Refinerías de metales; plantas de baterías de litio; centros de investigación para la innovación son algunos ejemplos sobre la búsqueda de agregar valor a la industria
Mucho se habla sobre la minería pero poco se conoce acerca del trabajo científico que respalda a esta actividad. De hecho, cientos de científicos trabajan para que el sector alcance estándares cada vez más altos. Varias mineras han encargado trabajos de investigación para mejorar la calidad. Proyectos de refinerías de metales, plantas de baterías de litio, inauguraciones de laboratorios especializados, nuevos centros de investigaciones para la innovación del sector minero son ejemplos de la búsqueda de agregar valor a la industria minera.
Por caso, la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA) creó el Laboratorio de Tecnología de Información Geoespacial, primero del país, para fomentar las investigaciones científicas y tecnológicas y mejorar la gestión de la información geográfica. Este servicio posibilita alcanzar estándares internacionales de calidad para mejorar la gestión y los servicios de la información geográfica.
La provincia es sede del Instituto de Investigaciones Mineras (IDIM), cuyo objetivo es integrar los conocimientos científicos de los investigadores con el medio social y productivo. Esta iniciativa, creada por la Facultad de Tecnología y Ciencias Aplicadas de la UNCA, beneficia a la comunidad universitaria y de la provincia al aportar una mirada científica al desarrollo minero sustentable. Asimismo, Catamarca está próxima a lanzar un laboratorio biominero destinado a impulsar alternativas biotecnológicas sobre diferentes minerales, con el fin de acceder a nuevos procesos de purificación y concentración.
En tanto, el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, anunció la creación de un centro para la investigación y desarrollo del litio. De esta manera, la provincia tendrá el primer centro en la Argentina para la investigación, capacitación y desarrollo de la cadena de litio.
A esta iniciativa hay que sumar el proyecto de construcción de la primera planta de batería de litio de la Argentina, que prevé una producción de tres millones de unidades por año. El proyecto, que se realiza en Catamarca, está a cargo de la cordobesa Sol.Ar, conformada por capitales públicos y privados, y alberga a científicos y técnicos de instituciones como las universidades nacionales de Córdoba (UNC) y La Plata (UNPL); el Conicet y la Comisión de Energía Atómica (CNEA).
El desarrollo de este tipo de baterías es fundamental para producir celulares, computadores y otros aparatos electrónicos. También, para el desarrollo de equipos de energía eólica y solar, automóviles y motocicletas eléctricas.
También asoman los primeros indicios para que el país tenga sus propias plantas de refinería de metales. En Santa Cruz, el intendente de Caleta Olivia hizo pública su intención de contar con una refinería de oro cerca de la zona de Macizo Deseado. Por su parte, San Juan también planea su planta aurífera al igual que Catamarca, a través de la empresa Yacimientos Mineros Aguas del Dionisio.