Los días de los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi en Rusia parecen eternos. El martes había trascendido que ellos dos, junto con el resto de los activistas de Greenpeace detenidos el 19 de septiembre por intentar escalar una plataforma petrolera en el Artico, serían beneficiados por una amnistía que otorgaría el gobierno ruso a unos 20 mil presos. Pero ayer, los abogados de la organización afirmaron que el texto borrador de la amnistía que será votado por la Duma (parlamento Ruso) probablemente no beneficiará a los 30 del Artico. La propuesta de amnistía solo aplicaría a personas que ya han sido condenadas por vandalismo o que ya están siendo juzgadas y serán condenadas en los seis meses posteriores a la adopción del decreto de amnistía. Y los activistas no entran en ninguna de esas categorías. Para que ingresen entonces, deberían modificar el texto.
La sesión por la amnistía iba a comenzar hoy en el parlamento ruso, pero ayer se supo que se retrasó para el martes 17 de este mes. No está claro cuándo se realizará la votación final.