este tipo del Perú y que producirá de 3 a 6 millones de onzas de este mineral anuales. Se trata de una instalación que entrará en operación el primer trimestre de 2014 y que permitirá a la minera sacar barras con 98% de mineral. El segundo, por otro lado, consiste en una planta concentradora, un tajo abierto y una mina subterránea que producirá cerca de 3,5 millones de onzas de plata al año y que como su planta de óxidos empezará a operar el próximo año.
Ambos suponen una inversión de alrededor de US$ 400 millones, y se han financiado con la emisión de bonos internacional que la compañía realizó en 2012 y que le permitió conseguir US$600 millones. En los últimos años, tal y como explica Iván Castro, gerente de proyectos de la consultora Falcon MP, Volcan ha invertido más de US$ 1.850 millones y estiman invertir alrededor de US$ 1.000 millones en los próximos años.
Además de Cerro de Pasco y Alpa-Marca Río Pallanga, la compañía tiene en cartera el proyecto Piritas de Plata, como el primero de ellos ubicado en Cerro de Pasco. Se trata de un proyecto de una nueva planta con el que busca producir de 5 millones a 6 millones onza de platas al año, pero en el que aún está por definir el método. “Queremos separar la plata del mineral de piritas, lo cual supone un reto metalúrgico, y es algo que no se ha hecho antes en el mundo. Otra posibilidad es ampliar nuestra planta de óxidos y lixiviar las piritas”, explica Jorge Murillo.
“Volcan está aprovechando al máximo los recursos naturales a través de la utilización de tecnologías, repotenciando sus ingresos”, dice Iván Castro.
Según su gerente de planeamiento financiero, la minera se encuentra muy interesada en proyectos de exploración, como Carcahuacayán y Palma, y busca mantenerse muy competitiva en los metales y minerales donde es más fuerte: zinc, plomo y plata. “Hay que seguir estando entre los diez productores a nivel mundial de zinc y plomo. En plata nuestros proyectos nos deben llevar probablemente por encima de los treinta millones de onzas, con los que llegaremos a ser el cuarto productor mundial para 2016”, dice Jorge Murillo.
Diversificación mineral. En sus planes, del mismo modo, figura diversificar su portafolio, exponiéndose más a cobre y oro. “Muchos de nuestros esfuerzos de exploración están apuntando a buscar proyectos importantes en cobre y oro”, explica Murillo. “Es una estrategia que le permite revisar los planes de extracción y producción considerando las situaciones de los precios de los minerales y orientar sus esfuerzos a aquellos con mejor panorama”, dice al respecto Karla Velásquez, socia líder de energía y recursos de Deloitte Perú.
El próximo reto de Volcan pasa por la creación de un nuevo pack de proyectos para los próximos seis años. “Tenemos varias alternativas, pero queremos aterrizarlas y ponerles fecha”, dice Jorge Murillo, de la minera, quien asegura que se plantean llevar a cabo nuevas adquisiciones. Para financiar estos nuevos proyectos, emisión de bonos, equity o llevar a cabo project finances, serían las opciones. Hoy las acciones de Volcan se negocian en la Bolsa de Valores de Lima y en los mercados de valores español y chileno.
Haber tenido una primera colocación en el mercado exitosa, según Julio Loc, de Apoyo y Asociados, le ayudaría a poder colocar un segundo tramo, aunque actualmente la coyuntura y la disposición del mercado para tomar riesgo en las mineras no necesariamente sea la misma. “Hay que tener en cuenta que cuando la compañía hizo su emisión tenía US$ 0 de deuda, y ahora la percepción de riesgo no es la misma”, dice el analista.
Establecer joint ventures, del mismo modo, podría ser otro camino a seguir. “Tenemos 350.000 ha de concesiones y no nos damos abasto para utilizarlas todas. Probablemente tengamos que hacer un joint venture”, dice Jorge Murillo. Esta asociación, según Jaime Quijandría, ex ministro de Energía y Minas (fallecido este lunes) y socio del estudio Laub & Quijandría, le sería muy útil en un contexto en el que los proyectos se están encareciendo y no es fácil levantar dinero, y le permitiría dividir su riesgo.
En su informe semestral sobre la clasificación de riesgo de las acciones de Volcan Compañía Minera, Apoyo y Asociados destaca como uno de los puntos fuertes de la minera su capacidad de decidir qué operaciones detener en etapas en las que los precios les hacen reducir los márgenes. Se trata de una habilidad que le ha permitido estos últimos años capear el peor ciclo de precios y que podría servirle de nuevo si los precios de los commodities descienden de nuevo.
El recorte de las exploraciones, junto con el trabajo con las empresas contratistas para ajustar el alcance de trabajos y tarifas, y la búsqueda de mayores eficiencias administrativas y operativas le permitirán a Volcan reducir sus costos hasta casi US$ 150 millones hasta final de año.