En el gobierno de Cristina Kirchner crece el desconcierto para revertir el malhumor social por los cortes masivos de luz en el área metropolitana desde hace dos semanas. Un sector del gabinete le pasó facturas por "falta de previsión" al ministro de Planificación, Julio De Vido, a quien le atribuyen fracasos en casi todas sus planificaciones: transportes, energía eléctrica, comunicaciones y combustibles.
Según pudo saber LA NACION, los más críticos en privado fueron esta semana el ministro de Economía, Axel Kicillof, el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y la agrupación La Cámpora, que depende de Máximo Kirchner, el activo hijo de la Presidenta.
De todas maneras, nadie insinuó la posibilidad de que De Vido renunciara por esta situación. Tampoco se sabe si la Presidenta lo despojará del manejo de la energía eléctrica como ocurrió con los trenes, los subtes, Aerolíneas Argentinas o YPF. Pero los pases de factura están a la orden del día.
Los allegados a Kicillof y Zannini suelen decir que "el mal está hecho".
Y la única receta real que tiene a mano De Vido para superar la crisis es esperar el éxodo de porteños y bonaerenses a la costa atlántica en las vacaciones. Ello descomprimiría la demanda de luz y la red de distribución de Edesur y Edenor podría recuperarse. Además, los veraneantes olvidarían sus penurias.
La otra expectativa es esperar que el martes o miércoles próximos llueva y baje la temperatura, también para reducir el uso de energía eléctrica. Son esas las únicas dos esperanzas, que no reconocerán en público.
La crisis desbordó a los responsables. De Vido y el jefe del Gabinete, Jorge Capitanich, siguieron ayer culpando y amenazando a Edenor y a Edesur con la estatización. Con tantas amenazas de sanción, resarcimiento o rescisión, algo están obligados a hacer ahora. Pero no lo saben aún. Durante la semana también Capitanich meneó el traspaso de ellas a la Ciudad y a la provincia. Luego sus voceros lo desestimaron.
Finalmente, ambos terminaron anteayer inaugurando un call center con 16 telefonistas amables para "humanizar" los reclamos y hacer una campaña contra los fríos contestadores automáticos de las empresas eléctricas.
En medio de ello, De Vido diagnosticó que el país sufrió "una catástrofe, un estrago climático, como un tornado sin viento". La página web de la Presidencia lo exhibió supervisando a telefonistas.
"Había que mostrarlos con la iniciativa. Pero la verdad es que están desbordados", señaló un funcionario. Por eso organizaron para ayer una visita a la central nuclear Atucha II y golpearon desde allí a Edenor y a Edesur.
La crisis policial y los saqueos afectaron el humor social en el interior del país hace dos semanas. Pero los cortes de luz crisparon a los vecinos de Capital y el conurbano, además de otras provincias como Córdoba. "La sucesión de hechos genera malhumor acumulado. Ese es el centro del problema", dijo a la nacion una fuente oficial.
El objetivo del Gobierno es tratar de revertir la irritación social a partir en marzo de 2014. Las usinas políticas piensan líneas de acción, pero por ahora no hay nada definido. Además, ese mes comenzarán las duras paritarias salariales con los gremios.
La Presidenta se apartó premeditadamente del problema. De vacaciones en El Calafate, Cristina Kirchner sólo reapareció para negar una candidatura en 2015, pero nada dijo de la crisis eléctrica.
En La Cámpora creen que eso la preserva y sobrevuela la crisis. "No la sobrevuela nada. La afecta", opinó un experto en estrategia comunicacional oficial. "La crisis se superará en estos días. Pero el malhumor social quedará, aunque no con un nivel de movilización", reflexionaba un funcionario de la Presidenta.
Además, consideran que Cristina comparte ese desgaste con el jefe del gobierno porteño, Mauricio Macri, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y las empresas Edenor y Edesur. "Nos culpan a todos", dicen.
Por ahora se descartó la posibilidad de anunciar un aumento de tarifas eléctricas, como se había pensado antes de los cortes.
Pero más de un funcionario se preguntó ayer por qué el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, anunció la suba del boleto de colectivo un 66%, a 2,50 pesos, en medio de la crisis. La irritación, evalúan, se potencia y ese costo no redunda en beneficios en la red energética.
"De Vido no puede seguir acusando a las empresas. Sólo le queda margen para estatizar. La amenaza se agota. Todas sus áreas estallaron: antes su gestión no se notaba, ahora se revela la falta de eficacia y previsión", se sinceró un funcionario del ala de Zannini.
