La presidenta se reunió con ministros y el CEO de YPF para analizar el acuerdo. Capitanich remarcó que en los últimos 10 años la Argentina ingresó en una etapa de crecimiento sostenido.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió ayer al presidente del directorio de Basf, Kurt Bock, junto a directivos de la compañía química líder a nivel mundial y miembros de su gabinete.
La mandataria sorprendió al aparecer en la reunión vestida de blanco y sin el riguroso luto que lucía desde el fallecimiento de Néstor Kirchner en octubre de 2010.
Cristina recibió en Olivos a la comitiva de la empresa, integrada además de Bock por el director para América, Andreas Kreimeyer; el director para América del Sud, Ralph Scweens; el director para la Argentina, Claus Wunschmann y el director general de Winter Shall Energía Argentina, Gustavo Albrecht.
La multinacional es propietaria de Wintershall, la empresa que explotará el yacimiento de Vaca Muerta, asociada con una firma de gas de Neuquén.
La presidenta estuvo acompañada por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; los ministros de Planificacion, Julio De Vido, y de Economía, Axel Kicillof, y el titular de YPF, Miguel Galluccio, con quienes analizó además el acuerdo de pago a Repsol que hoy analizará el directorio de esa compañía.
Defensa del modelo. Luego del encuentro con Cristina, Capitanich, participó del cierre de la Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción, donde llamó a los empresarios a "construir una cadena de valor transparente, eficiente y de buena calidad para que los trabajadores perciban buenos salarios, los empresarios tengan rentabilidad y para que el pueblo argentino disfrute de las obras que somos capaces de construir colectivamente".
En el encuentro Capitanich remarcó que en los últimos 10 años la Argentina ingresó en una etapa de crecimiento sostenido, contrario a los procesos históricos de "stop and go" que implicaban procesos de crecimiento alternados con recesión. "Necesitamos tener precios de bienes competitivos, y aquí el Estado tiene su participación, por eso por iniciativa de la presidenta hemos convocado al diálogo", declaró el jefe de Gabinete.
También dijo que la presidenta "nos instruyó trabajar en la búsqueda de financiamiento internacional para asignar los recursos necesarios para obras estratégicas que permitan reducir costos". Explicó que "en una fase expansiva del ciclo se acumularon reservas para destinar en otra fase de mayor complejidad relativa a los efectos de tener hoy la capacidad de decidir en forma autónoma la aplicación de estos recursos".
La presidenta Cristina Fernández atendió hoy a ministros y empresarios en la residencia de Olivos y se mostró con una camisa blanca con transparencias, lo cual terminó de confirmar que dejó atrás el estricto luto por la muerte del ex mandatario Néstor Kirchner.
Paralelamente el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, volvió a protagonizar una intensa agenda, que incluyó reuniones con ministros y gobernadores.
La Presidenta, que desde su reaparición pública sólo había recibido en Olivos a algunos ministros y colaboradores muy cercanos, esta tarde amplió su agenda a empresarios, en este caso de la química alemana BASF.
Allí se mostró con una camisa blanca con transparencias y pantalón negro, una muestra más de que abandonará próximamente en forma total el estricto luto que utiliza desde el 27 de octubre del 2010 cuando falleció Néstor Kirchner.
La primera muestra de que, luego de un mes y medio de ausencia por la operación a la que fue sometida, su decisión es cortar el luto fue en el video que difundió el lunes pasado, desde Olivos, donde se presentó con un traje negro y la camisa blanca.
Dos días después, reapareció en la Casa de Gobierno para tomar juramento a nuevos ministros y hablar a los militantes vestida con una chaqueta negra y una pollera estampada con vivos gris plateado.
Flamantes funcionarios
Del encuentro con los empresarios alemanes, participaron también Capitanich, los titulares de Economía, Axel Kicillof, de Planificación, Julio De Vido, y el presidente de YPF, Miguel Galuccio.
La última audiencia que concedió Cristina Fernández en Olivos fue con Kicillof, Galuccio y el designado embajador ante la Unión Europea, el ex titular de Economía, Hernán Lorenzino, con quienes habría analizado el preacuerdo alcanzado con la petrolera española Repsol sobre la indemnización por la estatización del 51 por ciento de las acciones de YPF.
En tanto Capitanich, que conversó temprano con la prensa en la Casa Rosada en una costumbre que se impuso desde su asunción el miércoles último, recibió durante la jornada a ministros y gobernadores.
Por otra parte trascendió que las invitaciones para las reuniones que mantendrá con el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, y el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, se enviarán en las próximas horas y ambos encuentros se realizarán la semana próxima.
En esta jornada, el ministro coordinador se reunió con el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, con quien analizó, entre otros temas de la provincia, un programa de inversiones y empleo para el Ingenio La Esperanza, y en el curso de la semana conversará con los mandatarios de Mendoza, Francisco "Paco" Perez, y de Catamarca, Lucía Corpacci.
Capitanich recibió también al ministro de Defensa, Agustín Rossi, para estudiar las proyecciones de esa cartera en los próximos dos años que "incluye culminación y modernización del rompehielos Almirante Irízar", según explicó el propio jefe de Gabinete por twitter.
Asimismo hizo lo propio con el ministro de Ciencia y Tecnología, Luis Barañao.
En sus últimas apariciones, la Presidenta había comenzado a combinar el negro con otros colores. Pero ayer, por primera vez en tres años, Cristina Kirchner abandonó el luto riguroso que se impuso por la muerte de su marido, el ex presidente Néstor Kirchner, y lució una blusa blanca con transparencias.
La Presidenta, que desde su reaparición pública sólo había recibido en Olivos a algunos ministros y colaboradores muy cercanos, en la tarde de ayer amplió su agenda y recibió a empresarios, en este caso de la química alemana BASF.
Allí se mostró con una blusa blanca con transparencias y pantalón negro, abandonando quizá de manera definitiva el estricto luto que utiliza desde el 27 de octubre de 2010, cuando falleció Kirchner.
Luego de una ausencia de un mes y medio, tras la operación a la que fue sometida por el hematoma craneal que se le detectó, la primera muestra de que consideraba la posibilidad de poner fin al luto fue en el video que difundió el lunes de la semana pasada, desde Olivos, donde se presentó con un traje negro y camisa blanca.
Dos días después, Cristina Kirchner reapareció en la Casa de Gobierno para tomar juramento a los nuevos ministros y hablar a los militantes reunidos para recibirla en los patios internos de la Casa Rosada vestida con una chaqueta negra y una pollera estampada con vivos todos de gris plateado.
Ayer, retomó la gestión en la quinta de Olivos, mantuvo varias reuniones de trabajo y recibió a los empresarios de la química alemana. Y eligió para la ocasión mostrarse con una imagen renovada, en sintonía con la renovación que busca imprimirle a su gobierno, desgastado tras la derrota de octubre pasado y con la necesidad de encontrar oxígeno para los próximos dos años de gestión que tiene por delante.
Del encuentro con los empresarios alemanes participaron también el flamante jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y los titulares de Economía, Axel Kicillof; de Planificación, Julio De Vido, y el presidente de YPF, Miguel Galuccio.
La última audiencia que concedió Cristina Fernández en Olivos fue con Kicillof, Galuccio y el designado embajador ante la Unión Europea, el ex titular de Economía Hernán Lorenzino. Con ellos habría analizado el preacuerdo alcanzado con la petrolera española Repsol sobre la indemnización que debe pagar el Estado argentino por la estatización del 51 por ciento de las acciones de YPF.
Advierten que el precio podría duplicarse