"Nuestra prioridad es culminar con el proceso de normalización", dice el ejecutivo, quien asumió hace meses la tarea de hacer repuntar la producción y los resultados.
Poco más de 10 meses lleva Jorge Gómez como presidente ejecutivo de Collahuasi -la segunda minera privada más grande el país, controlada en partes iguales por Glencore-Xstrata y Anglo American-, y su tarea no ha sido fácil... debía repuntar los resultados de producción que, en su peor momento, eran sólo un cuarto de su potencial.
Ahora la situación en diferente. Será esta mina, ubicada en las cercanías de Iquique, la gran responsable del aumento de producción de cobre esperado en Chile. Es más, en lo que va del año la producción de Collahuasi presenta un 32% de aumento.
"2013 ha sido un año exitoso, sin lugar a dudas. Esta ha sido una compañía que ha pasado por momentos difíciles en el pasado reciente y, por cierto, estamos contentos con lo que hemos ido logrando en forma gradual durante el año", comenta Gómez, quien antes de asumir en la mina privada se desempeñaba en Codelco.
Los malos resultados gatillaron la intervención de los socios, aplicando una "terapia de shock" en el yacimiento que, internamente, denominaron proceso de "normalización". Un mayor enfoque en la rentabilidad inmediata significó la salida de cinco gerentes de primera línea y la creación de tres nuevas vicepresidencias.
"Las decisiones que se tomaron antes de mi llegada me hacen mucho sentido, y que en alguna medida nos facilitaron el trabajo a nosotros", dice.
Añade que "una de las claves para el mejor el desempeño ha sido la gente, porque los cambios más significativos se hacen a través de las personas y, en la medida en que uno los pueda convocar en un proyecto común con una sola visión, las cosas se facilitan".
Tan conocido es el potencial del yacimiento Collahuasi, que muchos esperaban que en los próximos años pudiera disputar el liderazgo de producción con Escondida -principal yacimiento de cobre del país, operado por BHP Billiton- y, para eso, se planteó una expansión de US$6.500 millones, la más alta de la historia para un privado.
Sin embargo, eso seguirá stand by. "No está en el foco inmediato. Nuestra prioridad es culminar con el proceso de normalización. Esa será una situación que se analizará en el momento adecuado", sostiene Gómez.
Añade que, desde su llegada, "tuvimos la claridad sobre qué cosas teníamos que abordar en primera instancia que es, precisamente, separar lo urgente de lo importante".