Por la descapitalización que sufrió en el último año y medio, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSeS actualmente no alcanza a cubrir los pagos de jubilaciones y pensiones de un año. A fines de 2011, ese Fondo totalizaba $ 199.490 millones, en tanto el Presupuesto de la ANSeS para este año, votado por el Congreso es de $ 218.058 millones. Esto significa que el valor del Fondo está $ 18.568 millones por debajo de los compromisos del organismo previsional, cifra que será aún mayor porque el Presupuesto está subestimado.
La comparación entre el valor del Fondo de Garantía y el Presupuesto de la ANSeS se hace –y así se fijó cuando se constituyó– porque el objetivo del FGS es hacer frente a las posibles contingencias que podría enfrentar el sistema en el pago de los beneficios.
En diciembre de 2008, cuando se estatizó el sistema de jubilación privada, el Fondo sumaba $ 98.224 millones, levemente por encima de los $ 97.630 millones del presupuesto de la ANSeS de 2009.
¿Qué pasó a partir de entonces?
-El Gobierno decidió que los intereses del Fondo – que equivalen a unos $ 10.000 millones anuales- pasaran a financiar el pago de la Asignación Universal por Hijo , en lugar de que el pago de ese beneficio saliera de otras cajas o de un impuesto a las altas rentas.
-Un 20% de las inversiones del FGS está en bonos en pesos que se ajustan por CER , que sigue la evolución de la inflación del INDEC. Como ese dato está manipulado, esos bonos se ajustan menos que la inflación real , con una pérdida considerable para el Fondo.
-El FGS estuvo dando créditos o préstamos a empresas, en muchos casos a tasas inferiores a la inflación real . Ahora, también el crédito de $ 600 millones a la Provincia de Buenos Aires se otorgó a una tasa del 16,4% anual contra una inflación prevista del 24%.
Todo esto explica en gran parte por qué en 2011 el valor del Fondo aumentó un 12%, apenas la mitad de la inflación real . Y lo que va del año aumentó otro 7,3% cuando la inflación entre enero y junio, según las mediciones de las provincias, fue del 12%.
El FGS se creó en 2007 con los fondos que traspasaron las AFJP de los afiliados que decidieron volver al régimen público, de los que tenían pocos aportes y superaban ciertas edades y los de los regímenes especiales. Entonces el decreto fijaba un “límite máximo de acumulación de fondos” equivalente “a las erogaciones por prestaciones anuales autorizadas para la ANSeS” . Con ese tope se buscaba que los excedentes por encima del año de prestaciones se volcaran en la mejora de los beneficios .
En diciembre de 2008, con la estatización y “unificación” del sistema previsional y la absorción de las inversiones que habían hecho las AFJP, el “nuevo” Fondo de Garantía debutó con $98.224 millones. De ese total, el 59,5% estaba invertido en papeles de la deuda del Estado. Y sin explicaciones, por decreto, se derogó el “limite máximo” de acumulación de fondos que, para esa fecha, ya superaba el pago de un año de beneficios.
Hoy, el Fondo tiene la misma estructura que cuando estaba en manos de las AFJP, con alrededor del 60% de sus recursos invertidos en bonos de deuda pública, con algunos puntos más en créditos a empresas estatales y privadas.
Así, el valor del FGS es “teórico” ya que el grueso está invertido en papeles de la deuda que vencen dentro de varios años. Además, tiene una gran iliquidez porque el Estado va renovando los vencimientos de los títulos y hasta toma nuevos préstamos para financiar el déficit fiscal.
El gran peligro del Fondo es que corra la misma suerte que las cajas previsionales en los años 50 y 60. En el libro “La Reforma Previsional en Argentina”, FIEL precisa que entonces la acumulación de los títulos en las cajas “representó el 47% del PBI” (hoy equivaldría a U$S 200.000 millones).
Y Oscar Cetrángolo y José Luis Machinea (en su trabajo “Sistema Previsional, Crisis, Reforma y Transición”) explican que “desafortunadamente los superávits de los primeros años no lograron financiar los déficits posteriores . La razón debe buscarse en el hecho de que los excedentes fueron colocados en Bonos de la Tesorería con un rendimiento del 4% anual, mientras la inflación oscilaba entre el 15 y 25% anual. Por otro lado, el Tesoro hacía sus aportes como empleador en bonos. En 1970, se dispuso mediante una ley el rescate de los bonos por un monto total de US$ 215 millones, en 10 cuotas anuales, sin ajuste ”.