Con el canciller Héctor Timerman y otros funcionarios de portavoces, Cristina Kirchner llegó a la cumbre del Mercosur en Mendoza, entre otras cosas, con la misión de instaurar entre sus colegas de la región la teoría de que la reciente y controvertida destitución de Fernando Lugo en Paraguay, y el golpe cívico contra Manuel Zelaya en Honduras, en 2009, podrían ocurrirle a ella en la mismísima Argentina.
Clarín pudo saber de fuentes locales y extranjeras que es el mensaje que los funcionarios transmiten a las delegaciones extranjeras desde el lunes, cuando comenzaron las reuniones técnicas.
En la misma sintonía estuvo hace unos días la Presidenta y el vice Amado Boudou cuando hacían referencia al paro y movilización que el miércoles encabezó el camionero Hugo Moyano. El mensaje no se transmite ni en secreto y une sin matices al sindicalismo opositor con las “grandes corporaciones de prensa”, no oficialistas.
“Hay intereses que quieren voltear a la Presidenta-” , dijo el canciller Héctor Timerman al abrir el martes a la noche la cumbre social paralela a la del Mercosur, en un discurso que por la hora pasó inadvertido. Leyó un texto donde se despachó con fuertes acusaciones ante ONGs latinoamericanas que lo escuchaban. Acusó a “grupos económicos” afectados “por el modelo nacional y popular” y advirtió que “no van a golpear a Cristina como golpearon a Lugo y a Zelaya” , aunque por momentos confundió a Lugo con Evo Morales y no quedaba claro a quién se refería.
Pero el mensaje lo transmitió claramente. Acusó al diario La Nación de instigar un golpe de Estado con una editorial. Y sostuvo que Clarín “ahora se acuerda del gremialismo”.
Se abrazó al gobernador Francisco “Paco” Perez, al que llenó de elogios, mientras en la primera fila del estadio Polimeni de Las Heras lo aplaudían la secretaría de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Nahón, y Diego Tettamanti, subsecretario de Política Latinoamericana. También se encontraba el secretario de la Presidencia de Brasil, Gilberto Cavalho.
“Lugo, el pueblo está contigo”,arengó a la tribuna y habló de la situación paraguaya, para luego derivar en una editorial de La Nación que, afirmó, “justifica” lo que pasó el país vecino. Siguió diciendo que el diario “ha acompañado todos los procesos que van en contra de los proyectos populares” y con ese artículo estaba “abriendo el camino hacia el juicio político (a la Presidenta), pero no creo que las Fuerzas Armadas los vayan a ayudar”. Luego suspiró: “Ustedes no se imaginan las presiones que tiene un gobierno como el de Cristina. Cómo golpean, cómo piden, cómo usan la palabra libertad cuando quieren decir dictadura ”.
Más directo contra Moyano, Boudou había dicho el sábado que contra Lugo “hubo un golpe con nuevo formato de ataque institucional”. Y sugirió: “No tenemos que ser inocentes ni mirar lo que ha pasado ayer en Paraguay como un hecho aislado”, para luego mencionar a Bolivia y Ecuador, donde sus gobernantes, remarcó sufrieron intentos de golpe Cristina misma venía hablando de la “lógica” gremial y política” en su mensaje del martes. “Lo único que queda suponer es que no hay brujas, pero que las hay, las hay”, señaló, y añadió que no entendía la actitud de algunos gremios “salvo que haya algo más que cuestiones gremiales y políticas, a la luz de acontecimientos que son públicos y notorios en la región”.