CEDINES: EL BALNQUEO SE AGOTA SIN PENA NI GLORIA. MORENO PEDIRÁ EXTENDER EL BLANQUEO
El blanqueo se agota con pena y sin gloria: US$ 154 millones
Clarín. Por Gustavo Bazzan
Lo anunció
Cristina Kirchner en mayo, y desde entonces lo defendieron con energía, de mayor a menor,
Guillermo Moreno, Axel Kicillof, Ricardo Echegaray, Hernán Lorenzino y no le quedaba otra
Mercedes Marcó del Pont.
Pero ni aún así, el blanqueo de capitales logró seducir al capital.
Restan solo seis días hábiles, hasta el lunes 30 de setiembre, para ingresar a la operatoria. Pero los montos informados hasta ahora señalan un fracaso estrepitoso.
Se esperaban 4.000 millones de dólares y entraron apenas 154 millones hasta el viernes último. Del total de Certificados de Depósitos de Inversión (Cedin) emitidos, cerca de 45 millones se volvieron a convertir en dólares billete, luego de habérselos utilizado en una operación inmobiliaria. Los datos son menos precisos en cuanto a la emisión de Baade, sigla de Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Energético. Se estima que emitieron títulos por no más de 30 millones de dólares, lejos del cupo de emisión, fijado en 2.000 millones. Es un bono que vence en 2016 y rinde el 4% anual. Un bono similar de los que ya está en el mercado rinde cerca del 10%.
Está clarísimo entonces que no se cumplieron las dos premisas básicas que justificaban desde el discurso oficial este blanqueo: ni se reforzaron menguantes reservas del Banco Central ni se generó una reactivación del sector inmobi- liario. Tampoco apareció plata para financiar inversiones energéticas.
Al contrario de lo que le gusta decir a la Presidenta, nada que se parezca a una operación win- win (en la que todos ganan, el Gobierno y el blanqueador de dinero).
Desde el Gobierno se insiste aún, en que hay que esperar la fecha de cierre, porque "la plata grande entra sobre la hora". Nada parece indicar que eso sea factible.
El resultado de las PASO y las encuestas que miran a los comicios del 27 de octubre hablan de un gobierno debilitado. Otro motivo para desentenderse de este blanqueo.
Por el lado del Cedin su pene- tración en el mercado de la cons- trucción e inmobiliario fue menos que marginal. Se realizaron pocas operaciones inmobiliarias y transacciones dentro del rubro construcción, que también se podían pagar con esta cuasimoneda dolarizadas.
Tampoco funcionó como alter- nativa al dólar blue. Desde su lan- zamiento, no se concretó una sola operación de compra y venta de Cedin en la Bolsa de Comercio.
Guillermo Moreno había imagi- nado que el Cedin iba a transarse en el mercado secundario y así quitarle presión al dólar blue. Las pocas veces que se presentó una propuesta de compra, el precio a pagar nunca superó los 7,50 pesos.
Muy poco ante el dólar paralelo, que hoy navega cómodo arriba de $ 9,30.
¿Qué queda por delante? Un cie- rre silencioso de la operatoria el 30 de setiembre o, a lo sumo, una prórroga. Por ahora los funcionarios callan y no dejan trascender su opinión. Ni sobre el resultado obtenido hasta ahora ni sobre un posible estiramiento del blanqueo.
De la euforia con que Moreno y Kicillof explicaban las virtudes del blanqueo no queda nada.
En el sector inmobiliario que adhiere al discurso oficial en pú- blico, pero opina con sorna en privado perdieron toda esperanza de reactivación por esta vía.
Allí reconocen que si hay un re- bote de la actividad es por dos vías: ahorristas que cambian dólares en el mercado informal para financiar una obra (los costos en dólares cayeron sensiblemente), e inversores que tiene pesos de sobra y los colocan en fideicomisos al costo.
El blanqueo entonces será recor- dado, tal vez, como una nueva gran idea del equipo económico que volvió a marcar la distancia entre la realidad vista por los funcionarios y la realidad, a secas.
