El acuerdo entre el Gobierno argentino y Repsol para compensar a la petrolera española por la nacionalización de YPF atraerá inversiones para el desarrollo de hidrocarburos no convencionales en el país sudamericano, dijo el miércoles el presidente de YPF, Miguel Galuccio.
Repsol anunció más temprano que su consejo de administración apoyó un acuerdo preliminar con Argentina, cuyos detalles se desconocen, para recibir una compensación por la nacionalización de su 51 por ciento en la petrolera argentina el año pasado.
"Sellar un acuerdo entre Repsol y el Estado argentino dará la confianza necesaria para alcanzar nuevas alianzas con posibles inversores y así poder impulsar -en toda su dimensión- la explotación del no convencionales", dijo el directivo en una entrevista por escrito con Reuters.
Galuccio afirmó además que ve una posible una asociación con la mexicana Pemex para el desarrollo del megayacimiento patagónico Vaca Muerta, que podría albergar una de las mayores reservas mundiales de hidrocarburos no convencionales.
"Vamos a trabajar para desarrollar junto con Pemex una asociación con múltiples facetas que podrían incluir algún tipo de participación en Vaca Muerta y de intercambio de conocimiento y tecnología para el desarrollo del no convencional en México. Yo apuesto al trabajo regional", dijo Galuccio.
Pemex, uno de los principales accionistas de Repsol, jugó un rol clave como mediador para el acuerdo entre Argentina y el grupo español.
La falta de compensación a Repsol era mencionada por analistas como uno de los obstáculos para que Vaca Muerta reciba las inversiones necesarias para su desarrollo.
El avance logrado en la negociación con Repsol para cerrar el conflicto por la expropiación de las acciones de YPF, disparará en lo inmediato la salida de la petrolera local a los mercados internacionales para colocar deuda. En cambio no hay indicios por ahora de que antes de fin de año se cierre algunas de las negociaciones que se estarían realizando confidencialmente para lograr nuevas asociaciones en Vaca Muerta.
YPF saldría a colocar un bono en el exterior por u$s 300 millones. A fines de setiembre ya colocó obligaciones negociables en la plaza internacional por u$s 150 millones a un plazo de 5 años, a una tasa de alrededor del 8% (la Libor más el 7,5%) y garantizadas con exportaciones de granos que obtiene en pago por la venta de gasoil y agroquímicos a productores agropecuarios. Analistas financieros consideran que ahora, sin la amenaza de los juicios de Repsol, YPF podría emitir deuda en el mercado internacional sin necesidad de dar garantía real, pero no creen que la tasa pueda mejorar significativamente porque la calificación crediticia de la empresa está vinculada a la de la Argentina.
La recuperación del valor de la acción, a partir de que se concrete el acuerdo con Repsol, también contribuiría a lograr créditos internacionales. Por otra parte, el ingreso de dólares a través del financiamiento de las empresas y de YPF en particular, es uno de los objetivos del Gobierno para compensar la caída de las reservas del BCRA.
En principio, el presidente de la petrolera, Miguel Galuccio, dijo ayer a la agencia Reuters que "sellar un acuerdo entre Repsol y el Estado argentino dará la confianza necesaria para alcanzar nuevas alianzas con posibles inversores y así poder impulsar -en toda su dimensión- la explotación de no convencionales". En fuentes de YPF se afirmó que Galuccio planea un acuerdo con Pemex para un área en Vaca Muerta, considerando el fuerte interés demostrado por el presidente de la estatal mexicana, Emilio Lozoya.
Pemex tiene el problema de que la producción de petróleo se estancó en México en los últimos años y tendría que cumplir ciertos requisitos que le exige la legislación para invertir en el exterior porque en principio está obligada a reinvertir las utilidades en su propio país. Podría crear una filial para los negocios internacionales, al estilo de la estatal chilena Enap que invierte en la Argentina y otros países del mundo , a través de Sipetrol, y buscar financiamiento para esa subsidiaria.
