“Lo importante es que con esto se garantiza la industrialización, la energía para la minería, se consolida una visión de desarrollo macroregional, se crea un nuevo espectro de lo que queremos en el país: un desarrollo integral, por ello estamos muy contentos y optimistas por esta nueva subasta”, expresó.

El titular del MEM resaltó que la instalación de dos centrales termoeléctricas, una en Mollendo (Arequipa) y otra en Ilo (Moquegua) representa el 70% de la demanda que necesita el Gasoducto Sur Peruano (GSP), en tanto el resto irá al futuro polo petroquímico (20%) y otras aplicaciones industriales y domiciliarias.

Estas centrales, que operarán a gas natural, contribuirán con el menor costo de la energía, pues producir electricidad a diésel cuesta US$ 250 el megawatt hora, en tanto que a gas natural cuesta US$ 40 MW/h.

“Estos 1000 MW nuevos en el sur permitirán que esa parte del país tenga una energía mucho más confiable para desarrollar todos los proyectos mineros, cementeras, etc., y consolidará un mejor margen de reserva en el sistema”, explicó.

El ministro subrayó que la base del crecimiento económico que hoy ostenta el Perú descansa sobre un sistema energético muy competitivo. “Tenemos las tarifas eléctricas más competitivas de la región”, aseguró.

Al reiterar que el nodo energético y el GSP son parte de un proyecto integral, Merino detalló que este último consiste en el tendido de 1200 km de tubos y su construcción está estimada en 3000 millones de dólares, aunque “la competencia y el mercado pondrán el valor final”. “El proceso del Gasoducto Sur Peruano es autosostenible”, subrayó.

“Nuestro país ya está yendo hacia el cambio al gas natural. Comienza la masificación de este recurso para el sur y estamos apuntando a que el 2016 tengamos el gas”, añadió el titular del sector.

En la víspera, la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión) adjudicó el proyecto Nodo Energético del Sur a las empresas Samay I y EnerSur, estimándose una inversión asociada de más de 700 millones de dólares.