(Por Daniel Bosque*) Muerto el perro se acabó la rabia, refraneaban anoche unos cuantos empresarios argentinos, muchos de ellos víctimas por años de los manejos arbitrarios y todopoderosos de un maltratador serial como lo fue el renunciado Guillermo Moreno.
Pero economía argentina, como la vida, es una película que debe continuar y la pregunta madre será hoy que características asumirá la Era KK (Kirchner+Kicillof) que acaba de colgar un cartel de bienvenida cuyo sublema es “intermediarios abstenerse”.
En una sola jornada el polémico Axel Kicillof, a quien el mundo de los negocios mira de reojo y con lógica desconfianza se confesó preparado ante los movileros para semejante cargo, logró hacer retroceder el Merval, al cual no le faltan razones, en su relativa pequeñez de capitales, para ir y venir en el serrucho, y se limpió al doble comando más complicado que se pudiera imaginar. “La economía soy yo”, dijo Moreno cuando intentaba vanamente vender BAADEs a los mismos empresarios a los que le complicó la vida empecinadamente, pero ahora no hará más daño, como dijo el banquero Jorge Brito, excepto en la embajada en Italia, lejos de polémicas y causas judiciales, como dicta el manual.
Nuevamente, la pregunta es Cuál es el Plan, si es que lo hay, en un escenario estrangulado por problemas. Kicillof muestra, con sus acciones personales en plena alza, la suma del poder, lo que lo convierte en el primer ministro de Economía de peso propio tras la lejana salida de Roberto Lavagna del gobierno nacional. Pero esta fortaleza es la que le deja sin excusas. Tumbada otra amante de los dogmas económicos, como Mercedes Marcó del Pont, y sin voces discordantes en su staff en todo caso sólo tendrá que imponerle sus galones al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, quien ahora sólo tiene que recaudar más, sin entrar en polémicas.
“Queremos que ustedes ganen dinero, mucho dinero” dijo el entonces viceministro de Economía a los petroleros en su almuerzo de diciembre de 2012. Estaba allí en ejercicio del poder real de esa cartera y en calidad de responsable de los decretos 1277 y 1278/12 que organizaron el mundo del oil&gas alrededor de la “Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas” (sic) tras la confiscación de los activos de Repsol en YPF. El arco energético será precisamente, el gran desafío del golden boy de Cristina, que debutó hace escasos tres años en Aerolíneas Argentina y desde entonces ha mostrado un ascenso meteórico.
El campo que deberá transitar está verdaderamente minado, no sólo porque los mercados no son guarangos como los pasajeros que le insultaron en Buquebus, pero cuando dan la espalda muestran su poder de fuego. Sin Moreno para apretar con congelamientos de precios y con una factura energética que se lleva buena parte de la renta exportadora del agro, la meta es llegar a 2015 con la nave a flote. Los subsidios, las tarifas políticas, el monumental gasto público, el rapto de rentas provinciales por parte de la Nación, se mixturan en escenario en el que aparecen pinchadas las inversiones, devaluada la moneda, igual que los salarios por la inflación que no cesa, y en el que pareciera no haber espacios, en el actual contexto político, para un tratamiento de shock de precios y tarifas.
Además, deberá tomar nota del cambio climático, en la sociedad y en el peronismo, que acaba de darle al gobierno a uno de sus destacados, Jorge Capitanich, que en la retórica previa se ha mostrado partidario de crear condiciones favorables para la inversión y el dinamismo económico. La cosa es por donde empezar y quienes serán ganadores y perdedores en el nuevo recetario.
Ayer Télam distribuyó elogios de empresarios, como Carlos Bulgheroni y Eduardo Eurnekian, al flamante ministro al que la mitad del periodismo económico lo ve como un joven brillante y la otra mitad le atribuye responsabilidades directas en la debacle y las complicaciones que han devenido en la Argentina desde la aplicación del cepo cambiario y decenas de medidas relacionadas.
Se acabaron las excusas y la Babel entre funcionarios que floreció en los días de reposo de Cristina. Ahora reina Superaxel. Bienvenidos a la Era KK.
Simpático video. "Nos gusta que ganen mucho" (Axel a los petroleros)