Este año las empresas y sociedades del Estado van a recibir del Tesoro Nacional más de $ 90 millones diarios para cubrir sus gastos corrientes y de capital. Esto es un 50% más que lo que insumió en 2011. Y un 10% más que lo que se había proyectado en el Presupuesto de este año. Así figura en el proyecto de Presupuesto 2013 donde además se incluye -como ocurre todos los años- una estimación del cierre de las cuentas públicas de 2012.
Para el año próximo la estimación oficial es transferir a las 29 sociedades de mayoría estatal unos $ 33.000 millones . Representan apenas un 10,1% más respecto a la ejecución estimada para 2012. Pero parece una meta difícil de cumplir dado que la inflación real se proyecta encima del 24%.
La mayor carga proviene de ENARSA porque recibe más de $ 14.000 millones “fundamentalmente destinados a solventar la diferencia entre el precio de importación del combustible y el precio de venta del mismo al mercado interno , ya sea aquel proveniente del Estado Plurinacional de Bolivia, como el gas natural licuado adquirido en el marco del Programa Energía Total”, precisa el proyecto presupuestario.
El Ferrocarril General Belgrano se lleva más de $ 3.200 millones de los cuales el 99,4% cubre los “gastos en personal” con un detalle: “Para el ejercicio 2013 no se prevén recursos ni gastos de capital”.
Para AYSA está previsto transferir $ 1.700 millones para financiar los gastos de operación y mantenimiento. Y otros $ 3.800 millones “para la obra Planta Potabilizadora de Agua Paraná de las Palmas, Planta de Pretratamiento de Líquidos Cloacales Berazategui y Obras del Sistema Riachuelo financiadas principalmente mediante Transferencias de la Administración Nacional”.
Más atrás viene el sistema de Radio y Televisión Argentina (incluye Canal 7 y Radio Nacional) con un total de $ 786 millones . De ese total, $ 740 millones son para pago de sueldos y los otros $ 46 millones para gastos de capital. Por otro lado, Télam se lleva $ 289 millones .
El texto oficial reconoce que el auxilio anual equivale al 55,2% de los gastos totales de las empresas públicas: 32,3 puntos son para gastos corrientes y 22,9 puntos para los gastos de capital. De aquí surge que los ingresos operativos, propios de esas empresas por la venta de bienes y servicios, apenas cubren el 44,8% de sus gastos totales . El gasto total previsto es de $ 60.689,3 millones.
Las transferencias corrientes “se destinan mayoritariamente al pago de remuneraciones y gastos de funcionamiento del Ferrocarril General Belgrano, Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), Radio y Televisión Argentina, Yacimientos Carboníferos Rio Turbio y TELAM y a la importación de combustibles por parte de Energía Argentina (ENARSA)”, dice el proyecto oficial.
En tanto, para las inversiones de capital, el 87,9 por ciento es para financiar “las obras proyectadas por las siguientes empresas: Energía Argentina (ENARSA), Nucleoeléctrica Argentina, AySA y la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales”.
Otras sociedades del sector público nacional son Lotería Nacional, Casa de la Moneda o el Correo Oficial y tres que están en proceso de liquidación, como el INDER (Reaseguros). Pero este año no reciben transferencias corrientes.
De todas maneras, el texto oficial aclara que estos datos fueron elaborados “a partir de estimaciones preliminares del presupuesto de cada entidad por lo que resultan de carácter provisorio”.
En el Presupuesto original de 2012 se habían previsto $ 27.400 millones para las compañías públicas. Esa cifra era un 35% más alta que el monto ejecutado en 2011, y ahora se elevó la cuenta a $ 30.400 millones para este año.
GNL. El gas importado, uno de los principales gastos.
Al menos en un aspecto de las cuentas públicas, el Gobierno comenzó a respirar con tranquilidad: el déficit de la cuenta energética para este año finalmente se ubicaría en los u$s 6.000 millones, lejos de los u$s 7.500 millones que se esperaban en el primer trimestre de 2012. Si bien el número está por encima de los u$s 3.000 millones presupuestados originalmente en la ley aprobada por el Congreso, es mucho menor que lo que se temió en algún momento del año.
Serían unos u$s 1.500 millones menos que lo que hacia agosto había previsto el viceministro de Economía, Axel Kicillof. Hacia marzo incluso había sido esta proyección de u$s 8.000 millones de déficit, junto con la cercanía el pago del Boden 2012 y el desequilibrio de la balanza con Brasil, lo que llevó a profundizar el «cepo» cambiario con el objetivo de cuidar los dólares oficiales.
El resultado que ya estima el Ministerio de Economía de Hernán Lorenzino es positivo, aunque es consecuencia de una variable negativa. En primer lugar, la demanda energética no fue durante este año todo lo elevada que se esperaba en el primer trimestre del año por la caída de la actividad durante los primeros seis meses de 2012. Las empresas más importantes del país tuvieron una necesidad mucho menor que la esperada de combustible, acompañando la baja en la demanda interna y externa. En este sentido, fue fundamentalmente negativa la caída en la demanda brasileña de productos manufacturados locales, en especial automóviles. A favor también de la reducción del déficit en la balanza energética operó un invierno menos crudo que lo esperado.
