El empresario mexicanos Carlos Slim acaba de convertirse en el socio privado de mayor renombre de la estatal YPF al comprar el 8,4% de las acciones de la petrolera argentina.
Según se comunicó ayer a la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC, por su sigla en inglés), la operación se realizó a través de fondos propios y de otras dos compañías que forman parte del holding mexicano propiedad del hombre más rico del mundo.
La compra de las acciones Slim la realizó a través de dos de sus empresas: el Grupo Financiero Inbursa e Inmobiliaria Carso que adquirieron el 6,6% y 1,8% respectivamente, a los bancos Credit Suisse, Goldman Sachs, BNP Paribas y Banco Itaú Europa, que ejecutaron las acciones de Petersen Energía (del Grupo Petersen de la familia Eskenazi), por falta de pago.
Según la cotización de ayer de los títulos que estaban en el mercado bursátil, el hombre más rico del mundo pagó u$s 10,45 por cada una de las 32.908.506 ADS. Es decir, desembolsó 343.893.887,3 dólares
Las mismas acciones costaban hace un año u$s 42,53. En enero de 2012 habían bajado a u$s 35,45 por unidad y el pico de este año –que fue el 23 de enero– fue de 41,14 dólares.
Con el valor que pagó, se observa que el empresario se “ahorró” u$s 32 por acción si es que la operación la hubiese concretado en el pico más alto de la cotización.
Pero más allá del ahorro, la pregunta a contestar es el porqué de la compra. ¿Por qué entraría en una empresa que ya sabe –lo anunció el viceministro de Economía Axel Kicilof– no repartirá dividendos en los próximos años, aunque la puede computar como ganancia de capital.
Otro punto que podría haber terciado en la decisión de la inversión es que Juan Abal Medina, padre del Jefe de Gabinete, es uno de los principales asesores del empresario mexicano para la región.
Según Arturo Elías Ayub, portavoz de la familia Slim, en una conversación telefónica con la agencia Reuters, entraron en la petrolera porque que ven en YPF “una empresa sólida y con potencial de crecimiento”.
Por su parte, el actual presidente y CEO de YPF, Miguel Galuccio, dijo a través de un comunicado que mantuvo una conversión ayer por la tarde en la cual le habrían repetido el mismo concepto respecto de la petrolera argentina y de la decisión de invertir en la misma.
En el mismo comunicado Galuccio dijo que “la incorporación del empresario mexicano al paquete accionario de la empresa es una clara señal al mercado financiero internacional”. Además, indicó que es muy importante el aporte de Carlos Slim, “porque es un conocedor y protagonista del mercado petrolero internacional”. “También es una gran muestra de confianza en la Argentina y en el nuevo proyecto de la compañía”, finalizó.
Consultado si la familia tenía la intención de seguir incrementando su participación en YPF, Ayub dijo: “vamos analizar las opciones, por el momento vamos a estar así”.
Los que siguen de cerca el devenir de la nueva empresa petrolera también especulan en que el empresario mexicano esperará a tener más resultados del yacimiento Vaca Muerta, una formación geológica en Neuquén que concentraría un gran caudal de gas y petróleo no convencional. En noviembre de 2011 se anunciaron reservas probadas estimadas en 927 millones de barriles de petróleo. En febrero, se elevó la estimación a 22.500 millones de barriles.
Repsol es el principal accionista privado
El Cronista
El grupo de empresas mexicanas adquirieron los títulos a un sindicato de bancos (Credit Suisse, Goldman Sachs, BNP Paribas y Banco Itaú Europa) que habían prestado fondos a Petersen Energía –compañía del Grupo Petersen, propiedad de la familia Eskenazi– para comprar la participación en YPF. Sin embargo, tras la estatización de la petrolera el grupo argentino incumplió su deuda y, como había adelantado El Cronista, los títulos que estaban en garantía, pasaron a poder de las entidades financieras que los pusieron en venta. Con estos cambios, el paquete accionario de la empresa argentina quedaría con 51% en manos del Estado, 12% Repsol, 10,6% los bancos, 8,4% Slim y el resto en el mercado.
Slim entró en YPF, al comprar 8,4% de acciones
BAE
BAEEl magnate mexicano Carlos Slim se convirtió ayer en un importante accionista de la petrolera YPF, tras la compra del 8,4% de las acciones en la Bolsa de Nueva York. La operación se recibió como un fuerte espaldarazo a la petrolera argentina. Coincidió también con el viaje de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a la reunión del G20, en México, donde se encontrará con el presidente español Mariano Rajoy, tras la expropiación de acciones de Repsol en YPF.
