El Consejo de Administración de Repsol analizará este miércoles una propuesta que la argentina YPF ha trasladado a través de la mexicana Pemex a la española para intentar cerrar el conflicto sobre la expropiación, según fuentes cercanas al consejo. Las posibilidades de que prospere la oferta son mínimas, pues el contenido de la propuesta es más una invitación a Repsol a invertir y aportar fondos al desarrollo del campo de Vaca Muerta que una auténtica indemnización.
El Gobierno argentino y la compañía quieren cerrar el conflicto porque la existencia de demandas legales internacionales dificulta atraer las inversiones necesarias para desarrollar los yacimientos de gas y petróleo de esquisto (shale). Sin embargo, la propuesta de YPF es solo ofrecer una participación minoritaria del 47% en una parte muy pequeña (en torno al 6%) de los activos de Vaca Muerta y dar un 2% a Pemex por sus gestiones mientras que YPF mantendría el 51%. Aunque YPF ha trasladado en su propuesta que esos activos están valorados en 3.500 millones de dólares, esa tasación parece enormemente inflada. Además, harían falta grandes inversiones para desarrollar esos campos, con lo que en la práctica lo que estaría solicitando Argentina es que Repsol invirtiese más dinero en el país.
La propuesta fue trasladada por Pemex a la empresa española y sus principales accionistas hace algunas semanas. Ahora, tras el estudio de sus implicaciones, será el Consejo de Administración el que se pronuncie, pero el hecho de que la oferta sea tan pobre hace casi seguro el rechazo.
Por Martín Rodríguez Yebra | LA NACION
MADRID.- Después de un primer intento fallido, el gobierno de Cristina Kirchner cambió de interlocutor y transmitió a la petrolera Repsol otra propuesta informal para destrabar el conflicto abierto hace un año por la expropiación de YPF.
Ahora es la estatal mexicana Pemex la encargada de mediar, según confiaron fuentes empresariales y políticas de la Argentina y España. Emilio Lozoya, presidente de Pemex, se reunió los últimos días de mayo en Buenos Aires con el CEO de YPF, Miguel Galuccio, y con otros funcionarios kirchneristas. De allí voló a Europa con un borrador de acuerdo que trasladó a los principales directivos de Repsol.
Pemex -que tiene el 9,4 por ciento de las acciones de Repsol- ha mostrado interés en los últimos meses en ampliar sus negocios en América del Sur. Vaca Muerta, el megayacimiento patagónico de shale gas, parece hecho a medida de esos objetivos. Pero el litigio por la expropiación entorpece cualquier movimiento.
Las condiciones que ofrece ahora el Gobierno no variaron demasiado desde el primer sondeo, que fracasó rotundamente: compensar a Repsol con la cesión de unos 1500 millones de dólares en bonos y efectivo más una participación minoritaria en una nueva empresa controlada por YPF que se encargaría de explotar una parte de Vaca Muerta.
El dinero debería ser reinvertido en la sociedad. Además, la petrolera española tendría que comprometerse a retirar todas las demandas internacionales contra la Argentina que hoy complican la aparición de inversores internacionales para Vaca Muerta.
La anterior oferta extraoficial había sido transmitida a través de Isidro Fainé, presidente del grupo La Caixa (el mayor accionista individual de Repsol, con un 12,8%). En esa oportunidad, se prometía la cesión de un 19% de las acciones en la nueva empresa, que tendría potestad para explotar un campo equivalente al 30 por ciento del yacimiento estrella de YPF.
La versión remozada le concedería a Repsol un 47 por ciento en el joint venture con YPF, en el que Pemex tendría por su cuenta un 2 por ciento. Pero el terreno de la concesión sería menor.
Después de ver a los funcionarios argentinos, el mexicano Lozoya tuvo reuniones en Barcelona con Fainé, con Antonio Brufau, presidente de Repsol, y con directivos de la constructora Sacyr, que tiene el 10% de las acciones de la empresa. También entró en contacto con funcionarios del gobierno de Mariano Rajoy, confirmaron fuentes españolas.
En la Casa Rosada se ilusionan con que la gestión pueda aglutinar a los grandes inversores de Repsol y debilitar a Brufau, a quien Cristina Kirchner percibe como el gran enemigo a vencer en esta batalla.
Por eso el Gobierno apuntó primero al banquero Fainé, de histórica rivalidad con Brufau. En el camino se habría involucrado -según fuentes al tanto de las gestiones- al magnate Carlos Slim, que es socio de La Caixa y dueño de una porción de YPF. Tiene, también, una indudable influencia sobre el gobierno mexicano y cuenta entre sus principales asesores a Juan Manuel Abal Medina, el padre del jefe de Gabinete kirchnerista.
