Se habían reunido con la intervención a cargo de De Vido y Kicillof para expresar su interés, y se especula con que hagan lo propio con el presidente Miguel Galuccio en la próxima ronda de negocios. El mundo destacó el acuerdo con Chevron.
Grandes petroleras se acercan a la argentina YPF: Chevron y otras no le temen a la nacionalización". El título –audaz pero confirmado en los hechos– encabezó ayer un artículo publicado por la edición internacional de la revista de negocios Forbes. La misma idea se deslizó en la agencia Bloomberg y casi todos los diarios estadounidenses. Es que, luego del acuerdo firmado el viernes entre YPF y Chevron, la firma nacional logró despegarse de cualquier polémica vinculada a la expropiación del 51% de las acciones de Repsol y empezó a ser observada con interés por las grandes ligas del petróleo mundial. Por razones obvias, los cañones de las internacionales apuntan casi exclusivamente al potencial de hidrocarburos no convencionales (shale oil y gas), situados en Vaca Muerta, en Neuquén y Mendoza, y en la cuenca del Golfo San Jorge.
En el ambiente internacional se especula con que, en el marco del Road Show internacional por Estados Unidos y Europa, el presidente de YPF, Miguel Galuccio, mantenga reuniones con las firmas Exxon y Apache. Ambas estadounidenses, ya trabajan en el área Vaca Muerta. La primera, lo hace desde julio pasado en asociación con Americas Petrogas. Fuentes oficiales confiaron a Tiempo Argentino que en el caso de que se concreten, las reuniones serán privadas, ya que la gira de negocios es para buscar socios financieros, y no experiencia técnica.
Cabe destacar que Exxon y Apache ya habían expresado públicamente su interés en YPF. A principios de año, antes de que la presidenta Cristina Fernández enviara la ley de nacionalización al Congreso, los ministros Julio De Vido y Axel Kicillof, en su carácter de interventores de la compañía, tuvieron reuniones con esas empresas. En los encuentros, el vicepresidente regional de Apache, Michael Bose, expresó la voluntad de seguir trabajando en Neuquén, donde ya tiene 19 proyectos aprobados de shale que aportan 3 millones de metros cúbicos de gas diarios.
En la misma línea se había expresado Roger Becker, vicepresidente de Exploración de Exxon quien, según comunicó el gobierno, "explicitó el interés en participar del desarrollo de hidrocarburos no convencionales en Neuquén". Hoy, a casi cinco meses de la recuperación de YPF, la petrolera logró acercarse a empresas emblemáticas: se firmaron memorandos de entendimiento con Chevron, Bridas (Bulgheroni y los chinos de CNOOC) y Corporación América. Paralelamente, cerró acuerdos de cooperación con la estatal rusa de gas Gazprom y la venezolana PDVSA.
La expropiación del 51 por ciento del capital accionario de Repsol-YPF creó las condiciones para redefinir la política energética nacional. El nuevo escenario posibilitó la suscripción de una Declaración Presidencial Conjunta para una Alianza Estratégica entre la petrolera argentina YPF y la venezolana Pdvsa. Los firmantes de ese documento se propusieron avanzar en la “planificación conjunta en toda la cadena de valor de los hidrocarburos, tanto en la República Bolivariana de Venezuela, como en la República Argentina”. En el corto plazo, la declaración dispuso la “incorporación de Pdvsa en proyectos de explotación de petróleo y gas de esquisto ubicados en Argentina y la participación de Pdvsa e YPF en la empresa mixta que se constituirá en el área de Ayacucho 6 de la Faja Petrolífera del Orinoco”. Por su parte, YPF se sumaría “a la Empresa Mixta de la Faja Petrolífera del Orinoco” y Pdvsa a “las Unidades Transitorias de Empresas (UTE) equivalentes a la participación de YPF en la Faja Petrolífera del Orinoco”.
El acuerdo se perfila como una oportunidad para afianzar la soberanía regional en materia energética. El convenio binacional sirve como punto de partida para acuerdos de mayor escala. Por caso, la compañía mixta brasileña Petrobras tiene mucho para aportar en su condición de líder mundial en explotación offshore.
El fortalecimiento de la integración energética regional pareciera ser, en este marco, un objetivo necesario y posible. La historia latinoamericana registra diversos intentos en esa línea como, por ejemplo, la convocatoria del ministro venezolano de Energía y Minas, Juan Pablo Pérez Alfonso, a la primera conferencia de Empresas Estatales americanas celebrada en la ciudad de Maracay en 1961. “En esta conferencia quedó establecida la necesidad de activar la organización de una Asociación de Empresas Estatales que sirviera de instrumento adecuado para ejecutar un programa de mutua asistencia en todos los sectores de la industria petrolera y especialmente para procurar un política de acción común que permitiera lograr la integración de los mercados regionales dentro del campo de los hidrocarburos y sus derivados”, explica Susana Yazbek en “Empresas integradas en América Latina: los casos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) y Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa), 1973-1976”.
Cuatro años más tarde, ocho empresas estatales (la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (Ancap) de Uruguay, la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP) de Venezuela, la Empresa Nacional de Petróleo (ENAP) de Chile, Petróleos del Perú (Petroperú) de Perú, Petróleo Brasileiro (Petrobas) de Brasil, Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) de Argentina, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) de Bolivia y la Empresa Colombiana de Petróleo (Ecopetrol) de Colombia) crearon la organización Arpel (Asistencia Recíproca Petrolera Estatal Latinoamericana).
El objetivo de Arpel era colaborar en el diseño de políticas conjuntas en materia petrolera. El paso siguiente fue la conformación de la Olade (Organización Latinoamericana de Energía). El propósito de esa organización, integrada por los ministros de Energía de los veintidós países miembro, “era establecer un mecanismo de cooperación entre los países para desarrollar sus recursos energéticos, especialmente en materia de hidrocarburos, y atender conjuntamente los aspectos relativos a su eficiente y racional aprovechamiento con el fin de contribuir a su independencia económica y desarrollo social”, señala Yazbek. Las dictaduras regionales, sumado al reinado del paradigma neoliberal, truncaron ese rumbo integrador. Ahora los países latinoamericanos comenzaron a desandar un camino caracterizado por el repliegue estatal