“El peso es el nuevo patacón. No es como si fuera una cuasimoneda, directamente es la nueva cuasimoneda de los argentinos.
La gente se quiere sacar los pesos de encima”. Dante Sica, ex secretario de Industria durante la presidencia de Eduardo Duhalde, lanzó esa conclusión luego de enumerar los numerosos artilugios a los que los ahorristas están apelando, desde compra de automóviles y planes de ahorro hasta la inversión en proyectos de construcción desde el pozo. “La gente está haciendo cualquier compra, incluso de electrodomésticos, con tal de no tener los billetes de 100 pesos en la mano. Pareciera que les queman”, agregó el economista, titular de la consultora Abeceb, durante la presentación de la Encuesta de Ejecutivos semestral del Instituto para el Desarrollo Económico de la Argentina (IDEA).
La encuesta fue elaborada por el consultor Eduardo D’Alessio y arrojó que 234 ejecutivos consultados en octubre del año pasado demostraron una muy pobre capacidad de predicción . Los hombres de negocios habían coincidido mayoritariamente en que la economía argentina iba a “crecer moderadamente” a lo largo del primer semestre de este año. Pero cuando se los volvió a consultar hace menos de un mes, con el período ya transcurrido, debieron admitir que lejos de sus expectativas, los resultados arrojaron una fuerte caída de la actividad económica.
Medido en números, los ejecutivos respondieron según un índice que elabora D’Alessio/IROL. Ese índice indica que el número 50 equivale a “igual/sin cambios” y todo lo que supere a 50 significa mejora económica. En octubre, aún optimistas, los empresarios anticiparon en promedio un índice de 53; pero en julio, con los resultados puestos, bajaron a 39, muy por debajo de la tasa de equilibrio de 50.
Entre las razones que llevaron a ese error de percepción, Sica mencionó tres factores que ya estaban presentes el año pasado pero que se incrementaron durante este año. La primera fue el control de las importaciones: “Las trabas a las importaciones afectaban en 2011 a 932 posiciones arancelarias. Ahora, todas las importaciones están bajo comercio administrado por el Estado”.
Otros dos factores que mencionó fueron el cepo al dólar y la inflación : “El dólar que no existe (en referencia al “blue”) no afecta a los importadores registrados, pero es claro que es una unidad de cuenta en muchos servicios, que lleva a negociaciones constantes por el precio. En cuanto a la inflación, una emisión de 33% por parte del BCRA convalida una tasa de inflación importante”, agregó.
Casi la mitad (48%) de los empresarios alertó que sus costos laborales aumentaron al menos 5 puntos por encima de los precios de sus productos o servicios, y para el 84% la crisis mundial tendrá efectos negativos en la Argentina. Los datos surgen de una encuesta elaborada por DAlessio Irol, realizada para IDEA y presentada ayer.
Las conclusiones del informe muestran que los salarios, retención de talentos y tarifas siguen en primer lugar al pensar los desafíos empresariales 2012, mientras crece la incertidumbre por el contexto internacional.
Para el 42% de los empresarios, la rentabilidad de sus compañías disminuirá levemente en los próximos doce meses, y para el 14% tendrá una fuerte caída. Por el contrario, para el 15% la rentabilidad aumentará «algo o significativamente», mientras que para el 29% se mantendrá igual. Según el sondeo, «continúa para los empresarios el desafío de equilibrar el desbalance que se produce entre los incrementos de los precios y sus costos de mano de obra».
Éstos son los principales resultados de la encuesta de expectativas, efectuada a través de sondeos on line a 234 ejecutivos argentinos y ejecutada siguiendo procedimientos de calidad certificados por ISO 9001:2008:
Las paritarias ya cerradas, como las que se encuentran en negociación, denotan entre 2,5 y 3 puntos por encima de las expectativas empresarias, revela el sondeo. Justamente, la expectativa de menor rentabilidad se explica principalmente por el aumento relativo de los costos laborales, indica el relevamiento.
Continúa comprometida la capacidad de producción en el 80% de las empresas, ya que un 44% de ellas está ya trabajando a más del 85% de su capacidad.
En promedio, las empresas consultadas estimaron que destinarán un 10% de su facturación anual a efectuar nuevas inversiones. «Las opiniones se mantienen en línea con las de la medición anterior. El principal eje a tener en cuenta para incentivar la inversión sería la necesidad de pensar cambios en la política fiscal», coincidieron los empresarios consultados.
La crisis internacional impacta sobre las expectativas de corto plazo, lo que genera preocupación en el 84% de empresas entrevistadas. Sólo el 6% de los empresarios nacionales cree que la crisis financiera mundial podría impactar «algo y muy positivamente» al país.
En cuanto al período actual, si bien la evaluación de los resultados ha sido menor que las expectativas que se tenían para el actual semestre, se percibe que las perspectivas marcan un camino de convergencia a la normalidad en el segundo semestre.
El 80% de las empresas está por encima del 70% de empleo de capacidad instalada.