Trabajar 11 horas, tres días a la semana y jubilarse a los 70.
Las crisis son también épocas para proponer ideas, algunas más útiles que otras, con el objetivo de volver a una época de bonanza económica. En lo relativo al mercado laboral, el empresario mexicano Carlos Slim tiene clara su receta: trabajar tres días a la semana. Esta iniciativa, que suena bien en cuanto que habría más jornadas libres que de trabajo, tiene su contraprestación: 11 horas diarias de dedicación al oficio y una jubilación por encima de los 70 años.
La polémica propuesta de Slim tiene como objetivo favorecer la entrada de los jóvenes en el mundo laboral. El magnate ha reiterado esta idea, que ya ha esbozado otras veces en el pasado, en una conferencia privada en la que ha explicado que es importante dar paso a nuevas generaciones en el sector privado. "En esta revolución tecnológica, donde los cambios son muy rápidos e importantes, necesitamos gente trabajadora, innovadora, creativa y entusiasta que no tenga miedo al cambio", ha resaltado.
Slim ha subrayado la necesidad de que el sector privado se involucre en la formación de sus trabajadores. "La sociedad enfrenta un reto en educación y de condiciones laborales, donde hace falta libertad, oportunidad y derechos humanos", ha opinado.
El año pasado, en una conferencia organizada por la ONU, Slim señaló que su propuesta daría cuatro días libres para "dedicarlos a la familia, a innovar, cultivarse o a crear". Respecto a una de las contraprestaciones, la edad de jubilación, el empresario dijo que el actual límite se estableció cuando "la gente se moría a los sesenta o poco más". "Pero ahora vivimos hasta los 85 o los 90", subrayó.