Consciente de que el déficit energético llegó para quedarse y que la producción gasífera local continuará cayendo, el Gobierno sigue anticipando los suministros externos de GNL (gas natural licuado) para cubrir la demanda del próximo año.

Tras haber cerrado en octubre la importación de 100 cargamentos de gas por barco para 2014-2015 por un monto cercano a los US$ 4.500 millones, ahora la administración kirchnerista reforzó la provisión del próximo año con otras 15 cargas destinadas a las regasificadoras de Bahía Blanca y Escobar.

Pese a la falta de información oficial tanto de YPF (la encargada de licitar las compras), como de la estatal Enarsa (la responsable final de los pagos); Clarín pudo confirmar en fuentes del sector que las nuevas cargas–que implicarán un desembolso de divisas en torno de US$ 675 millones–quedaron repartidas de la siguiente manera: –En el caso de Bahía Blanca, las 10 cargas que estaban en juego se adjudicaron a la rusa Gazprom.

–De los 15 cargamentos licitados para Escobar sólo se pudieron contratar 3 a la brasileña Petrobras y 2 a la española Gas Natural Fenosa (GNF). Quedaron sin cubrir 10 cargas por falta de oferentes.

Con estas compras, el Gobierno ya tiene asegurada para 2014 una provisión de 65 cargamentos de GNL y– según las estimaciones oficiales y privadas–aún le faltan conseguir otras 35 cargas para alcanzar el suministro récord de 100 barcos que está previsto para tapar el “agujero gasífero” que no puede atender la producción doméstica.

La extracción local de gas acumula más de 100 meses de registros negativos. Pese a la mejora lograda en los últimos meses por YPF, que representa apenas del total, este año la producción total va camino a cerrar con una nueva caída del 5%. Y para 2014, las proyecciones de los especialistas anticipan otra baja anual cercana al 4%.

Por un polémico convenio que impuso el ahora ministro de Economía, Axel Kicillof; desde el año pasado la petrolera que comanda Miguel Galuccio “gestiona y licita” las compras de GNL por “cuenta y orden” de Enarsa. Por esa tarea de “intermediaria”, YPF embolsa una comisión anual de $ 50 millones que se cubre con los recursos públicos del “Programa de Energía Total” (PET).

Mientras aguardan una nueva licitación para antes de fin de año, los proveedores de GNL siguen con atención la definición que debería tomar en los próximos días la justicia federal en la causa abierta contra YPF y Enarsa por haber adjudicado un megacontrato de US$ 2.250 millones a la española GNF. Según la medida cautelar vigente, esa empresa no estaba habilitada para presentar ofertas.