Si se toman en cuenta los antecedentes, las probabilidades de llegar a un acuerdo de estas características son todavía lejanas.
Aquella primera oferta fue rechazada por unanimidad en el directorio de Repsol. Poco después, Brufau anunció en la junta anual de accionistas de la petrolera que está dispuesto a negociar, pero siempre que se le otorgue una compensación justa por la expropiación. "No queremos recuperar YPF; queremos que se nos pague lo que corresponde", dijo.
Negociación con condiciones
En Repsol sostienen que no firmarán un acuerdo que amenace la recuperación exhibida por la empresa después del sablazo que le aplicó la Casa Rosada.
Cuando se conoció el primer borrador del acuerdo, un informe del Credit Suisse advertía sobre los riesgos de aceptar una compensación que no fuera en efectivo, sino en concesiones petroleras. Los analistas del banco consideraban imprescindible en ese caso que los activos fueran monetizables, que se pudieran repatriar los dividendos de la eventual operación y que los precios del petróleo fueran liberalizados, entre otras condiciones que suenan imposibles en una negociación con el gobierno kirchnerista.
Además, habría que determinar con qué criterio se van a establecer los valores de los terrenos de Vaca Muerta que entrarían en la compensación.
Repsol reclama ante el comité arbitral del Banco Mundial (Ciadi) un pago de 10.500 millones de dólares por el 51 por ciento de YPF expropiado por el Gobierno en abril de 2012. Fuentes del sector estiman que un acuerdo amistoso no llegará a firmarse por menos de 6000 millones de dólares. Analistas financieros calculan que lo que ofrece la Argentina se acercaría a unos 3000 millones.
Una solución de este tipo podría ser beneficiosa para Pemex, que ya dejó trascender su intención de reducir su participación en Repsol, al tiempo que busca expandirse hacia América del Sur.
Parece claro que Brufau insistirá en su rechazo a la oferta argentina, mientras que hay dudas sobre si Fainé puede considerarlo atractivo para La Caixa, una entidad necesitada principalmente de dinero en efectivo.
Brufau, al presentar el nuevo plan de Repsol, a fines de mayo.
El consejo de administración de Repsol analizará en su próxima reunión una propuesta presentada por YPF para alcanzar una solución negociada con el Gobierno de Argentina, oferta en la que ha mediado su socio Pemex, según explicaron fuentes empresariales.
La Caixa, Sacyr y Pemex, los tres mayores accionistas de Repsol (12,2%, 9,5% y 9,3%, respectivamente) han presionado a su presidente, Antonio Brufau, para que llegue a un acuerdo con Argentina antes de mediados de julio y obtenga algún resultado.
En todo caso, las probabilidades de que prospere la oferta de la compañía argentina son escasas, ya que Repsol no obtendría una auténtica indemnización y se vería abocado a invertir y aportar fondos al megayacimiento de Vaca Muerta, que fue precisamente uno de los motivos de la expropiación.
Un acuerdo sobre YPF permitiría al Ejecutivo argentino acabar con la percepción del país como un entorno poco seguro para las inversiones, acrecentada con la expropación a Repsol, y atraer de esta forma capital extranjero para explotar sus enormes reservas de hidrocarburos no convencionales.
Volver a Vaca Muerta
El diario 'El País', que adelanta la propuesta de YPF, indica que el acuerdo consistiría en ofrecer a Repsol un 47% en una sociedad conjunta, en la que la petrolera argentina tendría un 51% y Pemex, el 2% restante.
Esta sociedad conjunta tendría a su vez acceso a una parte muy pequeña, de apenas el 6%, de los yacimientos de Vaca Muerta. YPF valora en 3.500 millones de dólares (2.700 millones de euros) el valor de estos recursos.
La propuesta presenta pocas probabilidades de éxito, porque la tasación de la sociedad conjunta parece inflada y porque Repsol tendría que movilizar grandes inversiones para explotar los recursos, lo que a efectos prácticos supondría dedicar esfuerzos a una empresa en la que no tendría el control, en vez de recibir la indemnización adecuada por la retirada del control de YPF.
Pemex trasladó hace unos días la propuesta tanto a Repsol como a los principales accionistas de la petrolera.
