El Gobierno anunciará esta semana el ranking en el que quedaron los consorcios interesados en construir dos represas en Santa Cruz, la obra de infraestructura que más interesa a la Casa Rosada. La licitación provocó cruces entre empresarios cercanos al kirchnerismo, que pretenden adjudicarse el valuado en US$ 5 mil millones. Entre el lunes o martes próximos se dará a conocer el “orden de mérito” confirmaron a PERFIL allegados a la Unidad Técnica Mixta de Evaluación (UTME).
El consorcio que mayores chances tiene de ganar la compulsa, agregaron, es el liderado por Electroingeniería, la empresa de Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra que está integrado, además, por la china Gezhouba e Hidrocuyo. Lo curioso es que la UTE –al igual que el resto de los oferentes– no presentó una propuesta de financiamiento en firme, uno de los principales requisitos que exigía el pliego.
Electroingeniería presentó dos cartas de intención de los bancos chinos CDB (China Development Bank) y BoCom (Bank Communication Limited), por US$ 4.007 millones y US$ 707 millones, que en la hoja de términos y condiciones aclaran que “los términos establecidos son indicativos y para fines de debate y no constituye una oferta para organizar y financiar el crédito”. “Su disponibilidad está sujeta a la debida diligencia y aprobación del gobierno (chino)”, advirtieron los bancos.
El mismo texto figura en la propuesta financiera del grupo encabezado por Austral Construcciones, del empresario ultrakirchnerista Lázaro Báez, junto con la china Sinohydro e Iecsa. En tanto que la UTE entre Panedile, la rusa Helport e Isolux previene que el financiamiento depende de “la confirmación por parte de Vnesheconombank (Banco Ruso de Desarrollo) de la rentabilidad del proyecto”. Y el consorcio entre Impsa, Odebrecht y Alstom presentó una carta del Bndes que aún no fue aprobada por su comité de financiación.