Previsible: Moreno pedirá a CFK que extienda blanqueo
Ámbito Financiero. Por Carlos Burgueño
Guillermo Moreno, en persona, intentará convencer a Cristina de Kirchner para que decida firmar el decreto de prórroga del blanqueo impositivo por tres meses más, hasta diciembre de este año. El sistema de exteriorización de capitales, que al viernes contabilizaba
unos u$s 145 millones ingresados, vence el último día hábil de septiembre (el próximo lunes) y por ley puede tener una automática extensión por tres meses más y una duración total de seis meses. Sin embargo, la definición sobre este punto será privativa de la jefa de Estado; según le dejó en claro a todos los integrantes del equipo económico que en su momento respaldó el llamado.
Al comienzo del llamado, la decisión de extenderlo hasta fin de año estaba casi definida. Sin embargo, la poca respuesta positiva que tuvo el régimen de exteriorización hace ahora dudar al Ejecutivo. Es aquí donde reingresa en escena la figura de Moreno. El secretario de Comercio Interior está convencido de las bondades del régimen, que tiene su copyright general, y considera que son las circunstancias políticas las que atentaron contra su éxito, al menos moderado. Según el funcionario, el hecho de haber lanzado el blanqueo en medio de una campaña electoral y que haya sido el epicentro de los misiles opositores, atentó contra el activo fundamental que un régimen de este tipo tiene que tener: la confianza. Moreno además considera que la atención que el Gobierno debe tener en su aparato de campaña para las elecciones del 27 de octubre, hizo que los esfuerzos para mantener vivo el interés en la exteriorización de capitales prácticamente desaparezca. Con la misma lógica, el secretario considera que luego del día de votación y cualquiera sea el resultado, las posibilidades de mejora en el interés de exteriorizar capitales aumentarán. Además, afirman dentro del equipo económico, cuando se desvanezca el miedo a que la oposición logre reactivar el llamado a revisar hacia atrás a los contribuyentes que se sumen al plan, habrá también más interés y confianza en el plan.
El secretario además asegura tener datos concretos que apuntan a que, mal que mal, el dinero que se blanquea a través de los Certificados de Depósito de Inversión (CEDIN), es lo que está manteniendo vivo el régimen y que si la exteriorización de capitales desapareciera, la situación del mercado inmobiliario sería aún peor. Moreno lleva consigo la opinión de las cámaras del sector (tanto inmobiliarias como de la construcción) donde se reclama la extensión del sistema hasta diciembre. Moreno asegura que con estos argumentos podrá convencer a la jefa de Estado. Si hay espacio en la potencial conversación, pedirá también que (aunque sea cuando termine la campaña política), haya voluntad oficial de incluir al blanqueo (y, si se puede, también a la por ahora fallida) Supercard; en los programas propagandísticos que el Gobierno nacional despliega por diferentes medios de comunicación. El funcionario hará el mismo pedido a los privados para que insistan en sus solicitadas en los diarios y medios gráficos sobre las bondades del blanqueo. Moreno sabe que en su cruzada no tiene la vocación y vehemencia que hace algo más de tres meses, cuando se lanzó el sistema. Sin embargo, sabe que el ministro Hernán Lorenzino y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, están de acuerdo con continuar con el blanqueo; y que una eventual segunda etapa será mejor que la primera. Es dentro del ala política del Ejecutivo donde en realidad aparecen las dudas sobre la extención.
Según los datos del Banco Central, en los últimos días de la semana pasada la demanda por ingresar en el sistema de exteriorización aumentó, aunque aún a un ritmo sideralmente lejano a lo que esperaba el Gobierno al lanzar el llamado. Hasta el viernes se habían cambiado unos 3.650 CEDIN por un total de u$s 145 millones, de los cuales la entidad que maneja
Mercedes Marcó del Pont pagó u$s 51 millones. Si se mantuviera la tendencia del jueves y viernes pasado, el régimen superaría los u$s 200 millones de los cuales unos u$s 100 millones podrían pagarse.