El faltante de gasoil al que los productores y transportistas de granos se acostumbraron en los últimos años se redujo esta vez a demoras puntuales en las entregas, lo que en un primer momento podría considerarse una situación positiva, salvo porque el cuello de botella no se resolvió por el lado de la oferta, sino por el de la demanda.
La sequía que recortó en 10 millones de toneladas la cosecha de soja y en 4 millones de toneladas la de maíz, comparando los resultados de esta campaña con los de 2011, reducirá también la cantidad de viajes en camión y la demanda de gasoil para las labores agrícolas.
Según el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez) Néstor Roulet, la demanda de gasoil del campo se reducirá en unos 160 millones de litros (160.000 m3). Esto, sumado a la desaceleración de la economía en general, debería permitir que el gasoil alcanzara para la demanda, dijo el dirigente rural.
La menor cosecha de soja y maíz reducirá la cantidad de viajes de camión en unos 460.000 viajes, si se calcula que cada camión transporta 30 toneladas de granos. A la distancia promedio de 300 kilómetros para los trayectos de transporte granario, el gasto de gasoil por viaje de ida y vuelta se calcula en 230 litros por cada viaje. De esta forma, son unos 105 millones de litros (105.000 m3) menos los que se consumirán este año.
A esto hay que sumarle la menor demanda de gasoil para cosecha, por los bajos rendimientos. Si bien se cosechan las 30 millones de hectáreas agrícolas del país, cuando el rendimiento es menor, el consumo de la cosechadora cae.
Si en un año habitual el gasto es de 400 millones de litros (400.000 m3) este año se reducirá ese monto en cerca de 15%, es decir que el consumo se deprimirá en 60 millones de litros (60.000 m3).
El freno del campo, jugador fundamental en la demanda de gasoil para el transporte a nivel nacional, puso en alerta a la propia Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha).
Según un relevamiento realizado en puntos de venta en todo el país, desde la entidad indicaron que la demanda de gasoil cayó entre 15% y 30% dependiendo la región, merma que atribuyen a los efectos de la sequía sobre la cosecha del agro, además de al menor movimiento de camiones por la desaceleración general de la economía.
La zona donde más impactó la sequía fue en el norte argentino, aunque en todas las regiones los promedios de rendimiento cayeron.
El gasoil representa, en promedio, el 60% de las ventas de las estaciones de servicio de Cecha.
Según el presidente de la Confederación, Oscar Díaz, “hay operadores que despachaban 420.000 litros durante mayo del año pasado que hoy no llegan a 300.000 litros”, en un mes clave para la cosecha gruesa argentina, cuando se recolectan el maíz y la soja.
En paralelo, la menor intención de siembra de trigo promete prolongar la baja de la demanda de gasoil por parte de los productores agropecuarios.
"En los últimos meses, han caído mucho las ventas de gasoil, eso da una pauta del enfriamiento de la actividad productiva, porque la industria y el campo son los sectores que más consumen ese combustible", dijo Oscar Díaz, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha).
El representante de los estacioneros indicó que en junio, frente al mismo mes del año pasado, "el consumo de gasoil bajó en promedio entre 25 y 30 por ciento, aunque el impacto es diferente en cada zona". Díaz añadió que no ocurre lo mismo con las ventas de nafta (que se usa en vehículos particulares), que han permanecido estables frente al año pasado o han mostrado una "merma muy moderada". Sin embargo, el gasoil representa, en promedio, el 60 por ciento de las ventas de las estaciones.
Rosario Sica, presidenta de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (Fecra), coincidió con el diagnóstico de Díaz. "Ha habido un enfriamiento en la economía, que se sumó a la sequía que afectó al campo a principios de año." Como ejemplo del parate de la actividad, Sica mencionó las suspensiones de personal en la industria automotriz y en el sector olivícola. "Todo esto tiene una gran incidencia en las ventas de combustible", dijo.
Sica señaló que el producto afectado por la contracción de la actividad es el gasoil común. Esto se debe a que ése es el combustible que se utiliza en la industria, mientras que el gasoil premium (más refinado), según explicó Díaz, se usa en vehículos livianos y, por tanto, su consumo ha tenido un comportamiento similar al de la nafta.
El presidente de Cecha resumió la situación actual de su sector en pocas palabras: "Normalmente hacíamos un relevamiento entre las estaciones de servicio para saber si habían recibido el combustible que habían pedido, porque trabajábamos con cupos. Este año, en cambio, de lo que se habla es de cuánto han caído las ventas. Hoy sobra combustible de forma abundante".
Díaz no descarta que, de continuar esta situación, algunas estaciones se vean comprometidas. "La reducción en la demanda de gasoil puede poner en riesgo a las estaciones. Algunas podrían tener que reducir su personal, porque, además, los costos salariales son altos y en julio, según el acuerdo salarial firmado, tenemos un nuevo aumento. En realidad, hubo aumentos en todos nuestros costos y eso, más la caída en las ventas, es un cóctel explosivo."
Sica, por su parte, es más optimista. Ella cree que, por lo pronto, no existe un riesgo para el conjunto de las estaciones de servicio, que, según sus estimaciones, son entre 3000 y 3500. Cree que la información de la Secretaría de Energía, según la cual actualmente hay 4393 estaciones que venden combustibles líquidos al por menor, está desactualizada.
Un aspecto que, según Díaz, perjudica a las estaciones, particularmente a las que trabajan con YPF (alrededor de 1200, según él, sin contar las propias de la petrolera), es que la empresa, que desde abril está bajo control del Estado, las obliga a pagar por adelantado el combustible que reciben en consignación. "Si uno recibe consignado, debería pagar cuando haya vendido el combustible. Esta situación no es nueva, viene desde la gestión anterior, pero no ha habido un cambio. Sabemos que hacerse cargo de una empresa como YPF no es fácil, pero nosotros queremos una solución", dijo..