El Ministerio de Energía y Minas demora en darle luz verde al EIA del referido lote. Pluspetrol descartó que las nuevas exploraciones afecten a las comunidades indígenas en aislamiento.
La inversión de US$ 480 millones para perforar seis nuevos pozos en el lote 88 –ubicado en Cusco– no se desembolsarían en la fecha estimada por el Consorcio Camisea. Esta situación haría correr dos años su programa de exploraciones de un total de US$ 745 millones previstos para el periodo 2008-2014.
“Quizá se extienda hacia el 2016”, pronosticó Luis Silvestre, gerente ejecutivo de Pluspetrol Perú, la empresa operadora del Consorcio. Ya se invirtió US$ 265 millones en nuevas búsquedas en el lote 56, y ahora la expectativa está en conseguir la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del lote 88.
Sin luz verde
Hace un año presentaron el EIA al Ministerio de Energía y Minas (MEM), pero hasta el momento no hay luz verde. Por lo contrario, el documento fue motivo de una controversia al interior del Gobierno. Silvestre habló de la importancia de cumplir con los tiempos, pues los trabajos deben realizarse cuando no haya lluvias (mayo-octubre).
“Si sumamos todo el proceso –permisos secundarios, campaña sísmica, construcción de plataformas y traslado de equipos–, pasan como dos años hasta la perforación de un pozo”.
Pero Pluspetrol no quiere referirse a la demora como una “traba” en sus planes, porque les interesa que el “EIA del lote 88 se apruebe de manera sólida”, en palabras de Daniel Guerra, su gerente de Relaciones Institucionales.
Hay que recordar que el Ministerio de Cultura (Mincul) le hizo 83 observaciones al EIA del lote 88, donde anotó que el proyecto causaría “daños severos” en las comunidades indígenas en aislamiento. Pero luego las anuló, alegando que recibieron más información del MEM. Guerra argumentó que el Consorcio Camisea –en los once años que viene operando– no ha tenido un encuentro con indígenas no contactados. No puede asegurar si existen en la zona a explorar, pero sí que la empresa está preparada para no poner en riesgo su salud. “Tenemos un plan de contingencia antropológica –explicó–. Es un grupo de nativos y especialistas que salen a monitorear antes de los trabajos sísmicos o geológicos. Si hubiera alguien, ellos serían los primeros en entablar un contacto a través de un protocolo”. Igual función cumple su Programa de Monitoreo de Biodiversidad (PMB): “Dos veces al año, un grupo de científicos levantan una línea base de todas las especies. Y si comparando sus datos ven que hay alguna afectación, lo comunican”. Si es así, ¿cómo se explican las observaciones del Mincul? Guerra contó que no las respondieron, porque nunca le preguntaron a la empresa, mas no por “ocultar algo”. El problema estaría en el MEM: “Si crean una suspicacia, la tienen que aclarar. Nosotros solo explicamos que no hay riesgo para las comunidades”.
Reservas
Las nuevas exploraciones en el lote 88 (actualmente con 10 TCF) se ejecutarán bajo el supuesto de encontrar 6 TCF (trillones de pies cúbicos) de gas natural. “Son las reservas probables que entregamos al MEM. No quiere decir que vamos a encontrar eso. Pero es lo que consideran los técnicos de manera teórica”, dijo Guerra. En el lote 56 se perforaron cinco pozos y se encontró 1 TCF, sumando así 4 TCF.
“No estamos ampliando el lote. No se trata de áreas nuevas. Ya estamos trabajando allí: solo vamos a hacer trabajos de exploración dentro del mismo Lote 88”.
Daniel Guerra
Gerente de Relaciones Institucionales de Pluspetrol