La tragedia volvió a golpear a la familia del camionero Hugo Moyano. Emiliano Moyano, uno de sus siete hijos, fue encontrado muerto ayer a la tarde en una plantación de maíz de la localidad de Exaltación de la Cruz, en el norte de la provincia de Buenos Aires. Fuentes oficiales informaron anoche a Clarín que el médico de la Policía bonaerense que revisó el cuerpo estableció que su muerte fue “natural”.
El hijo del jefe de la CGT tenía 36 años y padecía de una enfermedad mental, para la que estaba muy medicado . También sufría habitualmente de convulsiones.
El joven vivía con la compañía de un enfermero en una vivienda aislada del barrio Parque Exaltación, una zona de casas de campo. Ayer a la tarde, después de comer, salió a caminar. Se metió en una plantación de maíz vecina a su casa y allí tuvo un ataque de epilepsia , según las fuentes consultadas.
Gente que estaba en esa plantación observó de lejos a Emiliano primero deambulando por el campo. Después vieron como sufría el ataque y, enseguida, caía al suelo . Cuando se acercaron, ya estaba muerto.
Emiliano era uno de los dos hijos que el líder de la CGT tuvo con su primera mujer (el otro es el sindicalista Pablo Moyano, secretario adjunto del sindicato de Camioneros). Con su segunda mujer tuvo otros cuatro hijos: Hugo Antonio, María Isabel Paola, Karina Eva y Facundo, el secretario general del sindicato de Trabajadores de Peajes. Con su actual pareja tiene un nene pequeño, Gerónimo.
En diciembre del año pasado la familia del camionero sufrió otra tragedia: Patricia Villares, esposa de Pablo Moyano murió en una clínica de Avellaneda. Fue por una descompensación tras ser sometida a una cirugía estética.
Hugo Moyano había viajado ayer a Neuquén, donde participó del acto en el que una refinadora de hidrocarburos empezó a distribuir un porcentaje de sus ganancias entre sus trabajadores.
Después del acto fue al quincho del gremio de petroleros privados, donde comió un asado con diferentes dirigentes gremiales de la Patagonia. Estuvo allí hasta poco antes de las 4 de la tarde, cuando fue llevado al aeropuerto de Neuquén para tomar el avión privado que lo trajo a Buenos Aires.
El camionero se habría enterado de la muerte de su hijo durante el vuelo.
En Buenos Aires era esperado para participar de la firma de un convenio para la construcción de viviendas para los afiliados al Sindicato de Conductores de Taxis de la Capital Federal. Al comienzo de ese acto, el titular de los taxistas, José Ibarra, explicó la ausencia de Moyano: “Se le murió un hijo”.
El secretario general de la CGT no estuvo en el lugar en el que murió su hijo, según informaron fuentes policiales. El camionero habría ido directo a la Fiscalía de Zárate-Campana que intervino en el caso. Anoche, continuaba la autopsia en la morgue de Campana y Moyano esperaba que se le entregaran el cuerpo para inhumarlo.
La casa en la que vivía Emiliano queda a la altura del kilómetro 74 de la ruta nacional 8. La propiedad, que pertenecería a una de sus hermanas, está a unos dos kilómetros de distancia de la ruta. Las fuentes consultadas detallaron que el muchacho no se “valía por si mismo” y que por eso estaba siempre acompañado por un enfermero.
Al morir Emiliano Moyano llevaba puesto un traje de color oscuro y sostenía una corbata en una de sus manos. ¿Por qué estaba vestido así, y en ese lugar, si además no trabajaba? Fuentes de la causa dijeron que al joven le gustaba imaginar que era contador.