Las acciones de YPF habían alcanzado esta semana su cotización más baja en los últimos diez años ($68,3) cuando el hombre más rico del mundo decidió entrar en el negocio. Del total de acciones compradas, el 6,6% lo adquirió el Grupo Financiero Inbursa, y el restante 1,8% la Inmobiliaria Carso, ambos propiedad de la familia. Si bien la operación involucró u$s344 millones, Slim -como uno de los principales accionistas de los bancos que le habían prestado a la familia Eskenazihabría ejecutado directamente las acciones en garantía.
Los vendedores de las acciones fueron los bancos Credit Suisse, Citi, Itau y BNP Paribas, que se habían quedado con acciones del Grupo Petersen luego de que no cumpliera con el pago de la deuda que había tomado para entrar en la petrolera argentina. Con el 6% que debió ceder a Repsol la semana anterior por el mismo motivo, la familia Eskenazi quedó fuera de YPF.
Antes de que se concretara finalmente la operación, representantes del Grupo Slim mantuvieron conversaciones con el presidente de YPF, Miguel Galuccio. Además, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, que había viajado a Estados Unidos a la presentación de un libro, estuvo reunido en Nueva York con directivos del Citi, del Barclays y de siete fondos de inversión, además del JP Morgan. Lorenzino se sentó también con los abogados argentinos en Nueva York para diseñar una estrategia que evite cualquier acción de fondos buitres contra el pago de los Boden 2012. Además, en las gestiones habría intervenido el ex presidente español Felipe González, hoy asesor de Slim.
En la conversación con Galuccio, miembros del grupo Slim manifestaron que "ven a YPF como una compañía sólida y con un buen potencial de crecimiento", informó la petrolera. Por su parte, Galuccio sostuvo que "la incorporación del empresario mexicano es una clara señal al mercado financiero internacional". Y consideró clave el aporte que pueda hacer Slim: “Es un conocedor y protagonista del mercado petrolero internacional".
De acuerdo con la información que consignó ayer la web de la Securities Exchange Commission (SEC), Slim adquirió American Depositary Shares (ADS) ejecutados al Grupo Petersen. En total, se quedó con 32,9 millones de ADS de YPF, 25,9 millones de los cuales corresponden a la ejecución forzosa al Grupo Petersen por la falta de pago de créditos contraídos con la banca internacional. La transacción, informada a la SEC el martes pasado, fue notificada ayer a la Comisión Nacional de Valores (CNV) por el representante legal del Grupo Inbursa, Guillermo Caballero Padilla, y difundida luego por YPF a la Bolsa de Comercio porteña.
De esta manera, la composición accionaria de YPF quedó conformada en un 51% por el Estado (26% de Nación y 25% de las provincias); 12% Repsol; 11,1% los bancos que se quedaron con la participación de Petersen; 8,4% de Slim, y el resto, de inversores bursátiles.
La operación accionaria de Slim sobre YPF fue evaluada por voceros del sector petrolero como un dato irrefutable de la confianza que existe entre los grandes inversores en el futuro de la petrolera argentina, cuyo papel clave se enfocará en reactivar la producción de hidrocarburos de la compañía, que tiene 90 concesiones de áreas en explotación.
En medios petroleros de los Estados Unidos hace rato que existía un creciente convencimiento sobre la conveniencia estratégica de fortalecer sus negocios e inversiones en esa actividad extractiva.
Sintomáticamente la operación se conoció poco después del cierre de la Bolsa de Nueva York y muy pocas horas antes de que la jefa de Estado formulara una nueva invocación en la Asamblea de ONU sobre la necesidad de que Gran Bretaña reabra una etapa de diálogo con la Argentina.
Slim desembarcó en la petrolera YPF
Página 12
El magnate mexicano Carlos Slim anunció ayer la adquisición del 8,36 por ciento de YPF. A través del Banco Inbursa, desembolsó 288 millones de dólares (11,1 dólar por acción) para quedarse con un 6,59 por ciento de las acciones que el Grupo Petersen perdió el mes pasado a manos de un pool de entidades financieras por haber incumplido con los vencimientos de los créditos tomados para ingresar a la petrolera. Además, Inbursa informó que desde hace algunas semanas ya poseía otro 1,77 por ciento al haber participado de la ejecución de las garantías sobre las acciones de Petersen a través de la Inmobiliaria Carso. “La incorporación del empresario mexicano al paquete accionario de la empresa es una clara señal al mercado financiero internacional”, afirmó anoche el presidente de YPF, Miguel Galuccio, a través de un comunicado donde también destacó que el desembarco de Slim es “una gran muestra de confianza en la Argentina y en el nuevo proyecto de la compañía”. La española Repsol, por su parte, oficializó ayer ante la Bolsa de Comercio que ya controla otro 5,6 por ciento de la petrolera que antes pertenecía a Petersen. De ese modo, su participación se elevó al 12 por ciento.
