Hubo hasta ahora un solo barrio en el que no se cortó la luz ni los vecinos salieron a protestar: Puerto Madero. En el resto de la Capital, desde el lunes, ninguna otra zona se salvó. Según un relevamiento que hizo Clarín, ayer todavía se sufrieron interrupciones del servicio en más de 40 barrios porteños y del GBA. Algunos vecinos sumaban seis días sin energía. Sin embargo, con el correr de las horas, en muchos puntos se iba restableciendo el servicio.

“Puerto Madero es un barrio nuevo, con redes de media y baja tensión de pocos años, por eso es natural que no hayan tenido problemas”, explicó el ex secretario de Energía Emilio Apud. Es justamente desgaste de las instalaciones eléctricas en el resto de la Ciudad lo que provoca los apagones.

Y se repitieron los reclamos. Una de las protestas más fuertes ocurrió en avenida Córdoba y Larrea, en Balvanera. Allí, unos 20 vecinos cortaron la calle. A partir de las 17 fue un caos, a pesar de que enseguida dos carriles de Córdoba estaban liberados. Efectivos de la Policía Federal intentaban facilitar el paso de colectivos, taxis y automóviles, mientras los manifestantes golpeaban tachos de basura y cacerolas. Un cartel escrito a mano advertía: “Sin luz desde el lunes”. En la avenida se formó un embotellamiento de más de diez cuadras en la hora pico. “No me gusta hacer esto, pero no me queda otra”, dijo Alfredo, que había bajado desde su departamento a cortar la calle.

El enojo también se hizo escuchar en otros puntos. En distintos horarios, grupos reducidos de vecinos cortaron el tránsito en San Martín y Gaona (Villa Crespo), Rosario y Senillosa (Caballito), San Juan y Alberti (San Cristóbal), San Juan y Salta (Constitución), Paso y Viamonte (Balvanera), Gascón y Guardia Vieja (Almagro) y Asamblea al 600 (Parque Chacabuco). A dos cuadras de la residencia de Olivos, en Ugarte y avenida Maipú, ocurrió otro corte de calle, que no duró mucho. Además, siguieron las denuncias por falta de luz en Floresta, Mataderos, Flores, Devoto, Belgrano, Chacarita, Recoleta, y San Cristóbal, entre otros barrios. La Subsecretaría de Tránsito porteña informó que ayer aún quedaban 42 cruces de calles con los semáforos fuera de servicio.

El Conurbano se mantuvo en la misma sintonía. “Desde la semana pasada, cuando comenzaron las interrupciones, hubo problemas en unas 10 mil viviendas”, informó el encargado de Defensa del Consumidor de Vicente López, Pedro Cessani. En Florida Este, durante la mañana, los vecinos hicieron piquetes sobre las vías de la línea Mitre, lo que complicó el servicio del tren. Además, hubo cortes de luz –en algunos casos temporarios– en Munro, Villa Martelli, Villa Maipú, Quilmes, Berazategui, Banfield, San Justo, Ramos Mejía, Tigre, Ituzaingó, Morón, Hurlingham, San Martín, Caseros, Villa Bosch, Martín Coronado, Santos Lugares, Sáenz Peña, Lanús, Monte Chingolo, Gerli, Escalada, Don Bosco, Ezpeleta, Villa Insuperable, Atalaya, Casanova y Bella Vista.

En ese clima, como pudieron, en las compañías eléctricas intentaron moderar las críticas de los usuarios. En Edenor indicaron que “las mil cuadrillas de la empresa” seguían en la calle trabajando y que los cortes “nunca se generalizaron”. Voceros de Edesur, por su parte, aseguraban ayer a última hora que para el final del día esperaban llegar a solucionar el 99% de los cortes que se denunciaron en la semana.

Caminar en estos días por las calles de Belgrano, Caballito, Villa Crespo, Vicente López o Lanús, implica tener una cintura envidiable. Es que ante los reiterados cortes de luz que ya llevan una semana, muchos comerciantes buscan soluciones inmediatas y la respuesta que encontraron para este problema tiene nombre y apellido: generador eléctrico. Tanta es la demanda de grupos electrógenos que en las ferreterías industriales y en las grandes cadenas ya empiezan a agotarse. Y como consecuencia, cada vez es más difícil caminar por las veredas porteñas.

Sobre la avenida San Martín, a la altura de Juan B Justo –donde se juntan Paternal y Caballito–, el ruido de los motores de los generadores que instalaron los comerciantes es ensordecedor. Y la postal se repite en muchos avenidas comerciales.

El asunto se entiende con claridad en las góndolas del pasillo 14 de la cadena Easy de Barracas, donde no queda ni un solo equipo disponible. Donde había generadores ahora hay lavarropas para cubrir el espacio. “Se agotaron hace una semana. El problema es que la reposición tardará un mes, más o menos”, le contaron a Clarín desde la gerencia de la sucursal.

Además el encargado agregó que en todas las sucursales de esta cadena hay faltante de grupos electrógenos. De hecho, llega gente de todas partes de Capital y el Conurbano para preguntar por los equipos. “Vinieron de Canning y hasta de Ezeiza queriendo comprar, porque en su zona ya no quedan, pero lamentablemente acá también le tenemos que decir que no”.

El problema también llegó a los hipermercados Sodimac, desde donde el call center de ventas confirmaron que el stock es nulo: “Disculpe señor, pero ya no nos quedan. Tendría que ir personalmente a las sucursales para ver si hay o no, pero desde donde estoy no se lo puedo confirmar”, dijo la voz femenina detrás del teléfono.

En varias ferreterías industriales algunos modelos también se agotaron, y hay otros que están próximos a desaparecer de las góndolas. “Modelos comerciales no tenemos más. Quedan algunos para casas particulares”, contaron en la ferretería de Montes de Oca y Caseros, donde la gente reserva con anticipación los generadores, antes de que lleguen al comercio. “Nosotros les decimos que en unas horas llegan, entonces dejan una seña y los vienen a buscar después. La mayoría de los clientes dice que desde hace años sufren los cortes y que ya no quieren perder más días de trabajo”.

Los locales que todavía tienen stock están vendiendo entre 20 y 30 por día. “Por ahora estamos bien, pero no sabemos qué va a pasar si esta demanda sigue. Parece que nadie quiere resignarse a no tener energía eléctrica”, contó Mario Caraccio de la ferretería “SalBom” en México y Piedras. En el comercio de al lado, en Piedras 640, el encargado contó que el número de ventas que manejan es muy similar: “Hay un movimiento constante de gente que viene y pregunta. Es normal que por esta fecha del año se dispare la demanda de grupos electrógenos, pero las ventas en los últimos años se incrementaron por la crisis energética”.

Los grupos electrógenos hogareños –que sirven sólo para la heladera y un ventilador– arrancan en 3.300 pesos. Uno para un comercio chico se consigue desde 7.000 pesos, a lo que hay sumarle el gasto de nafta (para los modelos básicos, varía entre 1 y 3 litros por hora). La mayoría de los compradores son pequeños y medianos comerciantes que no quieren perder días de trabajo.

Los generadores eléctricos les permiten a muchos contar con las facilidades imprescindibles de este siglo que, claro está, con los cortes ya no están disponibles para todos.