Rafael Ramírez Carreño es un funcionario clave del gobierno de Hugo Chávez. Desde 2002 está al frente del estratégico Ministerio de Energía y Petróleo y a partir de 2005 asumió también la conducción de Petróleos de Venezuela (Pdvsa). La semana pasada estuvo en Buenos Aires para trabajar en la implementación del acuerdo entre Pdvsa e YPF que Chávez y Cristina Fernández de Kirchner sellaron el martes. El viernes por la tarde, Ramírez recibió a Página/12 en las oficinas que la petrolera tiene en Buenos Aires para dar detalles de ese acuerdo. El objetivo principal es incrementar la producción en los campos que ambos países ya comparten en Venezuela y con esos activos apalancar las inversiones en Argentina.
–¿Por qué decidieron asociarse con YPF ahora?
–Es el mejor momento, porque ahora YPF es una empresa bajo control del Estado argentino y se abre la posibilidad de profundizar el desarrollo de proyectos que obedecen a una estrategia de los dos países y no de las transnacionales. La estrategia de las transnacionales apunta a maximizar sus ganancias y están de espaldas a las necesidades del país. Cuando se produce la nacionalización de YPF y se declara de interés público el abastecimiento del mercado interno, está claro que la tarea de la nueva empresa debe ser proveer esa seguridad energética. Argentina es un país con producción agrícola e industrial que consume mucha energía y se observa que esa demanda va a seguir creciendo. Por eso ya estamos trabajando en conjunto para hacer un plan que responda a los intereses del pueblo argentino.
–Luego de la expropiación, Repsol amenazó con iniciarles acciones legales a las petroleras que se asocien con YPF.
–Vemos con cuidado esas declaraciones de Repsol y la única explicación que le podemos dar es que son resabios del colonialismo. Los españoles actúan todavía como si fueran una gran potencia imperial. Cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la nacionalización de YPF reaccionaron de una manera prepotente y destemplada. Incluso propusieron un boicot a los productos argentinos. Nosotros desde el primer día manifestamos nuestro apoyo irrestricto al gobierno argentino y a su empresa nacional de petróleo. Pdvsa va a acompañar a YPF en su fortalecimiento y desarrollo. En Venezuela también hemos sido sujeto de amenazas y ataques por parte de las agencias de noticias y los mercados, pero la realidad es que Pdvsa es la cuarta petrolera más grande del mundo, con una base de reservas extraordinaria, una producción de tres millones de barriles diarios y un plan de negocios de 234 mil millones de dólares hasta el 2018. Tenemos la fuerza, la convicción y el compromiso para apoyar a YPF.
–Chávez le recomendó a Repsol que busque una salida amigable con Argentina. Si los españoles igual judicializan el reclamo por YPF, ¿habrá una represalia de Venezuela que afecte los intereses de Repsol?
–Sabemos que existen mecanismos internacionales que pretenden condicionar las decisiones soberanas de los países. En ese sentido, el presidente Chávez ha sido muy claro. Nosotros estamos con Argentina, con YPF, y Repsol debería pensarlo muy bien antes de pretender agredir a YPF.
–Cuando le dicen que lo piense mejor, se puede interpretar que están amenazando con tomar una represalia.
–Nosotros no amenazamos a nadie. Lo que somos es ser consistentes con un criterio y no vamos a dejar que atropellen a la empresa argentina.
–¿Qué acciones podrían tomar para evitarlo?
–Eso nos lo reservamos. Va a depender de la actitud de Repsol. Repsol nos va a visitar en Caracas el 9 de agosto y esa será una oportunidad para hablar estos temas directamente con la dirección de la empresa.
–¿Qué oportunidades ve Pdvsa para desarrollar en Argentina junto a YPF?
–Las prioridades son las que nos marque el gobierno argentino. No venimos con un interés comercial, sino para garantizar un recurso estratégico. Estuvimos trabajando tres días seguidos con los equipos de YPF porque estamos analizando todos los temas: los campos maduros en Argentina, la producción de gas, los yacimientos de Vaca Muerta, la capacidad de refinación y los proyectos petroquímicos. Vamos a firmar hoy (por el viernes) con el ministro de Planificación, Julio De Vido, un convenio para que nuestros equipos técnicos nos presenten una propuesta de desarrollo en no más de treinta días.
