Aseguran que habrá problemas con el abastecimiento en Capital Federal y el Gran Buenos Aires
El Cronista
A la baja en la actividad y el encarecimiento de algunos servicios, las grandes empresas podrían enfrentarse la semana que viene a un nuevo escollo: el recorte en el suministro de gas, así como también a problemas en el suministro eléctrico.
Ayer por la noche, el
Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro y Neuquén, que conduce
Guillermo Pereyra, estableció un paro de actividades que comenzará a partir de las 20 horas del miércoles y durará dos días. La medida apunta a disminuir al máximo la producción de gas y de petróleo de esas provincias.
Se trata de una medida que suele ser efectiva para el gremio. La última vez que la tomó, en mayo pasado, ocasionó cortes de
GNC en algunas provincias y dificultades para las industrias en sólo tres horas.
“Con esto habrá problemas en
Buenos Aires, y también en la energía eléctrica (un 50% de las usinas de generación utilizan gas para funcionar)”, explicó
Pereyra a
El Cronista.
Si bien en el caso del crudo las refinerías de
Esso, Shell, YPF y Petrobras cuentan con stock para continuar produciendo combustibles por varios días, el servicio de gas comenzaría a sufrir interrupciones casi de inmediato.
En casos de crisis, como una huelga, el gobierno nacional suele proteger el suministro de gas a hogares y comercios. Luego, al GNC, mientras que las primeras en la lista de cortes son las grandes industrias, como las siderúrgicas
Aluar, Acindar, Siderca y Siderar (Techint); las automotrices, como
Volskwagen, Ford, Peugeot y General Motors; firmas alimenticias
(Molinos, SanCor, La Serenísima), mineras y petroquímicas, entre otras.
Según Pereyra, hay alrededor de 1800 trabajadores petroleros con problemas debido al plan de crisis que implementaron las empresas (las principales son YPF, Petrobras y Apache) durante 2009. “Las inversiones se redujeron drásticamente y ocasionaron despidos, suspensiones y compañeros cobrando menos de lo que deben”, explicó el gremialista.
Las empresas sostienen que disminuyeron la actividad porque el precio del crudo y del gas no las estimula a realizar más inversiones.
Cuestión de fondo
Luego de la intervención en el mercado del secretario de Comercio Interior,
Guillermo Moreno, para contener los precios de las naftas y el gasoil, el valor del crudo en el mercado local gira en torno a los u$s 42 para el de menor calidad y de u$s 47 para el que más rinde en las refinerías. Pero en el mercado internacional el
WTI, de referencia en el país, ronda los u$s 60.
En tanto, la tarifa residencial promedio para el gas en la
Argentina, de acuerdo con el último informe de la consultora
Montamat & Asociados, es de $ 0,287 por metro cúbico (m3), mientras un usuario brasileño paga por el mismo servicio $ 7,239, unas 25 veces más.
Si bien en ese concepto se incluyen impuestos y el servicio de distribución, también da la medida de cuánto reciben las petroleras locales por el gas.
“Las empresas plantean que tienen problemas para hacer inversiones por la baja tarifa y los precios que se les paga en boca de pozo, pero esos son temas que tienen que acordar con el Gobierno”, asegura Pereyra. “Nosotros queremos terminar con esto y que la gente salga a trabajar”, agrega.
Para frenar o terminar antes de tiempo el paro de la semana que viene, el gremio deberá contar con el compromiso de las empresas de reactivar las inversiones. Y éstas con la luz verde del Gobierno para cobrar más caro el crudo y el gas. De manera que existen grandes chances de que los usuarios finales sufran un nuevo aumento, tanto en naftas como en gas.