La CGT oficialista endureció el discurso e hizo pública una lista de demandas al Gobierno. La central obrera que conduceAntonio Caló advirtió que la Argentina atraviesa un "momento crítico" luego de las revueltas policiales, se quejó de una falta de "respuesta de fondo" a sus planteos y enumeró entre sus reclamos la concreción de "paritarias libres", aumento del salario mínimo y de las asignaciones familiares, control de la inflación y distribución de más fondos para las obras sociales sindicales.
El endurecimiento de la central gremial más afín al Ejecutivo se concreta en momentos en que sindicatos opositores reclaman adicionales salariales de fin de año y adelantamientos de paritarias, al calor de las protestas policiales que terminaron con subas de haberes para el personal de las fuerzas de seguridad, y en un contexto en el que el diagnóstico común entre los dirigentes es que la inflación está lejos de ser controlada.
La CGT de Caló distribuyó un documento de tono inusualmente duro al término de una reunión de su consejo directivo en la sede del sindicato de taxistas, que conduce Omar Viviani. "Destacamos la necesidad de que continúen vigentes las paritarias libres en las negociaciones salariales", señala el texto. Esa premisa ya había sido enunciada esta semana tras una reunión que la denominada "mesa chica" de la central mantuvo con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
Pero el documento va más allá: "Estamos ante un momento crítico que nos obliga a pronunciarnos, sobre la base de que la incertidumbre o el temor no pueden conducirnos", señala acerca de las rebeliones policiales. Y manifiesta su "profunda preocupación y temor por el sesgo desestabilizador y descalificador de la institucionalidad" de los "acontecimientos producidos desde el 3 de diciembre en numerosas provincias".
En el pliego de exigencias, la organización incorporó "la actualización del salario mínimo, vital y móvil, y la mejor aplicación del mínimo no imponible" del gravamen de Ganancias, así como aplicar un "programa de corrección de la inflación" mediante el "control del aumento desmedido de precios". Incluyó un "mayor reconocimiento" para los jubilados y sentenció: "No hay respuesta de fondo frente a los diversos planteos que esta CGT ha realizado".
El dirigente textil Jorge Lobais le comentó a este diario el tono de la reunión del consejo directivo: "Tenemos claro que las paritarias las vamos a discutir a muerte, sin pisos ni techos. El que pueda sacar más, mejor. Y si el Gobierno quiere hacer un control de precios veremos de acompañarlo, pero con las paritarias no hay discusión". Para alivio del Ejecutivo, Lobais aclaró que en el encuentro "no se habló de adelantar las discusiones salariales" y sostuvo en esa línea que "habrá que esperar la vuelta de las vacaciones" para analizar el panorama salarial y laboral.