–¿Y cuáles son las tareas conjuntas que van a desarrollar en Venezuela?
–Tenemos un campo en la Faja de Orinoco que produce 130 mil barriles diarios. Vamos a elevar esa producción a 160 mil barriles y colocar otro campo para desa-rrollar que sumaría 200 mil barriles más de petróleo. La idea es crear una Unión Transitoria de Empresas que con esos activos en funcionamiento nos permita apalancar el financiamiento de todo el desarrollo que vamos a hacer en Argentina.
“Los españoles actúan todavía como si fueran una gran potencia imperial”, afirmó Ramírez Carreño.
Argentina importa fueloil y gasoil de Venezuela, pero trascendió que podrían venderle crudo para refinar en el país y abaratar costos.
–Vamos a mantener el mecanismo del diesel y el fueloil porque permite seguir operando el fideicomiso que se abrió en Argentina para compensar a nuestro país con transferencia de tecnología, tractores, semillas, ganado y otros alimentos. No obstante, nosotros creemos que Argentina tiene suficiente petróleo y gas para autoabastecerse y hay que buscarlo. Si no se hacen inversiones permanentes en petróleo y gas, la producción naturalmente declina. Lo que pudimos observar a partir de los datos que nos mostró YPF es que acá Repsol dejó que la producción cayera. Nosotros podemos ayudar a recuperar la productividad.
–Eso en lo que respecta a la producción, ¿pero Argentina va a importar más petróleo crudo de Venezuela?
–Lo estamos conversando. Podríamos traer ya 30 mil barriles de petróleo, pero nuestro crudo es pesado y mediano. En otros países, hemos establecido una unidad dentro de una refinería para procesar crudo como el nuestro. También está la posibilidad de construir una refinería nueva que daría entrada a la mayor producción nacional y a lo que podamos enviar desde Venezuela.
Venezuela promete cooperación con YPF
La Nación
El ministro de Energía de Venezuela y presidente de la petrolera estatal Pdvsa, Rafael Ramírez Carreño, ratificó la intención de su gobierno de avanzar en proyectos de asociación con la argentina YPF.
"Vamos a acompañar a YPF en su fortalecimiento y desarrollo", señaló Ramírez Carreño, en una entrevista publicada ayer en el diario Página 12. "Tenemos la fuerza, la convicción, y el compromiso para apoyar a YPF", sostuvo el funcionario venezolano.
En la entrevista, Ramírez Carreño se mostró confiado en el potencial energético de la Argentina. "La Argentina tiene suficiente petróleo y gas para autoabastecerse, y hay que buscarlo. Si no se hacen inversiones permanentes en petróleo y gas, la producción naturalmente declina. Lo que pudimos observar a partir de los datos que nos mostró YPF es que acá Repsol dejó que la producción cayera. Nosotros podemos ayudar a recuperar la productividad", explicó.
El ministro de gabinete de Hugo Chávez aseguró que se trata "del mejor momento [para esta asociación], porque ahora YPF es una empresa bajo control del Estado argentino y se abre la posibilidad de profundizar el desarrollo de proyectos que obedecen a una estrategia de los dos países y no de las transnacionales".
"Ya estamos trabajando en conjunto para hacer un plan que responda a los intereses del pueblo argentino", agregó.
Ramírez Carreño también adelantó que Pdvsa analiza avanzar en proyectos en el mar argentino. "Hablamos de la necesidad de realizar exploración por gas y petróleo en el territorio y también costas afuera, en las áreas colindantes con las Malvinas, pero tenemos que analizar los costos y los tiempos", dijo el funcionario.
"Resabio imperial"
Ramírez Carreño tampoco ahorró críticas hacia Repsol y su amenaza de iniciar acciones legales sobre las petroleras que se asocien con YPF. "Los españoles actúan todavía como si fueran una gran potencia imperial; cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la nacionalización de YPF, reaccionaron de una manera prepotente y destemplada, incluso propusieron un boicot a los productos argentinos", sostuvo.