"De Vido no renuncia, pero siempre le sacaban esas áreas. Ahora no sabemos si podrán transferirlas a Edenor y Edesur", agregó. Las facturas que le pasaron al ministro no tienen subsidios..
Analizar las decisiones gubernamentales y la situación de las dos principales distribuidoras de electricidad de la Argentina, centro de los apagones que avivaron el mal humor social, es una muestra de que la política económica llegó al límite y que exagera sus contradicciones. Cinco claves de este caso sirven para explicar por qué el modelo está en cortocircuito:
1) El Gobierno controla a Edenor y Edesur a través de funcionarios que se sientan en sus mesas de directorio, además de dictarles el marco que las regula y decidir monto y lugar de sus inversiones. Pero se desentiende de los apagones.
2) El valor de ambas empresas es bajo en relación a similares de Brasil y Chile.
3) Lo mismo pasa cuando se las compara con otras firmas que están en la Argentina, pero tienen otro marco regulatorio.
4) A pesar de ello, si un ahorrista hubiera invertido a principios de 2013, $ 10.000 en cartera de generadoras y distribuidoras de energía que cotizan en la Bolsa porteña, hoy contaría con $ 18.860, explicó Carlos Donantueno, asesor financiero.
5) Las acciones de Edenor quedaron en el segundo puesto de las mayores subas en la Bolsa: 245,5% si se la mide en pesos y 144,4% si se la cotiza al tipo de cambio Blue de $10.
Rojo. En 2005, el Ministro de Planificación, Julio De Vido, lanzó la política de subsidios para no aumentar las tarifas en Capital Federal y Gran Buenos Aires. Los desembolsos equivalían a 0,5% del PBI.
Pero la cuenta se disparó. Hasta septiembre de éste año acumularon un alza del 55% superando lo gastado en todo 2012. Para todo el 2013 se destinarán $ 140.000 millones. De ellos, $ 93.000 millones se desenbolsarán para mantener las tarifas eléctricas y comprar energía importada.
Mantenerlos es muy difícil. Esta cifra equivale al 3,5% del PBI, estimó la consultora Empiria.
◆ Sin subsidios no habría déficit, sino superávit.
◆ Se reducirían las necesidades de emisión monetaria.
◆ Por ello habría menos presión sobre el dólar y la brecha cambiara se reduciría.
Precio. Edenor y Edesur se adaptaron. En 2005 renegociaron sus contratos de concesión permitiendo un mecanismo de monitoreo de costos y una revisón tarifaria integral que aun se encuentra pendiente.
El año pasado el Gobierno aplicó en las facturas de luz un cargo fijo para que las distribuidoras inviertan: lo hacen con la vigilancia de De Vido y sugerencias de intendentes municipales.
Un estudio realizado por First a pedido de PERFIL asegura que este marco regulatorio tiene un fuerte impacto en la performance de las compañías. Se nota al observar el retorno sobre activos (ROA) de Edenor. Entre 2009 y 2013 su promedio fue de -1%, cuando la chilena Chilectra superó el 13% y la brasileña Electropaulo tuvo 2,7%, siempre en el mismo periodo.
Miguel Molfino y Fernando Terré, de First, estimaron el valor de mercado de Edenor, ajustado por control, en US$ 277 millones y el de Edesur en US$ 240 millones.
Estos valores muestran que Edenor cotiza por debajo de otras compañías comparables en América latina.
Pero también sorprende que su valor, en proporción, es también bajo cuando se lo compara con otras distribuidoras de la Argentina que no están reguladas por la Nación. El enterprise value (EV) sobre ventas de la platense Edelap tiene un múltiplo de 1,7; mientras que el de Edenor es 0,5.
Como Edenor y Edesur, Edelap mostraba un beneficio antes de impuestos (Ebitda) negativo en 2012, aunque sus tarifas eran 14% más caras. Este año el Gobernador Daniel Scioli le autorizó otra suba. Pero la empresa también es fuente de apagones y mal humor de los platenses.
De Vido repite y amenaza, como el año pasado, con quitar concesiones. Ayer dijo que “la empresa italiana que es la principal accionista de Edesur no tiene actitud ni presencia para resolver el problema”, y les pidió a los accionistas argentinos que intervengan: “Me refiero al Grupo Caputo, Grupo Escasany, al grupo Miguens Bemberg, a Guillermo Reca y Guillermo Vazquez” puntualizó De Vido.
Como los inversores bursátiles que hicieron subir las acciones de Edenor esperando un alza de tarifas, el Gobierno irá por ese camino. El viernes comenzó a morigerar los subsidios al transporte. Cuando terminen los cortes, irá por el ajuste eléctrico.