Para quienes sienten envidia por el ascenso fulgurante de John Thornton, deberían haberlo visto el viernes estrenando la presidencia de una de las auríferas más importantes del mundo en una remota ciudad sudamericana con 40º C y tensión social por saqueos, negociando duro con un gobierno amigo en torno a la reducción o mantenimiento de puestos de trabajo en la suspendida Pascua Lama.
Las diferencias no son para nada menores: Barrick Gold proyecta sostener una planta de 200 personas como ya se ha dicho y los gobiernos de Argentina y de San Juan lo presionan para que los asalariados en el campamento de obras sumen 5.000 hasta julio. El after meeting fue frustrante para los cronistas de San Juan: los canadienses y el anfitrión gobernador interino Sergio Uñac salieron por la puerta de atrás y los RR.II Julio Claudeville y Miguel Martín se ajustaron al no comment. El escueto comunicado distribuido por la gobernación sanjuanina generó comentarios: no tiene membretes y no nombra a Pascua Lama.
Sin embargo, Mining Press pudo saber algunos pormenores de la charla. “Si ustedes no se hacen cargo del efecto social del la suspensión de Pascua Lama, nosotros tenemos herramientas para actuar sobre la operación de Veladero”, ha sido el mensaje de las autoridades, siguiendo el libreto acordado con el Ministerio de Planificación e Infraestructura de la Nación y en las oficinas de Jorge Mayoral. La respuesta de Barrick no fue para nada ambigua: “Nuestros accionistas nos han dado un mandato de disciplina y reducción de costos, por lo cual ya hemos anunciado la desaceleración en Pascua Lama”. Desde luego hubo pases de facturas de funcionarios que reclamaron no enterarse por los diarios los cursos de acción de la minera que este año presentó un cronograma en la reunión del Tratado de Integración Minera, en Santiago, y dos meses después mandó al freezer el calendario de obras.
Las quejas hacia la comunicación de la minera no son sólo del gobierno: esta semana Carlos Sola, de ATA, dijo no saber a cuanta gente deberá alojar en el campamento a partir de enero. Tal vez ni Barrick lo sepa, tironeado por la Argentina y del otro lado por los shareholders. El ex dice JP Morgany Ford, tal como adelantó Mining Press, la semana pasada, tras el retiro de Peter Munk, está tentando a China a participar en los activos de la minera y en particular en Pascua Lama. Utilizará para ello sus excelentes vínculos con la nomenclatura de Beijing, dejando atrás aquel clima hostil de 2009 cuándo Barrick, Goldcorp, Kinross, Newton y otras grandes hicieron un scrum para evitar que los chinos, pletóricos de capital, hicieran pie en las acciones mineras Bolsa de Toronto, Van Couver y New York.
Como en toda negociación difícil, sanjuaninos y canadienses quedaron de volver a conversar en los próximos días, pero ambos saben que Pascua Lama no suena bien hoy en los mercados y si se gasta dinero allí poco tardarán en enterarse. Pero la diferencia es que para San Juan no hay muchas opciones. Además del frenazo de Pascua Lama, el cambio climático le jugó en septiembre una mala jugada y las heladas tardías le han hecho perder el 60 o 70% de las próximas cosechas agrícolas. Ya falta y faltará dinero circulante en la provincia cuyana. La única buena noticia, en los últimos días, fue la recuperación de José Luis Gioja, y el pronóstico de los médicos porteños de que podrá volver a gobernar. Un baño de realidad para unos cuantos camaradas que semanas atrás se disputaban la herencia de su liderazgo.
We love you le han dicho los cuyanos a Barrick, pero la minera siente que hay amores que matan: si los 4.800 empleados de plus no hicieran nada, una especie de “Plan Trabajar” con fondos privados en la alta cordillera, sólo eso le costará unos US$ 150 millones adicionales. El doble de lo presupuestado para sobrellevar el parate en 2014.
Mientras tanto, la minería argentina se apresta a cerrar balances de 2013 totalmente disímiles. Basta con ver la curiosa declaración de la Organización Federal de Estados Mineros (OFEMI) de que el ejercicio anual de la minería en el país “fue positivo”, lo que disparó la réplica de algunos actores del sector, que preguntaron a los representantes del ente interprovincial si habían computado en ese saldo el abandono de Vale de PRC y el impasse de Barrick en Pascua Lama, además de la caída notoria de la exploración y del enfriamiento de inversiones en diversos proyectos.
Jorge Mayoral, quién lanzó por primera por enésima vez el globo de ensayo de su despedida para después hacer correr la voz de su entrañable amistad con el CEO del gobierno, Coqui Capitanich, ha sostenido esta polémica y les ha respondido a los escépticos, y también de paso a los a la Red de Académicos por el Desarrollo Sustentable que días atrás trazó un crudo diagnóstico sobre la minería en la Argentina. Vía rebotes de Télam, la prensa de la Secretaría de Minería logró colar un titular este fin de semana en la prensa internacional: Argentina recibirá US$ 3.855 millones de inversión minera en 2014. No ha explicado cómo se llega a esa suma pero en las cámaras del sector nadie se ha tomado el trabajo de hacer una diferente.
“Mayoral te invita a su despacho con cualquier excusa, te saca una foto y después manda una gacetilla en la que tu empresa aparece comprometida con cientos de millones de dólares de inversión”, dicen los empresarios resignados a cómo termina cada cafecito en Diagonal Sur. Las cifras difundidas también son cosa curiosa, porque la autoridad minera suele prometer como presupuesto futuro montos que ya se gastaron o no se explican. El inflador también apunta a vaciar las críticas hacia una política económica nacional que ha contribuido a frenar inversiones, como lo dijeron diversos expositores en el reciente seminario de Panorama Minero.
La autoridad minera ha pasado de la cerrada negación de la crisis al endoso total de la misma. Nadie mejor que los mineros conocen de la debacle de las junior en Canadá y Australia, lo cual ya ha alentado aquí, como se preveía, el cambio de manos de proyectos y áreas mineras que hoy están a precio de ganga. Pero el gobierno nacional y las provincias se están negando a un debate franco sobre cómo morigerar el costo creciente de hacer minería en un contexto de inflación del 25/30 por ciento y los desvaríos monetarios y fiscales conocidos.
Frente a la ley de Compre Local de San Juan, en los despachos de las mineras ya se compara, una vez más para fastidio del gobierno provincial y nacional, cómo se están bajando costos y tributos en Chile y Perú y cómo en las antípodas se crean gabelas en la Argentina. Como también se vio en el proyecto de Catamarca, de poner una tasa diferenciada, para productores locales y de afuera de la provincia.
El año minero se va cerrando con un perfil definido: revisión de todos los negocios mineros, complicación para generar nuevos, mucha política. Y en el medio, la OFEMI, creada por las provincias mineras como un escenario de articulación de intereses federales tras el fiasco de la Ley de Glaciares y los inquietantes conflictos sociales en torno a la minería. Una expectativa frustrada que acaba de comprarse billetes sin retorno para el mundo de las fantasías. Feliz relato y bon voyage.
* Director de Mining Press