Desde el Gobierno celebran que el incremento de la producción de parte de la YPF renacionalizada también ayudó a que haya mayor oferta de combustibles. Se afirma incluso en Economía que la petrolera será un actor importante en 2013, cuando los números oficiales esperan una reducción aún más importante en la balanza energética negativa. El Presupuesto que armó Kicillof prevé un déficit no mayor a los u$s 4.000 millones. Aseguró el viceministro en su presentación del proyecto de Presupuesto del miércoles pasado en el Congreso, que este número superará la prueba de un alza en la demanda interna calculada a partir de un crecimiento del PBI del 4,4%. Para el funcionario, ese nivel de déficit se alcanzará sin problemas, aun en el caso de un aumento en la actividad industrial mayor que la estimada en el Presupuesto. El optimismo del funcionario se basa en que la renacionalizada petrolera está orientando su estrategia a aumentar la producción para abastecer el mercado local, proceso que al menos podrá alcanzar hacia fines de 2014. Luego, según el plan general que presentó Miguel Galuccio, año tras año, el nivel de déficit debería ir reduciéndose al compás del aumento de la inversión en la petrolera.
Esta mejora en las cuentas de energía se cruza con otro dato positivo que espera el Gobierno: el sostenimiento del precio de la soja por encima de los u$s 600 la tonelada. Si en 2013 se cumpliera este promedio, el Gobierno obtendría unos $ 2.000 millones más de piso y hasta $ 5.000 millones extras sin partida presupuestada. Éste sería el caso de un nivel del precio del commodity que alcance los 645 dólares la tonelada, récord al que se llegó hace tres semanas. Sin embargo, los propios analistas norteamericanos no son tan optimistas. Hablan de una superproducción en la Argentina y Brasil que tiraría el precio a la baja el próximo año. Será un problema serio: con este dinero superavitario de la soja, el Gobierno quiere enfrentar parte de 2013 electoral y un eventual despegue en la demanda de energía por un aumento considerable en la producción industrial.
El Presupuesto 2013 proyecta recortar subsidios a empresas por $ 3.800 millones
El Cronista
El proyecto de ley de Presupuesto 2013 contempla una quita de subsidios a las empresas de servicios públicos de $ 3.776,4 millones respecto al periodo actual, lo que representa un recorte del 11,4%, según se desprende del texto que el Ejecutivo envió al Parlamento diez días atrás.
Las transferencias corrientes a empresas privadas totalizarían así $ 29.326,3 millones, contra los $ 33.102,7 millones que el Gobierno planea girar a las compañías este año.
“En lo que respecta a las transferencias a las empresas privadas, se observa una disminución respecto del ejercicio vigente (-11,4%) y explicado principalmente por la disminución de los recursos destinados a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (Cammesa)”, indica el texto del proyecto.
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El haber presupuestado un monto nominal inferior al año anterior implica que, al menos en el Presupuesto, (el Gobierno) está dispuesto a avanzar con alguna quita de subsidios, lo cual debería llevar a un incremento de tarifas en energía y quizás también en transporte”, dijo el economista de la Fundación Mediterránea Marcelo Capello. Según los números del Ieral de la Fundación Mediterránea, el recorte pautado sería aún mayor y alcanzaría los $ 4.600 millones. “No obstante, debe reconocerse que el presupuesto ha perdido capacidad de predicción en los últimos años, convirtiéndose en un instrumento fiscal deficiente”, agregó el analista.
Al presentar el proyecto ante la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, el secretario de Política Económica, Axel Kicillof, negó que vaya a haber un aumento de tarifas en los servicios públicos. El viceministro defendió que el gasto público de 2012 sea “mayor al que se había presupuestado porque se presentó la crisis global” y defendió la moderación de las erogaciones para el periodo siguiente: “Para el año que viene esperamos mejores números de la economía mundial (...) pero ante un marco recesivo más fuerte que el de este año, el Gobierno va a tomar medidas nuevamente y va a gastar más”.
El artículo 53 del proyecto permite crear cargos en los impuestos para financiar la importación de combustible. Si bien eso habilitaría a aumentar las facturas de luz y gas, ese dinero no irá a reemplazar a los subsidios que reciben las empresas.
El materia de transporte, el Ministerio de Interior oficializó la semana pasada una nueva metodología para entregar subsidios a las empresas, basada en los viajes efectivos realizados (que se computarán vía la tarjeta SUBE) y el consumo de combustible. La cartera que conduce Florencio Randazzo heredó de Planificación los fondos para subsidiar al transporte, pero sus recursos aumentarán el año próximo sólo un 6,6%.
Según las previsiones oficiales, los gastos corrientes (que contemplan el pago de salarios a la administración pública y los subsidios a familias y empresas) crecerán 16,2%. Los economistas del sector privado descreen de esa estimación, que no contempla el aumento salarial del año que viene ni las subas de jubilaciones y asignaciones familiares.
Al analizar los servicios económicos por finalidad, el Ejecutivo fijó una reducción para el sector Energía, Combustibles y Minería de $ 4.000 millones (-8,4%) y un incremento para el Transporte de $ 3.600 millones (9,5%).
Los recortes en los gastos ayudan a fijar un superávit financiero para 2011 de $ 1.086 millones, contra un 2012 que terminará con un déficit de $ 35.638 millones.
Lorenzino y Kicillof explican el presupuesto en el Congreso