El consejo de Repsol evaluará el miércoles una propuesta sobre YPF
Reuters
El consejo de administración del grupo petrolero español Repsol analizará el miércoles una oferta de compensación del Gobierno argentino sobre la expropiación de YPF que habría sido trasladada a través de Pemex, la petrolera mexicana que está en el accionariado de la española.
"Argentina trasladó la propuesta por mediación de Pemex y el consejo de administración va a estudiarla previsiblemente el miércoles", dijo una fuente conocedora de una propuesta que no incluiría compensación en efectivo y que estaría muy lejos de las pretensiones de la petrolera.
Un portavoz de Repsol no quiso hacer comentarios sobre el contenido de la reunión del consejo, aunque reconoció que la estrategia sobre la recuperación de valor en la expropiación de los activos argentinos corresponde al máximo órgano de gestión.
Los analistas de Bankia Bolsa, que citan una conversación con la propia Repsol, explican que la oferta incluiría 1.500 millones dólares en bonos del estado argentino y un 47 por ciento de una participación del seis por ciento de Vaca Muerta que la propia YPF valora en 3.500 millones de dólares.
Los analistas de Bankia Bolsa valoran la oferta en unos 3.800 millones de euros, por debajo del valor en libros del 51 por ciento de YPF expropiado a Repsol (5.500 millones de euros). Aunque reconocen que la oferta es claramente inferior a lo que reclama Repsol, los analistas del banco consideran que "puede ser un comienzo para continuar negociando".
El Consejo de Administración de Repsol consideraría el próximo miércoles, a iniciativa de Pemex, uno de los accionistas principales, una nueva propuesta del Gobierno argentino para solucionar el conf licto planteado por la expropiación del 51% de YPF. Repsol reclama US$ 10.500.000 millones de indemnización.
Esta segunda iniciativa le fue transmitida al titular de Pemex, Emilio Lozoya, por el presidente de YPF, Miguel Galuccio, a finales de mayo en una reunión en Buenos Aires. El titular de Pemex viajó a Madrid hace dos semanas y comunicó al presidente de Repsol, Antonio Brufau, el plan argentino tal como se lo transmitió Galuccio.
"La estrategia para la recuperación del valor de la expropiación de YPF se decide en el Consejo de Administración, que es el único que tiene capacidad para ello", confió una fuente de Repsol.
El nuevo planteo argentino repite en parte el anterior. Repsol cobraría US$ 1.500 millones en bonos, que deberían ser reinvertidos hasta completar una participación minoritaria en una sociedad que explotará una porción de Vaca Muerta, el inmenso yacimiento de petróleo y gas no convencional. En esta segunda propuesta, hay un aumento de 43% a 47% en la participación que Repsol tendría en esa sociedad. Pemex dispondría de un 2% e YPF, el 51%. Repsol debería retirar las querellas judiciales contra Argentina.
El plan argentino está siendo estudiado por Brufau y un grupo de especialistas de Repsol entre quienes se encontraría Tomás García Blanco, ex director de exploración de YPF en Argentina y considerado el descubridor de Vaca Muerta.
Una de las críticas de los especialistas de Repsol a la primera propuesta argentina es que los activos estimados por YPF estaban sobrevalorados. Algo similar ocurre con el segundo plan. La nueva empresa entre Repsol, YPF y Pemex obtendría los derechos de explotación de una superficie del yacimiento de Vaca Muerta que significa el 6% del negocio total.
Las concesiones corresponden a los campos de Bajada de Añelo, Bandurria, La Amarga Chica y Aguada del Chañar.
Varias fuentes consultados por "Clarín" estuvieron de acuerdo en que, con toda probabilidad Brufau rechazará esta segunda iniciativa argentina. Siendo la más poderosa voz en el Consejo Directivo influiría para propiciar una decisión negativa de la entidad.
El planteo inicial argentino fue rechazado por el Consejo Directivo de Repsol el 3 de marzo. Se reiteraba la "mejor disposición para facilitar una resolución acordada de indemnización siempre dentro la exigencia legítima de que ello cubra la completa recuperación del valor de lo expropiado". Ante la Asamblea General de Accionistas celebrada recientemente en Madrid, Brufau había dicho que no les interesaba "la recuperación de bienes (aludiendo a YPF) sino el pago del precio justo". Esta posición fue respaldada por la casi totalidad de los votos de los accionistas.
Por su parte, Pemex ya ha comunicado a las autoridades de Repsol su intención de vender su 9,56% de Repsol por 2.015 millones de euros. Después, iniciará una negociación con YPF para participar con una gran inversión en la explotación de Vaca Muerta.
En contra. Antonio Brufau ya votó en contra de la primera oferta.
