La caída en los precios internacionales de los minerales, sumada a algunas decisiones del Gobierno consideradas antipáticas por los inversores, sumió en una profunda crisis al sector de exploración minera, una de las estrellas del boom de esa industria que vivió el país en la última década.

De acuerdo con números del Grupo de Empresas Mineras Exploradoras de la Argentina (Gemera), que reúne a las empresas de ese segmento, el país recibirá unos 30 millones de dólares destinados a la búsqueda de minerales en la actual campaña exploratoria. Es un número ínfimo si se lo compara con los US$ 350 millones del período 2010/2011 -cubre sólo un 8%- y se ubicará en el peldaño más bajo de una serie de caídas sucesivas. Por caso, de acuerdo con las cifras del mismo organismo, en la campaña pasada, que terminó en abril, el país recibió desembolsos por 110 millones de dólares; poco más de un 30% de la cifra del año anterior.

Si se mide en términos de empresas con actividad en el país, la realidad parece más cruda aún. De acuerdo con Julio Ríos Gómez, presidente de Gemera, en la campaña 2007 hubo 162 empresas dispersas en la geografía argentina buscando oro, plata, litio y cobre, entre otros minerales. Era el boom del sector. En 2010/2011 la lista se resumió a 80 compañías, mientras que hoy, de acuerdo con sus números, no quedan más que 25 empresas en operaciones.

"Quiero dejar bien en claro que no se van a ir; la actividad va a continuar. Pero también es cierto que tienen problemas para definir, en Europa, los presupuestos de exploración en la Argentina", explicó el directivo a LA NACION.

Los últimos números son doblemente malos. No sólo por el lado de la generación de empleo, sino desde la perspectiva cambiaria, uno de los factores que más inquietan a la presidenta Cristina Kirchner. Sucede que las mineras junior, encargadas de esta clase de trabajos, ingresan dólares al país. Y en segundo término inician los proyectos que luego tomarán empresas más grandes, que a partir de ellos exportarán oro y plata e ingresarán divisas a través de la exportación.

El mercado de exploración minera tiene un funcionamiento específico. El 80% de las empresas que se lanzan a buscar nuevos recursos mediante inversión puramente de riesgo, es decir, en zonas donde no están en marcha proyectos en producción, son pequeñas. Se las denomina empresas junior. Se trata de compañías que habitualmente se fondean mediante la emisión de acciones en plazas amistosas con esa clase de iniciativas, como las bolsas de Nueva York, Londres y Toronto.

Si sus proyectos derivan en descubrimientos, suelen vendérselos a compañías de mayor tamaño, que llevan adelante la explotación. Los ejemplos más conocidos en la Argentina son la canadiense Barrick, BHP, Anglogold, Vale, Río Tinto y la inglesa Xstrata, principal accionista de la mina Bajo La Alumbrera, que fue recientemente adquirida por Glencore.

El éxito de las junior depende de que convenzan a los inversores de que tienen una concesión interesante para explorar. Los precios de los metales digitan el buen humor de los inversores. Esa variable fue en picada en los últimos dos años, cuando se registró una caída sostenida de los valores del oro y de la plata, las principales referencias. "Las empresas junior empezaron a sentir el efecto. Se cayó totalmente, hoy cualquier empresa hace un descubrimiento, avisa lo que descubrió y el mercado no reacciona", resumió Ríos Gómez.

Las decisiones cambiarias de la Argentina en los últimos años terminaron de conducir el camino hasta la crisis actual. La explicación del presidente de Gemera es sencilla. Cuando los encargados de definir las inversiones ven que el Gobierno no permite distribuir utilidades en el exterior, se encienden las luces de alerta. Más aún cuando ven la inflación, que impacta en sus costos, y las asimetrías de los diversos tipos de cambio que deben tomar en cuenta. Por caso, ingresan dólares al país bajo la cotización oficial, pero algunos proveedores les cobran sus servicios con la referencia del dólar blue.

La crisis del sector minero se completa con la salida de la brasileña Vale de su proyecto de potasio en Mendoza. Esa iniciativa, que la presidenta Cristina Kirchner había valorado por su futura capacidad exportadora, no sólo cercenó la posibilidad del ingreso de divisas por las ventas al exterior, sino que también frenó un desembolso estimado en 3000 millones de dólares. Los problemas de Barrick son parte de esa lista.

DEL BOOM A LA CRISIS

30 Millones de dólares
Es lo que se espera captar en esta campaña exploratoria por parte de las empresas privadas, que en su mayoría se financian en mercados externos. Es apenas un 8% de lo que recibió el país en los años 2010 y 2011, en pleno boom de la actividad

Menos empresas
Las denominadas mineras junior son las encargadas de explorar. En 2007 había 162 empresas dedicadas a esa tarea, mientras que este año no habría más de 25 compañías dedicadas a la búsqueda de nuevos recursos de oro y plata