Brasil y Argentina acuerdan plazo de cuatro meses para revisar trabas recíprocas
El Cronista
Un logro a medias consiguieron ayer en Brasil el canciller Héctor Timerman y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en su objetivo de limitar las represalias del gobierno de Dilma Rousseff contra las trabas a las importaciones fijadas por la Argentina. Si bien los funcionarios brasileños se comprometieron a revisar las restricciones impuestas al ingreso de algunos productos argentinos, como medicamentos, langostinos, cítricos y derivados de la uva, advirtieron que se tomarán cuatro meses para analizar la situación.
Como condición concreta para avanzar en ese compromiso, la gestión de Rousseff espera un gesto recíproco por parte de la Argentina: que se revise el sistema de licencias no automáticas para las exportaciones brasileñas y el exigencia de presentar una declaración anticipada de importaciones, según explicó el canciller del vecino país, Antonio Patriota.
El funcionario brasileño recibió ayer a la delegación argentina encabezada por Timerman y Moreno, quienes viajaron con la intención de analizar las represalias del vecino país al ingreso de productos argentinos. Al término del encuentro, los funcionarios argentinos indicaron que en un plazo máximo de 120 días, Brasil se comprometió a resolver las trabas comerciales sobre medicamentos y afines, langostinos y cítricos y la uva y la pasa de uva que afectan a los envíos locales al vecino país.
Al respecto, Timerman explicó que la Argentina pretende mayor acceso al mercado brasileño para diversos productos, entre los que incluyó langostinos y medicamentos, los cuales calculó que podrían aumentar el volumen de las exportaciones argentinas hacia Brasil en unos u$s 2.000 millones al año. Además, la gestión kirchnerista aspira a que sea suspendido un sistema de licencias no automáticas, oficializado ayer por Brasil, para las importaciones argentinas de diversos productos perecederos, entre los que fueron incluidos el vino, las uvas, las harinas de trigo, las manzanas y las papas.
Como gesto de reciprocidad, Argentina hará lo propio con los productos brasileños. En una primera etapa, se destrabaría el ingreso de carne porcina al país. En lo que respecta al sector automotriz, Timerman y Moreno acordaron con Patriota impulsar que las firmas autopartistas de ambos países puedan presentarse a las licitaciones que convocarán las terminales. De esta forma, la oferta que resulte más barata y conveniente podrá abastecer esa demanda.
Las autoridades argentinas confían en que este mecanismo facilitará la colocación de producción nacional de autopartes en Brasil, debido a que los precios son más económicos.
En una conferencia de prensa conjunta, Timerman y Patriota dijeron que ambos países se han comprometido a comenzar a resolver sus conflictos comerciales en cuestión de días, apoyados en una firme voluntad política. Por otra parte, durante la rueda de prensa, Timerman anticipó que la Argentina propondrá al Mercosur elevar el arancel externo común del bloque al 35% que es el máximo permitido por la OMC, en una señal más de incremento del protección al mercado interno regional.