El Grupo Petersen, controlado por la familia Eskenazi, llegó a tener el 25,46 por ciento de YPF. En febrero de 2008 adquirió un 14,9 por ciento por 2235 millones de dólares y para concretar la operación se financió con el aporte de un pool de bancos y de la propia Repsol. En noviembre de ese mismo año puso 100 millones para elevar su participación al 15,46 por ciento y, en mayo de 2011, hizo uso de la opción que tenía por otro 10 por ciento, llegando al mencionado 25,46 por ciento, también con dinero prestado (1304 millones) por Repsol y un grupo de bancos. Esa deuda, los Eskenazi la estaban cancelando con las propias utilidades de YPF, pero luego de la expropiación el Gobierno adelantó que no se distribuirían ganancias entre los accionistas para fortalecer la inversiones de YPF. Finalmente, los Eskenazi no pudieron cumplir con los vencimientos de deuda y los bancos y Repsol ejecutaron las garantías y se quedaron con esos papeles. Una parte de las acciones que cayeron en poder de los bancos es la que ahora posee Carlos Slim a través de Inbursa y de Inmobiliaria Carso.
Slim, la persona más rica del mundo según el ranking que todos los años elabora la revista estadounidense Forbes, posee una fortuna de 69.000 millones de dólares. Este hijo de inmigrantes libaneses nacido en México el 28 de enero de 1940 comenzó a hacerse fuerte en el mundo de los negocios con el Grupo Carso, un holding que controla empresas dedicadas a la manufactura y comercialización de productos para la industria de la construcción, infraestructura, energía, electrónica, automotriz y telecomunicaciones. No obstante, su fortuna se consolidó a partir de 1990 cuando se quedó, junto con SBC y France Telecom, con la empresa mexicana de telecomunicaciones Telmex, privatizada por Carlos Salinas de Gortari. En el sector financiero opera fundamentalmente a través del Grupo Inbursa, que controla bancos, aseguradoras y fondos de pensión y de retiro.
En septiembre de 2008, compró un 6,4 por ciento del diario The New York Times, cuando la firma se encontraba en problemas financieros, y el año pasado adquirió un 3,2 por ciento del Grupo Prisa, que edita el diario español El País, cuando cotizaba en baja. En ambos casos, aclaró que se trató de una jugada estrictamente financiera y no una estrategia para convertirse en un empresario de medios.
En el caso de YPF, la llegada de Slim también pareciera explicarse por el bajo precio que ahora tiene la compañía. Cuando el Grupo Petersen ingresó a la petrolera en febrero de 2008 pagó 38,1 dólares por acción y ahora Slim se quedó con parte de esos papeles desembolsando sólo 11,1 dólares por cada papel. No obstante, esos 11,1 dólares podrían ser caros si el empresario mexicano creyera que la compañía argentina está en caída libre. Por eso Galuccio se encargó de destacar ayer que el ingreso de Slim “es una clara señal al mercado financiero internacional”.
Slim se quedó con el 8,4% de YPF que era de los Eskenazi
La Nación
El mexicano Carlos Slim , el hombre más rico del mundo según la revista Forbes, informó ayer a la Comisión Nacional de Valores y a su equivalente en los Estados Unidos (la SEC, por sus siglas en inglés) que se quedó con el 8,4% de las acciones de YPF .
El mexicano, que también es dueño del grupo Telmex (propietario en la Argentina de la firma de telefonía Claro), habría comprado las acciones que estaban en poder de los bancos que financiaron el ingreso de la familia Eskenazi a YPF. De hecho, el viernes pasado, fuentes del mercado confiaron que los bancos efectivizaron la ejecución de las acciones de la petrolera que habían recibido como prenda cuando, en 2008 y en 2011, financiaron la compra de 25,46% de la petrolera por parte del Grupo Petersen (propiedad de los Eskenazi).
"Muchos bancos se dieron vuelta y enseguida salieron a vender sus acciones. El temor era que más adelante el precio de la acción se derrumbara aún más", admitió una fuente que conoce de cerca la operación.