Hasta ahora YPF firmó acuerdos con Chevron y Dow Química para dos áreas en Vaca Muerta, en el primer caso un bloque petrolero y ,en el segundo, uno gasífero (un tercero con Pampa Holding se refiere a un campo en una formación geológica distinta para extraer tight gas).
Chevron comprometió una inversión inicial de u$s 1.240 millones y Dow desembolsará u$s 120 millones. Pero el desarrollo de Vaca Muerta de modo que pueda alcanzarse una producción que asegure el autoabastecimiento, exigiría más de u$s 100 mil millones y hasta u$s 250.000 millones. Para eso, el cierre del conflicto con Repsol es sólo el primer paso. Después falta que YPF consiga más financiamiento y nuevos socios y que petroleras internacionales como Exxon o Shell que tienen áreas adjudicadas, decidan avanzar en inversiones.
El acuerdo entre YPF y Repsol es una buena señal, pero no alcanza para arrimar más inversiones que reviertan el declino de la producción energética, indicaron especialistas consultados por El Cronista.
Por el contrario, el CEO de YPF, Miguel Galuccio consideró que sellar un acuerdo entre Repsol y el Estado argentino dará la confianza necesaria para alcanzar nuevas alianzas con posibles inversores y así poder impulsar en toda su dimensión la explotación de (recursos) no convencionales.
Para Gerardo Rabinovich, vicepresidente 2º del Instituto Argentino de Energía General Mosconi (IAE), el principio de acuerdo es una señal positiva para YPF y para la Argentina, porque hubo también represalias de la Unión Europea a la compra de biodiesel. Agregó que es una señal positiva para que otras empresas vean que se está encaminando el tema. Pero consideró que la Argentina tiene otras trabas, como la imposibilidad de girar divisas y dividendos y temas más macroeconómicos, además de la confianza herida.
El director de Abeceb.com, Dante Sica, agregó que en el sector, en el corto plazo, esto no mueve mucho el amperímetro, pero a mediano plazo hay empresas que podrían llegar a invertir en Vaca Muerta o poner en operaciones yacimientos tradicionales, pensando en 2015. El economista sostuvo que el acuerdo abre una mejor perspectiva para el sector energético, pero hay temas, como el precio de gas en boca de pozo y las retenciones del petróleo, que, cuando se discutían nuevas inversiones, van a estar sobre la mesa.
Hay muchas empresas que no se animaban a invertir por las condiciones macroeconómicas, pero también porque Repsol amenazaba con efectuar juicios. Hoy tienen ese camino allanado. Además, hacen lo que corresponde por ley, que es pagar la expropiación, y eso es una buena señal, prosiguió Sica.
El IAE estimó que este año terminará con un déficit energético de entre u$s 7.500 y 8.000 millones. El año próximo, indicó Rabinovich, podría aumentar si la producción de gas sigue cayendo y se necesite importar más fluido, aunque dependerá del ritmo de la actividad económica. Esto es producto del desmanejo de la política energética en manos de un solo funcionario, que es el ministro de Planificación Julio De Vido, disparó el ingeniero del IAE.
Las reservas de gas cayeron 58% desde que Repsol entró en YPF, en 1999, y 2012, según datos de Abeceb.com. La producción cayó 15% desde un pico de 2004. La producción de petróleo cayó 33% desde el ingreso de Repsol al mercado argentino. Esos números comenzaron a revertirse con la estatización del control accionario de YPF, a mediados de 2012. La gestión de YPF va en el buen camino, afirmó Rabinovich.
Galuccio presentó un plan para desarrollar recursos no convencionales con inversiones de u$s 37.200 millones hasta 2017. Firmó acuerdos con Chevron (u$s 1.240 millones) y Dow Argentina (u$s 120 millones) para explotar Vaca Muerta. Vamos a trabajar para desarrollar junto con Pemex una asociación con múltiples facetas que podrían incluir algún tipo de participación en Vaca Muerta y de intercambio de conocimiento y tecnología para el desarrollo del no convencional en México, dijo Galuccio a la agencia Reuters.