Así, Slim se hizo de 32.908.506 American Depositary Shares (o ADS, que son la forma en que cotizan las acciones de YPF en Nueva York), equivalentes a la misma cantidad de acciones Clase D de la petrolera. Considerando que al cierre de la jornada bursátil las acciones de YPF cotizaban a US$ 10,45 en Wall Street, la inversión del mexicano habría sido del orden de los US$ 343,9 millones. De acuerdo con la revista Forbes, la fortuna del magnate mexicano asciende a US$ 69.000 millones.
Desde YPF aseveraron ayer que, en una conversación con el presidente y CEO de la petrolera estatal, Miguel Galuccio, miembros del grupo Slim le manifestaron que "ven a YPF como una compañía sólida y con un buen potencial de crecimiento". En declaraciones a la agencia Reuters, no obstante, el vocero de la familia Slim descartó por ahora planes de incrementar su participación en la petrolera estatal. "Lo que pensamos es en el tiempo analizar las opciones; por el momento vamos a estar así", dijo Arturo Elías Ayub, vocero de la familia Slim, citado por Reuters.
Después del cierre del mercado, conocida la noticia del ingreso del mexicano a la petrolera, la acción de YPF trepó 9,5% a 11,45 dólares. "La incorporación del empresario mexicano al paquete accionario de la empresa es una clara señal al mercado financiero internacional", afirmó Galuccio, según el comunicado difundido por la petrolera. Además, indicó que el aporte del empresario es importante "porque es un conocedor y protagonista del mercado petrolero internacional. También es una gran muestra de confianza en la Argentina y en el nuevo proyecto de la compañía".
Deuda pendiente
En 2008, para comprar el 14,9% de YPF, la familia Eskenazi desembolsó apenas US$ 100 millones y se valió de un préstamo de un grupo de bancos (Crédit Suisse, Goldman Sachs, BNP Paribas y Banco Itaú Europa) y otro de Repsol para adquirir la participación, que en ese entonces estaba valuada en US$ 2235 millones. Tres años más tarde se hizo de otro 10% de la compañía, con un esquema similar: US$ 670 millones fueron aportados por un consorcio (Banco Itaú, Standard Bank, Crédit Suisse y Citi), y otro tanto vino de Repsol.
Como garantía, Petersen Energía había ofrecido entonces las acciones de la petrolera. Esas son las que ahora están en poder de los bancos, de Slim e incluso de la española Repsol.
En un comunicado a la SEC, Repsol también confirmó esta semana que ejecutó las acciones que le correspondían por el préstamo en default de Petersen. Según el documento, Repsol tiene ahora 11,82% de las acciones de YPF (le había quedado apenas poco más del 5% tras la estatización de la petrolera). "Repsol planea usar las acciones Clase D para, de vez en cuando, nombrar y votar a determinados directores y sus suplentes", detalla en el documento a la SEC. "Además, se reserva los derechos de disputar y cuestionar la validez y la aplicación de la ley de expropiación", aclara.
Tras la venta a Slim y la ejecución por parte de Repsol de las acciones que le correspondían, en los bancos todavía quedaría al menos el 11% de las acciones de YPF que supieron pertenecer a Eskenazi. Aunque no se descarta que algunas ya hayan sido vendidas en el mercado.
Sólo en lo que va del año, las acciones de YPF acumulan una pérdida del 74%. Con lo cual no serían suficientes hoy para cubrir el pasivo que asumió la familia Eskenazi en 2008 y 2011. Consultados por LA NACION, fuentes del grupo estimaron que quedaría pendiente una deuda de US$ 400 millones, en gran medida, en poder de la española Repsol.
cifras clave
SLIM CON CRISTINA EN LA CASA ROSADA (ARCHIVO)
YPF, en la que el Estado tiene el 51% de las acciones, anunció que el multimillonario mexicano Carlos Slim adquirió un 8,4% de participación en la mayor compañía argentina.
El empresario, que ya es dueño de la empresa de celulares Claro en la Argentina, pasará a ser dueño de 32,9 millones de acciones clase D de la empresa, según explicó YPF en una presentación ante la SEC, el órgano de control del mercado bursátil de Estados Unidos. Los vendedores son un grupo de bancos que se habían quedado con las acciones luego de que el grupo Petersen no pudiera hacer frente a los préstamos que había tomado para comprar esa participación.
Así, ahora el Estado Nacional tendrá 26% de YPF; las provincias, un 25%; Repsol, un 12%; los otros bancos que también poseen parte de lo que era de Petersen, otro 11,1% y Slim, el 8,4%. El resto, está en poder de inversores bursátiles.
El papel de YPF después de la estatización cayó a US$ 10, con lo cual esta operación estaría valorada en US$ 330 millones.
El padre de Juan Manuel Abal Medina, el actual jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, que está radicado en México, es el principal asesor de Slim para América latina.
Esta operación se inscribe dentro de una característica de muchas de las compras de Slim: dar una señal a los mercados en una empresa que puede ser considerada que está en problemas. Esto lo hizo durante el momento en que el New York Times estaba con problemas financieros y, más tarde, lo replicó con el grupo español Prisa.
La acción de YPF había subido hoy un 2,7% en la Bolsa porteña, a $ 68,3, y un 1,9% en Nueva York, a US$ 10,45. Luego de conocida la operación, tras el cierre del mercado, el papel se disparó un 8 por ciento.
Según comunicó YPF, en una conversación realizada esta tarde con el presidente y CEO de YPF, Miguel Galuccio, miembros del grupo comprador le manifestaron que “ven a YPF como una compañía sólida y con un buen potencial de crecimiento”. En la empresa dijeron que Slim inicia "una inversión de largo plazo en una de las empresas más relevantes del sector hidrocarburífero en América Latina".
Galuccio dijo que “la incorporación del empresario mexicano al paquete accionario de la empresa es una clara señal al mercado financiero internacional”. Además, indicó que es muy importante el aporte de Carlos Slim, “porque es un conocedor y protagonista del mercado petrolero internacional. También es una gran muestra de confianza en la Argentina y en el nuevo proyecto de la compañía”.
(08-03-2012) ANTECEDENTES
El mexicano Carlos Slim, el más rico del planeta
Clarín
El mexicano Carlos Slim se coronó por tercer año consecutivo como el hombre más rico del planeta , con una fortuna de 69.000 millones de dólares, la más grande de las 64 que aporta Latinoamérica a la lista publicada ayer por la revista Forbes.
Gracias a sus activos en América Móvil, el magnate mexicano l ogró mantener el liderazgo en la lista elaborada anualmente por la publicación, situándose una vez más por delante del fundador de Microsoft, Bill Gates, (61.000 millones de dólares) y el filántropo y mayor accionista del grupo inversor Berkshire Hathaway, Warren Buffett (44.000 millones), a pesar de haber perdido 5.000 millones de dólares respecto a 2010.
Slim, que además es coleccionista de arte (en 2011 inauguró el Museo Soumaya), controla empresas de telecomunicaciones, un grupo financiero, una empresa minera, una firma de construcción de plataformas petroleras y otra de infraestructura.
El segundo latinoamericano más acaudalado de esta nómina fue, al igual que el pasado año, el brasileño Eike Batista, un conocido empresario del sector minero cuyos 30.000 millones de dólares le permitieron ocupar el séptimo puesto del ránking.
De la misma nacionalidad que Batista fueron 35 de los 64 multimillonarios latinoamericanos, frente a los 30 del año anterior, lo que convierte a Brasil en el país de la región que concentra el mayor número de integrantes del codiciado listado.
El segundo país latinoamericano que más representantes tiene en la lista, con once, es México, entre los que, además de Slim, f igura el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera , “El Chapo”, con una fortuna de mil millones de dólares.
Argentina aporta cinco fortunas a la lista . Paolo y Gianfelice Mario Rocca que, si bien son italianos de nacimiento, desarrollaron sus negocios en nuestro país y ocupan el puesto 166º, con unos 6 mil millones de dólares.
En el puesto 199º de Forbes figuran los hermanos Carlos y Alejandro Bulgheroni, con una fortuna estimada en 5.100 millones de dólares.
En el puesto 719º de Forbes aparece Eduardo Eurnekián, con una fortuna valuada en 1.800 millones de dólares.
En el cuarto lugar entre los argentinos más ricos, y 854º en el mundo, aparece Gregorio “Goyo” Pérez Companc, cuya fortuna se estima en 1.500 millones de dólares.
Por último, en el puesto 1015° del mundo, está María Inés de Lafuente Lacroze, de 67 años, hija de la recientemente fallecida Amalia Lacroze de Fortabat, con 1.200 millones de dólares.
Volviendo a los diez primeros, a Warren Buffett lo siguen: el francés Bernard Arnault con 41.000 millones de dólares; el español Amancio Ortega con 37.500 millones, Larry Ellison de EE.UU. con 36.000 millones; el brasileño Eike Batista; el sueco Stefan Persson con 26.000 millones, el chino Li Ka-shing con 25.500 millones, y el alemán Karl Albrecht con 25.000 millones.